2º BACHILLERATO. COMENTARIO DE TEXTOS EXPOSITIVOS Y ARGUMENTATIVOS.
TEXTO 1
Realiza
un comentaior de texto del siguiente fragmento: a) Enuncia el tema. b)
Comenta las características lingüísitcas y estilísticas más relevantes
del texto. c)¿Qué tipo de texto es?
La comunicación no verbal. Flora Davis.
Los mimos siempre han sabido que los movimientos corporales de un hombre son tan personales como su firma. Los novelistas también saben que, con frecuencia, reflejan su carácter.
Las
investigaciones acerca de la comunicación humana a menudo han descuidado al
individuo en sí. No obstante, es obvio que cualquiera de nosotros puede hacer
un análisis aproximado del carácter de un individuo basándose en su modo de
moverse —rígido, desenvuelto, vigoroso—, y la manera en que lo haga representa
un rasgo bastante estable de su personalidad.
Tomemos
por ejemplo la simple acción de caminar: levantar en forma alterna los pies,
llevarlos hacia adelante y colocarlos sobre el piso. Este solo hecho nos puede
indicar muchas cosas. El hombre que habitualmente taconee con fuerza al caminar
nos dará la impresión de ser un individuo decidido. Si camina ligero, podrá
parecer impaciente o agresivo, aunque si con el mismo impulso lo hace más
lentamente, de manera más homogénea, nos hará pensar que se trata de una
persona paciente y perseverante. Otra lo hará con muy poco impulso —como si
cruzando un trozo de césped tratara de no arruinar la hierba— y nos dará una
idea de falta de seguridad. Como el movimiento de la pierna comienza a la
altura de la cadera, hay otras variaciones. El hecho de levantar las caderas
exageradamente da impresión de confianza en sí mismo; si al mismo tiempo
se produce una leve rotación, estamos ante alguien garboso y desenfadado. Si a
esto se le agrega un poco de ritmo, más énfasis y una figura en forma de
guitarra, tendremos la forma de caminar que, en una mujer, hará volverse a los
hombres por la calle.
Esto
representa el "cómo" del movimiento corporal, en contraste con el
"qué": no el acto de caminar sino la forma de hacerlo.
TEXTO 2
Realiza uyn
comentario de texto del siguiente fragmento: a) Enuncia el tema. b)
Analiza las características linguísticas y estilísticas más relevantes
del texto. c) ¿Qué tipo de texto es?
"Un estercolero
que deforma las mentes", Javier Lorenzo.
¿Suprimir la telebasura? ¿Sólo suprimirla? Eso es
poco. Habría que extirparla, erradicarla, demolerla, fulminarla, destruirla,
aniquilarla, arrasarla y, si me apuran, hasta regurgitarla y defecarla. Delenda
est telebasura. Arranquémosla de cuajo hasta los cimientos, prendamos fuego a
sus techos y paredes y, finalmente, arrojemos sal sobre sus humeantes y
calcinados restos para que jamás vuelva a surgir vida de entre esos repugnantes
despojos.
Lamentablemente, estamos en una democracia, en un régimen de libertades (confío en que se capte la ironía de ese «lamentablemente») y resulta imposible la adopción de medidas tan expeditivas como necesarias, cual pudiera ser el envío de la división acorazada Brunete para que laminara algunos platós de televisión. Por la misma razón, tampoco el Gobierno tiene las herramientas apropiadas para acabar con este peligroso fenómeno. Las sociedades capitalistas no ven con buenos ojos que se coarte a golpe de decreto ley el inalienable derecho de una empresa a ofrecer porquería a sus clientes.
Hay, pues, que encontrar otros métodos para eliminar esta repugnante marea que surge de las pantallas. El primero, sin duda, es el de la educación. Una persona educada y con cierto criterio puede enredarse ocasionalmente en alguna de estas apestosas algas, pero jamás quedará atrapado en ellas. Por el contrario, hay que convenir que existen muchas posibilidades de que los jóvenes que hoy berrean en el estudio de Crónicas Marcianas, mañana sigan haciéndolo. Cuantas más personas inteligentes y rectamente formadas haya, menos telebasura habrá.
Lamentablemente, estamos en una democracia, en un régimen de libertades (confío en que se capte la ironía de ese «lamentablemente») y resulta imposible la adopción de medidas tan expeditivas como necesarias, cual pudiera ser el envío de la división acorazada Brunete para que laminara algunos platós de televisión. Por la misma razón, tampoco el Gobierno tiene las herramientas apropiadas para acabar con este peligroso fenómeno. Las sociedades capitalistas no ven con buenos ojos que se coarte a golpe de decreto ley el inalienable derecho de una empresa a ofrecer porquería a sus clientes.
Hay, pues, que encontrar otros métodos para eliminar esta repugnante marea que surge de las pantallas. El primero, sin duda, es el de la educación. Una persona educada y con cierto criterio puede enredarse ocasionalmente en alguna de estas apestosas algas, pero jamás quedará atrapado en ellas. Por el contrario, hay que convenir que existen muchas posibilidades de que los jóvenes que hoy berrean en el estudio de Crónicas Marcianas, mañana sigan haciéndolo. Cuantas más personas inteligentes y rectamente formadas haya, menos telebasura habrá.
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