miércoles, 29 de octubre de 2014

1º BACHILLERATO. CANTAR DE MIO CID.


Cantar del Mío Cid

Texto modernizado
Gutiérrez Aja, M.ª del Carmen (ed. lit.)
Riaño Rodríguez, Timoteo (ed. lit.)


En el manuscrito, falta la primera hoja, unos 50 versos. Es posible que en ellos se relataran las causas del destierro del Cid y los preparativos para la salida de Castilla. Podemos rellenar esta laguna, como lo hace Menéndez Pidal, sirviéndonos de la Crónica de Veinte Reyes, la Crónica de Castilla y la Particular del Cid1::


«"Y los que conmigo fuereis          de Dios hayáis buen grado.


Mas, los que acá quedarais          quiérome ir de vos calmado".


Entonces habló Álvar Fáñez          su primo cohermano:


"Con vos iremos Cid,          por yermos y por poblados,


Que nunca os faltaremos          mientras estemos sanos;


Con vos emplearemos          las mulas y los caballos,


Y los hombres          y los paños.


Siempre os serviremos          como leales vasallos".


Entonces, otorgaron todos          cuanto dijo don Álvaro.


Mucho agradeció mío Cid          cuanto allí fue acordado.


Mío Cid partió de Vivar          para Burgos enderezado;


Así deja sus palacios          yermos y desheredados».










ArribaAbajoActo o cantar primero


Narra las hazañas del Cid como prototipo de nobleza heroica


1

El Cid sale de Vivar para el destierro

Narrador



De los sus ojos tan          fuertemente llorando,


Tornaba la cabeza          y estábalos catando.


Vio puertas abiertas          y postigos sin candados,


Alcándaras vacías,          sin pieles y sin mantos,


Y sin halcones          y sin azores mudados.  5

Suspiró mío Cid          pues tenía muy grandes cuidados.


Habló mío Cid,          bien y tan mesurado:


Cid



-¡Gracias a ti, señor padre,          que estás en alto!


-¡Esto me han vuelto          mis enemigos malos!



2

El Cid ve agüeros en la salida

Narrador



Allí piensan aguijar,          allí sueltan las riendas.  10

A la salida de Vivar,          tuvieron la corneja diestra,


Y, entrando en Burgos,          tuviéronla siniestra.


Meció mío Cid los hombros          y movió la cabeza:


Cid



-¡Albricias, Álvar Fáñez,          que echados somos de tierra!



3

Entrada desoladora en Burgos

Narrador



Mío Cid Ruy Díaz          por Burgos entraba,  15

En su compañía,          sesenta pendones llevaba.


Salíanlo a ver                  mujeres y varones,2


Burgueses y burguesas          por las ventanas son,


Llorando de los ojos,          ¡tanto sentían el dolor!


De las sus bocas,          todos decían una razón:


Burgaleses



¡Dios, qué buen vasallo,          si tuviese buen señor!  20


4

Nadie da hospedaje al Cid por temor al Rey. Sólo una niña de nueve años pide al Cid que se vaya. El Cid acampa en la glera del río Arlanzón

Narrador



Le convidarían de grado,          mas ninguno no osaba;


El rey don Alfonso          tenía tan gran saña;


Antes de la noche,          en Burgos de él entró su carta,


Con gran recaudo          y fuertemente sellada:


Que a mío Cid Ruy Díaz,          que nadie le diese posada,  25

Y aquel que se la diese          supiese veraz palabra,


Que perdería los haberes          y además los ojos de la cara,


Y aún más          los cuerpos y las almas.


Gran duelo tenían          las gentes cristianas;


Escóndense de mío Cid,          que no le osan decir nada,  30

El Campeador          adeliñó a su posada.


Así como llegó a la puerta,          hallola bien cerrada;


Por miedo del rey Alfonso          que así lo concertaran:


Que si no la quebrantase por fuerza,          que no se la abriesen por nada.


Los de mío Cid          a altas voces llaman;  35

Los de dentro          no les querían tornar palabra.


Aguijó mío Cid,          a la puerta se llegaba;


Sacó el pie de la estribera,          un fuerte golpe le daba;


No se abre la puerta,          que estaba bien cerrada.


Una niña de nueve años          a ojo se paraba:  40

Niña



¡Ya, Campeador,          en buena hora ceñisteis espada!


El Rey lo ha vedado,          anoche de él entró su carta


Con gran recaudo          y fuertemente sellada.


No os osaríamos abrir          ni acoger por nada;


Si no, perderíamos          los haberes y las casas,  45

Y, además,          los ojos de las caras.


Cid, en el nuestro mal          vos no ganáis nada;


Mas el Criador os valga          con todas sus virtudes santas.


Narrador



Esto la niña dijo          y tornose para su casa.


Ya lo ve el Cid          que del Rey no tenía gracia.  50

Partiose de la puerta,          por Burgos aguijaba;


Llegó a Santa María,          luego descabalga;


Hincó los hinojos,          de corazón rogaba.


La oración hecha,          luego cabalgaba;


Salió por la puerta          y el Arlanzón pasaba;  55

Cabo esa villa,          en la glera posaba;


Hincaba la tienda          y luego descabalgaba.


Mío Cid Ruy Díaz,          el que en buena hora ciñó espada,


Posó en la glera,          cuando no le acoge nadie en casa;


Alrededor de él,          una buena compaña.  60

Así posó mío Cid,          como si fuese en montaña.


Vedado le han la compra,          dentro en Burgos la casa,


De todas cosas          cuantas son de vianda;


No le osarían vender          ni la menor dinerada.


NOTA: para el lunes haced un comentario de texto con los pasos habituales (tema, estructura, métrica, funciones de la lengua, características propias de la épica ) de las partes 1, 2 y 3.


1 comentario:

  1. Comparto con vosotros un audiolibro de El Cantar de Mío Cid.

    Espero que os sirva de ayuda, especialmente a todos aquellos que tengan dificultades para leer.

    https://audiolibrosencastellano.com/poesia/audiolibro-completo-cantar-mio-cid-anonimo-s-xii

    Un saludo :)

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