ORACIONES SIMPLES I.
—Conócete a ti
mismo.
—Es demasiado tarde
para el perdón.
—Mi padre y mi madre
se saben todos los cotilleos del barrio.
—Se quedó muy
delgado después del tratamiento.
—A José sus amigos
le llaman Pepe.
—¡Siempre se está
mirando en el espejo!
—Los alumnos
sancionados se quedarán en el centro una hora más.
—Cada cumpleaños se
acuerda de aquel maravilloso vestido azul claro.
—Alejandro Magno fue
proclamado rey de Macedonia con veinte años.
—Se llama incunable
a todo libro impreso entre 1450 y 1500.
—Debo superar esta
dura prueba yo solo.
—El reloj, ¿se lo
devuelves tú a Tomás mañana?
—Quizás no estaba
suficientemente cualificado para ese puesto.
—¿Qué libros de la
lista has leído ya?
—Hay cantidad de
gente sola en el mundo.
—El laberinto mágico,
conjunto de seis libros de Max Aub, trata de la guerra civil española.
—Tal vez mañana se
queje de tus reproches
—¿Por qué me
trajiste, padre, a la ciudad?
—En 1832 se
inventaron las cerillas de fricción.
—Las portadas de los diarios nacionales no se parecían absolutamente
nada a las de los diarios internacionales.
—Ante aquella belleza misteriosa se quedó extasiado.
TRAER IMPRESO ESTE DOCUMENTO EL MIÉRCOLES 3 DE OCTUBRE PARA REALIZAR EN CLASE.
ORACIONES SIMPLES I.
—Conócete a ti
mismo.
—Es demasiado tarde
para el perdón.
—Mi padre y mi madre
se saben todos los cotilleos del barrio.
—Se quedó muy
delgado después del tratamiento.
—A José sus amigos
le llaman Pepe.
—¡Siempre se está
mirando en el espejo!
—Los alumnos
sancionados se quedarán en el centro una hora más.
—Cada cumpleaños se
acuerda de aquel maravilloso vestido azul claro.
—Alejandro Magno fue
proclamado rey de Macedonia con veinte años.
—Se llama incunable
a todo libro impreso entre 1450 y 1500.
—Debo superar esta
dura prueba yo solo.
—El reloj, ¿se lo
devuelves tú a Tomás mañana?
—Quizás no estaba
suficientemente cualificado para ese puesto.
—¿Qué libros de la
lista has leído ya?
—Hay cantidad de
gente sola en el mundo.
—El laberinto mágico,
conjunto de seis libros de Max Aub, trata de la guerra civil española.
—Tal vez mañana se
queje de tus reproches
—¿Por qué me
trajiste, padre, a la ciudad?
—En 1832 se
inventaron las cerillas de fricción.
—Las portadas de los diarios nacionales no se parecían absolutamente
nada a las de los diarios internacionales.
—Ante aquella belleza misteriosa se quedó extasiado.
TRAER IMPRESO ESTE DOCUMENTO EL MIÉRCOLES 3 DE OCTUBRE PARA REALIZAR EN CLASE.
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