miércoles, 22 de octubre de 2014

1º BACHILLERATO. GUIÓN DE LECTURAS 1ª EVALUACIÓN. LA CELESTINA.


LA CELESTINA, FERNANDO DE ROJAS
En el año 1499 se publica por primera vez la Tragicomedia de Calisto y Melibea, más conocida como La Celestina.
Es la época áurea de los reyes Católicos, uno de los periodos de mayor esplendor en la historia nacional:
—reconquista de Granada.
—se sientan las bases de la unidad nacional.
—expansión fuera de nuestras fronteras: descubrimientos de América y hegemonía española en Europa que se prolongará más de un siglo.
Aumenta el rechazo por los judíos y los conversos son perseguidos o terminan huyendo fuera de España. La Inquisición nace en 1483 para velar por la cristiandad, aunque en realidad lo que se pretendía era vigilar a la clase burguesa, siempre sospechosa de judaísmo.
A pesar de ser un momento de profunda religiosidad, nace una fe en el hombre: se aprecia el paso de una época teocéntrica (Dios rige el destino de los hombres) a otra antropocéntrica (se cree que el hombre puede regirse a sí mismo mediante el uso de la razón), que culminará en el siglo XVI. La Celestina supone una fusión del espíritu auténticamente medieval con las nuevas directrices y concepciones renacentistas.
En el plano social hay que destacar el comienzo de un lento proceso de cambio de una sociedad estamental a una sociedad de clases regida por el poder económico.
Las ediciones de La Celestina.
Las múltiples ediciones de la obra los 15 primeros años después de su aparición suponen muchos problemas bibliográficos, pero también prueban su éxito y difusión, que se prolongaron durante el siglo XVI.
  1. Primera edición conocida: Burgos, 1499.
Carece de título, consta de 16 actos y comienza con el argumento del acto I.
  1. Segunda y tercera edición: Toledo, 1500; Sevilla, 1501.
Llevan por título Comedia de Calixto y Melibea. Novedades que incluyen:
—carta de “El autor a un su amigo”.
—once coplas acrósticas de arte mayor.
—argumento general de la obra.
—los 16 actos con sus argumentos (igual que en la primera edición)
—coplas del corrector Alonso de Proaza que explican cómo deben leerse los versos acrósticos que están al comienzo de la obra y señala el lugar y la fecha de impresión.
  1. Tercera edición de 1507.
Lleva por título Tragicomedia de Calixto y Melibea”. Entre las novedades que incluye, las más importantes son:
—prólogo después de las coplas acrósticas, en el que el autor advierte de las diversas interpretaciones que puede tener la obra.
—cinco actos nuevos intercalados entre el XIV y el XV, por lo que la obra pasa de tener 16 a 21 actos.
Tenemos, pues, dos versiones diferentes de la obra: una con 16 actos y otra con 21.
Problemas de autoría.
            Existen varias hipótesis acerca de la autoría de la obra, aunque las tres principales son las siguientes:
a. Dos autores. 
            Fernando de Rojas encontró el acto I de la comedia y añadió los veinte restantes. (hipótesis más aceptada)
b. Tres autores.
            Fernando de Rojas añadió los quince actos de la comedia y otro autor escribió los cinco de la tragicomedia.
c. Único autor: Fernando de Rojas.
            Hay que tener en cuenta que en la los versos acrósticos se nos informa de que “El bachiller Fernando de Rojas acabó la Comedia de Calixto y Melibea y fue nacido en la Puebla de Montalbán”.
            Lo que está claro es que Fernando de Rojas es el autor de la obra, ya sea total o parcialmente; al menos compuso los quince actos de la primera versión, exceptuando el primero: él mismo afirma que encontró el manuscrito continuando la comedia.
            Fernando de Rojas nació en la Puebla de Montalbán, Toledo, hacia 1475 y estudió leyes en Salamanca. Probablemente era un judío converso y sufrió estigmatización social. Vivió mucho tiempo en Talavera y se sabe que hizo testamento en 1541.

Estructura de la obra

·“Carta del autor a un su amigo”: en ella afirma que encontró un manuscrito anónimo y decidió terminarlo, que es jurista, que terminó la obra en quince días de vacaciones y que la obra contenía “avisos y consejos contra lisongeros y malos sirvientes y falsas mugeres hechizeras”
·Coplas acrósticas, en las que nos informa de su nombre y de su lugar de nacimiento, la Puebla de Montalbán.
·Prólogo, en el que autor advierte de las diversas interpretaciones de la obra. Por ejemplo, dice que espera que los lectores tomen la obra para su provecho, o que cambió el nombre de comedia porque terminaba mal y decidió llamarla tragicomedia.
·Los 21 actos con sus argumentos al principio de cada uno.
·Las coplas del corrector.

Argumento
Calisto, un joven noble, se enamora de Melibea, una joven muchacha hija de Pleberio, un burgués enriquecido. Decide contratar, aconsejado por su criado Sempronio, los servicios de una alcahueta llamada Celestina. La vieja es ayudada en sus gestiones por dos de los criados de Calisto, Pármeno y Sempronio. Celestina logra que Melibea acceda a ver a Calisto y se produzca el encuentro amoroso, pero en uno de esos encuentros Calisto se resbala al bajar por una escala y muere. Los criados y Celestina, cegados por su ambición, también mueren. Pármeno y Sempronio asesinan a Celestina al no ponerse de acuerdo en lo que le corresponde a cada uno, y éstos son apresados y ajusticiados por su crimen. Melibea, tras la muerte de Calisto, se suicida y la obra termina con el llanto de Pleberio, padre de Melibea.

Cuestiones en cuanto al género
Es una obra sin género, única en la literatura. Es obra dramática en cuanto a su estructura (diálogo de los personajes, ausencia de partes narrativas, disposición en escenas), pero su longitud excesiva para ser representada, su tratamiento de los tiempos (ritmo lento)y cambios de lugar la acercan a la novela.

Fuentes
Encrucijada de fuentes que van desde la antigüedad clásica a los autores contemporáneos: clásicos latinos, teoría medieval del amor cortés, manuales de leyes, refranes populares, el Arcipreste de Hita, autores de la novela sentimental del siglo XV.

Personajes
Personajes de un perfil excepcional, sin precedentes en toda la literatura castellana anterior: están dotados de vida y de profundidad psicológica, no son personajes-tipo: están individualizados y despojados de cualquier conducta mecanicista. Además, van evolucionando a lo largo de toda la obra. Conocemos a los personajes desde tres planos: lo que dicen y hacen (diálogos), lo que piensan (monólogos y apartes) y lo que los demás dicen de ellos (diálogos). Las indicaciones de espacio y tiempo se hacen también a través de los diálogos.

  1. Celestina.
Es el personaje fundamental y se convierte en el eje del drama. Es el punto de unión entre el mundo de los de arriba, representado por Calisto y Melibea, y el mundo de criados, prostitutas y alcahuetas. La unión de estos dos mundos irreconciliables es una de las causas que lleva la obra al desenlace trágico.
Se caracteriza por la codicia, pasión que la perderá y la llevará a la muerte. Es maestra en el arte de la seducción, astuta, indaga perfectamente el alma humana para encontrar sus debilidades y usarlas como arma de seducción: a Pármeno con Areúsa, a Sempronio con dinero, satisface la pasión de Calisto (más carnal, por otro lado, que amorosa) y a Melibea la arrastra cuando se da cuenta de que está enamorada de Calisto. Pero Sempronio y Pármeno también encuentran su pasión, y es en ese momento cuando van a morir.
También se caracteriza por una religiosidad vulgar (reza el rosario, muere solicitando confesión...), por estar orgullosa de su oficio “útil oficial de la ciudad”, su amor al vino, su afición por los afeites, su tendencia insistentemente erótica, a pesar de su edad... También hay que destacar que es hechicera (sobre este tema hay doscientos millones de hipótesis, así que lo dejamos así).

  1. Calisto.
Es un antihéroe, una parodia del amor cortés. Desde el primer acto ya se le presenta como un amante cortés inepto y el autor le hace blanco de las burlas y apartes de los criados. Por ejemplo, Sempronio reacciona así ante la música de su amo: “Destemplado está este laúd”, comenta la locura de su amo: “No me engaño yo, que loco está este mi amo”, e incluso su herejía: “No basta loco, sino hereje”, cuando se declara Melibeo. Celestina tiene la misma reacción la primera vez que se encuentra con Calisto: “Dile que cierre la boca y comience a abrir la bolsa”
Como ya hemos dicho antes, en realidad en una parodia del amor cortés y el personaje más cargado de literatura. Puntos en común con el amante cortés:
—autohumillación del hombre ante la dama.
—idealización de la amada: “Melibeo soy”
—descripción física de la dama de la cabeza a los pies.
—uso del lenguaje militar y religioso para hablar del amor (exageradamente, claro).
—dolor por el rechazo, pero también regocijo en el dolor...
es un egoísta que sólo se mueve para satisfacer su pasión, un vago que desdeña sus obligaciones sociales y que vive fuera de la moral social, características todas ellas que nos muestran a un personaje que no escatima ningún recurso para conseguir lo que quiere. Pero a la vez es ingenuo y crédulo y vende su alma al diablo en el momento en que entrega su voluntad a Celestina.

  1. Melibea.
Es el personaje que más evoluciona a lo largo de la obra. Hija de un nuevo rico y sujeta al honor, pero no al pudor: se halla inmersa en las convenciones sociales y en su negativa inicial y posterior comportamiento no vemos pudor personal ni sujeciones morales, sino una manifestación del concepto externo del honor, porque es consciente del papel que juega en la sociedad.
Es enérgica, decidida y dada a la acción, toma sus propias decisiones y las ejecuta a pesar de todo y contra todo, incluso el suicidio. Es arrogante: impone su voluntad, incluso a su propio padre desde lo alto de la torre.
A Melibea, al igual que el resto de los personajes, la conocemos por sus palabras y actos pero también por lo que los demás dicen de ella. En nada se parece la visión idealizada de Calisto (dentro del tópico del retrato femenino cortesano) que se hace de la cabeza a los pies: mujer rubia, de tez clara, de ojos claros..., con la visión que dan Elicia y Areúsa y que nos muestra un tema clave: el resentimiento social. La describen como una dama ridícula cargada de afeites asegurando que su encanto no reside en su belleza sino en la “bolsa”, ya que, según ellas, tiene los pechos caídos y el vientre flojo. Incluso vemos una visión paródica de las señales de amor cortesanas cuando Celestina le cuenta a Calisto la reacción de Melibea: “Mil amortecimientos y desmayos, mil milagros y espanto, turbado el sentido, bullendo fuertemente los miembros...”
Si Calisto es el antihéroe, Melibea es más bien el retrato de una joven que se enamora locamente hasta la perdición y que se ve atrapada en una serie de acontecimientos que no puede parar ni controlar.

  1. Pármeno.
Es uno de los logros psicológicos más perfectos de Rojas. Evoluciona a lo largo de la obra: pasa de ser el criado fiel que le da buenos consejos (no fiarse de Sempronio ni de Celestina) a tener un verdadero resentimiento por Calisto, pues se siente rechazado y marginado. Celestina hace uso de sus habilidades retóricas y de la promesa de conseguirle los favores sexuales de Areúsa mientras el loco de su amo le margina y le da una buena razón para traicionarle.

  1. Sempronio.
Es el más superficial, cínico y corrupto de los criados; es misógino, calculador y enamoradizo, pero también medroso, cobarde y un criminal asesino.

  1. Elicia y Areúsa.
Las pupilas de Celestina, que se corresponden en gran medida con sus amantes. La primera es una vulgar meretriz que vive al amparo de Celestina y que a la muerte de ésta es presa de un trágico problema: no sabe si tomar partido por ella o por su amante criminal. Areúsa, sin embargo, se nos presenta al principio un tanto melancólica, pero estalla con violencia para vengar la muerte de Pármeno, mostrándose en cierta medida fiel a un solo hombre. Es más cortés, amable, recatada y sentimental que su compañera.

Ambas parejas de amantes son el paralelo burlesco de los amores de Calisto y Melibea. Los criados son el espejo realista y grotesco enfrentado a los amores de aquellos.

Hay, pues, dos mundos claramente enfrentados: por un lado el realismo grosero, el fuerte contraste entre la doblez, la ambición y el sensualismo del mundo de los criados; por otro, el de la nobleza, no exenta de pasiones, pero que ignora los caminos torcidos que predominan en el mundo reflejado por Calisto y Melibea. La obra es un reflejo fiel de la realidad de la época.

  1. Lucrecia.
Falta de lealtad hacia su señora.


Lengua y estilo.

            El autor emplea construcciones latinizantes y hace gala de su erudición. Los personajes cambian de registro según con quién hablen y según la situación comunicativa (realismo). A finales del siglo XV hay una pugna entre lengua popular y lengua culta que se refleja en la obra. Hay que destacar el aprovechamiento artístico del lenguaje popular, que por primera vez adquiere valor literario y en el que se llega a expresar directamente las dinámicas formas expresivas de la calle. Dualidad de estilos: cultismo y popularismo, que se acomodan en gran medida a la naturaleza de los personajes pero que no están totalmente separados (Celestina se acomoda a a los condicionamientos y características sociales del medio en que se mueve).
            Las acotaciones incorporadas al texto sirven para anunciar la presencia de algún personaje, para describir los gestos que hacen o para exponer pensamientos de algún personaje sin que los demás lo escuchen. Hay tanto diálogos ágiles como largos monólogos. No hay unidad de lugar y la acción se desarrolla en múltiples lugares.

Temas principales de la obra
La mayoría de los críticos coincide en los tres grandes temas de la Edad Media: fortuna, amor y muerte.
  1. Fortuna.
      Rige los destinos de los hombres: sus vueltas se reflejan en la caída mortal de la mayoría de los personajes.
  1. Amor.
      Al modo cortés pero parodiado y ridiculizado.
      Por una parte se nos presenta como un azote cruel tan terrible como la misma muerte, que es precisamente donde lleva a los protagonistas. Por otro, Rojas alarga su obra para darle a Calisto y Melibea más ocasiones de disfrute erótico. Esta ambivalencia tal vez refleje la convicción del autor de que el amor es la mayor delicia y el mayor tormento de la vida, como dice Celestina “dulce ponzoña, blanda muerte”.

  1. Muerte.
      Desde el principio de la obra hasta que llega el final, la solución trágica más escalofriante, el amor y la muerte caminan de la mano.

  1. La magia y la sociedad.
      La primera supone una nota de historicidad en la obra. Respecto a la sociedad, el autor critica a una sociedad dominada por absurdos códigos religiosos y morales.

Interpretaciones.
Hay muchas interpretaciones de esta obra, las más relevantes son:
—amor imposible por el linaje.
—ejemplo moralizante para advertir de los engaños de alcahuetas y criados.
—reflejo de la tensión de las clases sociales del momento.
—pesimismo y confusión de valores propia de un judío converso.



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