martes, 2 de octubre de 2012

2º BACHILLERATO. COMENTARIO DE TEXTOS DESCRIPTIVOS.

PRÁCTICA DE TEXTOS DESCRIPTIVOS

[PARTÍCULAS ELEMENTALES. PROPIEDADES FUNDAMENTALES]

Todas las partículas elementales (p.e.) son objetos de masas y dimensiones extremadamente pequeñas. La mayor parte de las partículas tienen masas del orden de la masa del protón, igual a 1,6.10-24 g. (entre las partículas con masa no nula, resulta bastante menor sólo la masa del electrón: 0,9.10-27 g.).  Las dimensiones del protón, pion y otros hadrones son del orden de 10-13  cm. y las del electrón y el muon no se han determinado, pero son menores que 10-16  cm. Las masas y las dimensiones microscópicas de las p.e. ocasionan la específica forma cuántica de su comportamiento. Las longitudes de De Broglie de las p.e., por lo general, son comparables o mayores que sus dimensiones típicas. De acuerdo con esto las regularidades cuánticas son determinantes en la conducta de las p.e.

(A.     M. Projórov, dir., Diccionario enciclopédico de la Física, Ed. Mir, 1996)

EL SOMBRERO DE TRES PICOS, PEDRO ANTONIO DE ALARCÓN.

El tío Lucas era más feo que Picio. Lo había sido toda su vida, y ya tenía cerca de cuarenta años. Sin embargo, pocos hombres tan simpáticos y agradables habrá echado Dios al mundo. Prendado de su viveza, de su ingenio y de su gracia, el difunto obispo se lo pidió a sus padres, que eran pastores, no de almas, sino de verdaderas ovejas. [...] Fuele tan fácil al tío Lucas rendir el corazón de la señá Frasquita, como fácil le había sido captarse el aprecio del general y del prelado. La navarra, que tenía a la sazón veinte abriles, y era el ojo derecho de todos los mozos de Estella, algunos de ellos bastante ricos, no pudo resistir a los continuos donaires, a las chistosas ocurrencias, a los ojillos de enamorado mono y a la bufona y constante sonrisa, llena de malicia, pero también de dulzura, de aquel murciano tan atrevido, tan locuaz, tan avisado, tan dispuesto, tan valiente y tan gracioso, que acabó por trastornar el juicio, no sólo a la codiciada beldad, sino también a su padre y a su madre.

Lucas era en aquel entonces, y seguía siendo en la fecha a que nos referimos, de pequeña estatura (a los menos con relación a su mujer), un poco cargado de espaldas, muy moreno, barbilampiño, narigón, orejudo y picado de viruelas. En cambio, su boca era regular y su dentadura inmejorable. Dijérase que sólo la corteza de aquel hombre era tosca y fea; que tan pronto como empezaba a penetrarse dentro de él aparecían sus perfecciones, y que estas perfecciones principiaban en los dientes. Luego venía la voz, vibrante, elástica, atractiva; varonil y grave algunas veces, dulce y melosa cuando pedía algo, y siempre difícil de resistir. Llegaba después lo que aquella voz decía: todo oportuno, discreto, ingenioso, persuasivo... Y, por último, en el alma del tío Lucas había valor, lealtad, honradez, sentido común, deseo de saber y conocimientos instintivos o empíricos de muchas cosas, profundo desdén a los necios, cualquiera que fuese su categoría social, y cierto espíritu de ironía, de burla y de sarcasmo, que le hacían pasar, a los ojos del académico, por un don Francisco de Quevedo en bruto.





LA FECHA DE CORRECCIÓN SE DECIDIRÁ EN CLASE UNA VEZ EXPLICADO EL TEMA.

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