LOCALIZA
LOS MECANISMOS DE COHESIÓN LÉXICA Y/O GRAMATICAL QUE APRECEN EN LOS
SIGUIENTES TEXTOS. LA REFERENCIA VIENE SEÑALADA EN NEGRITA.
Hace
dos semanas Rafael
Cedro
trabajaba al aire libre arreglando unos cables en la refinería de
Santiago de Cuba. Como suele ocurrir en Santiago por estas fechas, el
calor era húmedo y pegajoso, insoportables; y él recuerda que ese
día zumbaba sobre su cabeza una nube de mosquitos. No le dio mayor
importancia. En el caribe, aprender a convivir con los mosquitos es
algo más que necesario. Rafael regresó a su casa y tres o cuatro
días después empezó a sentirse mal. Todo comenzó con un tenue
dolor de cabeza que pronto fue aumentando. Enseguida el malestar se
regó por todo su cuerpo. Tuvo fiebre, mareos, diarrea y decaimiento,
y eso bastó para que una prima suya médica lo llevara al hospital
con urgencia. Este electricista, de 33 años, tenía dengue.
El
día que lo vi apoyado en la pared del callejón, supe que aquel
hombre estaba allí para matarme. Llevaba un sombrero calado que no
dejaba ver sus ojos, pero el gesto de sus labios, que sujetaban un
cigarrillo humeante, era desagradable y producía un extraño
escalofrío. Aquel desconocido enfundado en una gabardina negra me
escudriñaba de un modo obsceno y desafiante, pero yo ya era perro
viejo y no me eché atrás. Entonces vi su cicatriz, era él en
persona, Scareface,
el mafioso más temido de Chicago. Nunca me había encontrado con él
antes y las piernas me temblaron, pero no lo suficiente para hacerme
caer. Corrí, corrí todo lo que mis viejas rodillas podían
soportar, pero sentía su aliento en mi nuca. Un disparo, la sangre
derramada y su cicatriz. Después, la oscuridad.
Un
único pintor, que dibujaba de
rodillas, iluminado por lámparas y utilizando todas las técnicas
conocidas es el autor de la bóveda policromada de las Cuevas de
Alatamira.(...) El pintor de Altamira no se limitó a pintar la obra
cumbre del arte rupestre. Este individuo se desplazó hasta las
Cuevas (....)
David
quería organizarse mejor y decidió por su cuenta comprara una
mesita para la sala, unos estantes para el recibidor y un par de
sillas para su cuarto. Cuando Marta vio todos estos muebles
le dijo que no había cumplido con su palabra y que ella no estaba
ahorrando para comprar cosas de la casa sino para irse de viaje, algo
que proporcionaría mucha más satisfacción que unos trastos más en
casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario