Lo que permite a
la ciencia alcanzar su objetivo —la construcción de reconstrucciones parciales
y cada vez más verdaderas de la realidad— es su método. En cambio, las
especulaciones no-científicas acerca de la realidad no suelen plantear
cuestiones propias y limpiamente formuladas, sino más bien problemas que ya
contienen presupuestos falsos o insostenibles, tales como “¿Cómo y cuándo se
creó el universo?”; no proponen hipótesis ni procedimientos fundamentales y
contrastables, sino que ofrecen tesis sin fundamento y generalmente
incontrastables, así como medios controlables (inescrutables) para averiguar su
verdad (p.e., la Revelación); no trazan constataciones objetivas de su tesis y
de sus supuestas fuentes de conocimiento, sino que apelan a alguna autoridad;
consiguientemente, no tienen ocasión alguna de contrastar sus conjeturas y
procedimientos con resultados empíricos frescos, y se contentan con hallar
ilustraciones de sus concepciones para meros fines de persuasión, más que por
buscar realmente contrastación, como muestra la facilidad con que esas
concepciones eliminan toda evidencia negativa; no suscitan nuevos problemas,
pues todo su interés es más bien terminar con la investigación, suministrando,
listo para llevar, un conjunto de respuestas a toda cuestión posible o
permitida.
NOTA: en clase se señalará la fecha de corrección.
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