TEXTO I
Me permitiré, también, una reflexión previa. La
palabra televisión se nos ha hecho ya tan usual como el instrumento, el
artilugio, en el que tiene lugar ese ‘ver lejos’. Porque esto parece
ser que significa la palabra: ver algo que no está en el espacio en el
que tiene lugar nuestro acto de ver, nuestra visión.
‘Tele’ es un término griego, utilizado en otros neologismos, y quiere decir ‘lejos’, ‘alejado’, ‘distante’. Sin embargo, los elementos que componen la palabra ‘televisión’ ocultan una cierta ambigüedad. Lo que vemos por ese aparato que nos permite ver lo que ‘no estamos viendo’, o lo que vemos sin nuestro ‘estar’ coincida con el estar de aquello cuya representación nos aparece, no es un ver lejano. Lo que vemos está aquí, en el espacio en el que están nuestros ojos. La pantalla, que nos facilita la visión, se encuentra en el espacio donde está nuestro cuerpo. La lejanía significará, entonces, que aunque lo que vemos se hace presente en el mismo espacio en el que se hayan nuestros ojos, suponemos que su realidad, lo que no es mera imagen, su producción, está en otro sitio. Lo lejano no es, por consiguiente, un punto en el espacio ante el que nos situamos y que apenas distinguimos. Lo lejano es el reconocimiento de que eso que vemos no tiene su estar en el mismo lugar en el que lo estamos viendo.
‘Tele’ es un término griego, utilizado en otros neologismos, y quiere decir ‘lejos’, ‘alejado’, ‘distante’. Sin embargo, los elementos que componen la palabra ‘televisión’ ocultan una cierta ambigüedad. Lo que vemos por ese aparato que nos permite ver lo que ‘no estamos viendo’, o lo que vemos sin nuestro ‘estar’ coincida con el estar de aquello cuya representación nos aparece, no es un ver lejano. Lo que vemos está aquí, en el espacio en el que están nuestros ojos. La pantalla, que nos facilita la visión, se encuentra en el espacio donde está nuestro cuerpo. La lejanía significará, entonces, que aunque lo que vemos se hace presente en el mismo espacio en el que se hayan nuestros ojos, suponemos que su realidad, lo que no es mera imagen, su producción, está en otro sitio. Lo lejano no es, por consiguiente, un punto en el espacio ante el que nos situamos y que apenas distinguimos. Lo lejano es el reconocimiento de que eso que vemos no tiene su estar en el mismo lugar en el que lo estamos viendo.
Imágenes y palabras (fragmento) de Emilio Lledó.
TEXTO 2
Aquí, en efecto, empieza ya a definirse la
alteración mental iniciada desde años atrás.
Olivares se daba cuenta de que todo estaba
perdido. Aquel mismo año, 1641, hace un testamento, pieza esencial para
juzgarle, en el, enfrentado con Dios y con la Historia, cerrados de momento los
oídos a las desdichas que le rodeaban, resurge todavía, ya tocado de neto
delirio, su espíritu de grandeza. No es de los rasgos menos llamativos de este
delirio su absurda esperanza de tener hijos todavía con su mujer Doña Inés.
Pero, por si acaso, reconoce al hijo del amor clandestino, a Julián, a la vez
que el Monarca reconoce al Don Juan, hijo de Calderona.
Después ya es todo triste declinación, salvo el
arranque magnífico de la publicación del Nicandro, el papel con que se defiende
de los que cobardemente le atacan después de caído y en el que, por vez
primera, su cuerpo decrépito se alza altaneramente ante el Rey —el ídolo— y le
amenaza. Un destello más, el postrero, allá en Toro, próximo a morir, cuando
pide al Rey que le permita alzar gente de a caballo para socorrer la frontera
de Portugal. Son los últimos fulgores de su ambición genial. Después, se fue
poco a poco hundiendo en la demencia, que será estudiada en el último capítulo.
Así fue la vida interior del Conde-Duque,
torturada por el vaivén descomunal entre la desesperación y la gloria. Pocos,
repitámoslo, sospecharán tan hondas, tan entrañables miserias humanas en aquel
gigante, que los retratos y los cuentos nos han hecho ver como un monstruo de
vanidad y de astucia.
NOTA. El texto I será el que tendréis que entregar el martes día 1 de abril. El texto II, se corregirá en clase el mismo día, con lo que sólo tendréis que llevar un esquema para seguir la corrección en clase.
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