ANTOLOGÍA POÉTICA DEL BARROCO.
GÓNGORA.
FÁBULA DE POLIFEMO Y GALATEA.
Un monte era de miembros eminente
éste, que - de Neptuno hijo fiero -
de un ojo ilustra el orbe de su
frente,
émulo casi del mayor lucero;
cíclope a quien el pino más
valiente,
bastón, le obedecía tan ligero,
y al grave peso junco tan delgado,
que un día era bastón y otro
cayado.
Negro el cabello, imitador undoso
de las obscuras aguas del Leteo,
al viento que lo peina proceloso
vuela sin orden, pende sin aseo;
un torrente es su barba impetüoso,
que - adusto hijo de este Pirineo -
su pecho inunda, o tarde, o mal, o
en vano
surcada aun de los dedos de su mano.
MIENTRAS POR COMPETIR CON TU CABELLO
Mientras por competir con tu
cabello,
oro bruñido al sol relumbra en
vano;
mientras con menosprecio en medio
el llano
mira tu blanca frente el lilio
bello;
mientras a cada labio, por cogello.
siguen más ojos que al clavel
temprano;
y mientras triunfa con desdén
lozano
del luciente cristal tu gentil
cuello:
goza cuello, cabello, labio y
frente,
antes que lo que fue en tu edad
dorada
oro, lilio, clavel, cristal
luciente,
no sólo en plata o vïola troncada
se vuelva, mas tú y ello juntamente
en tierra, en humo, en polvo, en
sombra, en nada.
SOLEDADES.
SOLEDAD PRIMERA
(Parte I)
Era del año la estación florida
En que el mentido robador de Europa
—Media luna las armas de su frente,
Y el Sol todo los rayos de su
pelo—,
Luciente honor del cielo,
En campos de zafiro pace estrellas,
Cuando el que ministrar podía la
copa
A Júpiter mejor que el garzón de
Ida,
—Náufrago y desdeñado, sobre
ausente—,
Lagrimosas de amor dulces querellas
Da al mar; que condolido,
Fue a las ondas, fue al viento
El mísero gemido,
Segundo de Arïón dulce instrumento.
LETRILLA
Ándeme
yo caliente
Y
ríase la gente.
Traten otros del gobierno
Del mundo y sus monarquías,
Mientras gobiernan mis días
Mantequillas y pan tierno,
Y las mañanas de invierno
Naranjada y aguardiente,
Y
ríase la gente.
Coma en dorada vajilla
El príncipe mil cuidados,
Cómo píldoras dorados;
Que yo en mi pobre mesilla
Quiero más una morcilla
Que en el asador reviente,
Y
ríase la gente.
Cuando cubra las montañas
De blanca nieve el enero,
Tenga yo lleno el brasero
De bellotas y castañas,
Y quien las dulces patrañas
Del Rey que rabió me cuente,
Y
ríase la gente.
Busque muy en hora buena
El mercader nuevos soles;
Yo conchas y caracoles
Entre la menuda arena,
Escuchando a Filomena
Sobre el chopo de la fuente,
Y
ríase la gente.
Pase a media noche el mar,
Y arda en amorosa llama
Leandro por ver a su Dama;
Que yo más quiero pasar
Del golfo de mi lagar
La blanca o roja corriente,
Y
ríase la gente.
Pues Amor es tan cruel,
Que de Píramo y su amada
Hace tálamo una espada,
Do se junten ella y él,
Sea mi Tisbe un pastel,
Y la espada sea mi diente,
Y
ríase la gente.
QUEVEDO
AMOR CONSTANTE MÁS ALLÁ DE LA MUERTE
Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra que me llevare el blanco
día,
y podrá desatar esta alma mía
hora a su afán ansioso lisonjera;
mas no, desotra parte, en la
ribera,
dejará la memoria, en donde ardía:
nadar sabe mi llama el agua fría,
y perder el respeto a ley severa.
Alma a quien todo un dios prisión
ha sido,
venas que humor a tanto fuego han
dado,
medulas que han gloriosamente
ardido,
su cuerpo dejará, no su cuidado;
serán ceniza, más tendrá sentido;
polvo serán, mas polvo enamorado.
A UN HOMBRE DE GRAN NARIZ
Érase un hombre a una nariz pegado,
Érase una nariz superlativa,
Érase una alquitara medio viva,
Érase un peje espada mal barbado;
Era un reloj de sol mal encarado.
Érase un elefante boca arriba,
Érase una nariz sayón y escriba,
Un Ovidio Nasón mal narigado.
Érase el espolón de una galera,
Érase una pirámide de Egito,
Los doce tribus de narices era;
Érase un naricísimo infinito,
Frisón archinariz, caratulera,
Sabañón garrafal morado y frito.
A APOLO SIGUIENDO A DAFNE
Bermejazo Platero de las cumbres
A cuya luz se espulga la canalla:
La ninfa Dafne, que se afufa y
calla,
Si la quieres gozar, paga y no
alumbres.
Si quieres ahorrar de pesadumbres,
Ojo del Cielo, trata de compralla:
En confites gastó Marte la malla,
Y la espada en pasteles y en
azumbres.
Volvióse en bolsa Júpiter severo,
Levantóse las faldas la doncella
Por recogerle en lluvia de dinero.
Astucia fue de alguna Dueña
Estrella,
Que de Estrella sin Dueña no lo
infiero:
Febo, pues eres Sol, sírvete de
ella.
ENSEÑA CÓMO TODAS LAS COSAS AVISAN DE LA MUERTE
Miré los muros de la Patria mía,
Si un tiempo fuertes, ya
desmoronados,
De la carrera de la edad cansados,
Por quien caduca ya su valentía.
Salíme al Campo, vi que el Sol
bebía
Los arroyos del hielo desatados,
Y del Monte quejosos los ganados,
Que con sombras hurtó su luz al
día.
Entré en mi Casa; vi que,
amancillada,
De anciana habitación era despojos;
Mi báculo más corvo y menos fuerte.
Vencida de la edad sentí mi espada,
Y no hallé cosa en que poner los
ojos
Que no fuese recuerdo de la muerte.
LOPE DE VEGA
ESTO ES AMOR.
Desmayarse, atreverse, estar
furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso:
no hallar fuera del bien centro y
reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde,
altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso:
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño:
creer que el cielo en un infierno
cabe;
dar la vida y el alma a un
desengaño,
¡esto es amor! quien lo probó lo sabe.
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