COMENTARIO
DE TEXTOS PERIODÍSTICOS.
TEXTO
1.
Siempre
he sido muy anglófila, aunque ahora el Brexit me lo está poniendo bastante
difícil. Pero incluso en mis momentos de máximo amor a los británicos no
dejaron de chirriarme dos rasgos negativos que me parece que tienen: el racismo
y el clasismo. El primero, por desgracia, está en plena expansión tras la
salida de la UE: las agresiones contra extranjeros, sobre todo polacos, se
multiplican con progresión geométrica, y el país parece recular hacia un retrogradismo
isleño y xenófobo. […]
En
cuanto al clasismo, lo extraordinario es que sigue manteniéndose firme a lo
largo del tiempo, sin que el empuje igualitario de la democracia lo atempere.
De todos es sabido que los ingleses catalogan tu clase social simplemente por
tu forma de hablar. Da lo mismo que hayas estudiado una carrera universitaria,
por ejemplo: de todas maneras saben que no te expresas como los ricos. Deberían
ser todos lingüistas, con ese oído tan fabulosamente entrenando para los
matices.
La Comisión
de Movilidad Social de Reino Unido acaba de publicar un informe sobre el sector
financiero que demuestra que la discriminación clasista es la norma en ese
ambiente. El informe está lleno de ejemplos, pero sobre todo me espeluznó un
detalle: si alguien va buscando un trabajo en la banca y lleva zapatos
marrones, lo más seguro es que no consiga el puesto. ¿No es brutal? Ya puedes
tener un currículo académico brillante, una mente lúcida, una personalidad
adecuada. Si calzas zapatos marrones estás perdido, porque demuestran que eres
de clase baja. Me imagino al de recursos humanos inclinándose subrepticiamente
a mirarle los pies al candidato. Aunque no, seguro que lo hará con naturalidad,
que le resultará fácil, que será una percepción de “clase” para la que han
desarrollado afinadas antenas, igual que el oído para apreciar los acentos.
¿Por
qué unos zapatos marrones han de ser peores que los negros? ¿Quién decide cuál
es la etiqueta, qué es lo óptimo y lo inaceptable, qué corbatas te convierten
en uno de los nuestros y cuáles no? “Desde mi experiencia, [los estudiantes no
privilegiados] no tienen un buen corte de pelo. Los trajes siempre les quedan
demasiado grandes y no saben qué corbata llevar”, dice en el informe un
empleado de banca. Y uno de los jóvenes que pidió un empleo y fue rechazado
explica que quien le entrevistó le dijo: “Ha respondido muy bien y es usted
claramente muy agudo, pero no se ajusta del todo a este banco. No está
suficientemente pulido. A ver, ¿qué corbata lleva puesta? Es muy chillona”. Se
trata, como se ve, de las contraseñas de una mafia, de una logia secreta.
Pequeños signos, convenciones banales que les permiten reconocerse entre sí y
seguir manteniendo el poder para siempre jamás.
¿Quién
decide cuál es la etiqueta, qué es lo óptimo y lo inaceptable, qué corbatas te
convierten en uno de los nuestros y cuáles no?
“Los
zapatos marrones y el clasismo”, El país
semanal, 9 de octubre de 2016, Rosa Montero.
CUESTIONES
1.
A)Enuncie el tema. B)Detalle las características
lingüísticas y estilísticas más relevantes. C) ¿Qué tipo de texto es?
2.
Elabore un texto argumentativo a favor o en
contra del Brexit.
3.
Analice sintácticamente: Lo extraordinario es que sigue manteniéndose
firme a lo largo del tiempo, sin que el empuje igualitario de la democracia lo
atempere
FECHAS
DE ENTREGA:
-COMENTARIO
DE TEXTO (PREGUNTA 1): MIÉRCOLES 29 DE MARZO.
-TEXTO
ARGUMENTATIVO SOBRE EL BREXIT (PREGUNTA 2): VIERNES 31 DE MARZO.
-ANÁLISIS
SINTÁCTICO: SE CORREGIRÁ EN CLASE EL JUEVES 30 DE MARZO.
NOTA: no se admitirá ningún trabajo fuera de plazo.
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