jueves, 29 de enero de 2015

2º BACHILLERATO. COMENTARIO DE TEXTOS EXPOSITIVOS Y ARGUMENTATIVOS. EL SEGUNDO SEXO.

Para probar la inferioridad de la mujer, los antifeministas han apelado no sólo a la religión, la filosofía y la teología, como antes, sino también a la ciencia: biología, psicología experimental, etcétera. A lo sumo, consentían en aceptar al otro sexo “la igualdad en la diferencia”. Esta fórmula, que ha hecho fortuna, es muy significativa. Es exactamente la que utilizan, a propósito de los negros de América, las leyes Jim Crown; pero esa segregación pretendidamente igualitaria sólo ha servido para introducir las discriminaciones más extremas. Esa coincidencia no es nada casual; ya se trate de una raza, de una casta, de una clase o de un sexo reducidos a una condición inferior, los procesos de justificación son los mismos. “El eterno femenino” es el homólogo del “alma negra” y del “carácter judío”. Por otra parte, el problema judío, en su conjunto, es muy distinto de los otros dos. Para el antisemita, el judío no es tanto un inferior como un enemigo, y no le reconoce ningún lugar propio en este mundo; más bien, desea aniquilarlo. Pero hay analogías profundas entre la situación de las mujeres y la de los negros; unos y otros se emancipan hoy día de un mismo paternalismo, y la casta que ha sido dueña quiere mantenerlos en “su lugar”, es decir, en el lugar que ha elegido para ellos; en los dos casos se explaya en elogios más o menos sinceros acerca de las virtudes del “buen negro”, del alma inconsciente, infantil y riente del negro resignado, y de la mujer “verdaderamente mujer”, es decir, frívola, pueril e irresponsable, la mujer sometida al hombre. En los dos casos extrae argumentos del estado de hecho que ha creado. Se conoce la salida de Bernard Shaw: “el norteamericano blanco –ha dicho, en síntesis- relega al negro al grado de lustrabotas y deduce de ello que sólo sirve para ser un lustrabotas”. Este mismo círculo vicioso se encuentra en todas las circunstancias análogas: cuando se mantiene a un individuo o grupo de individuos en situación de inferioridad es un hecho que es inferior, pero habría que ponerse de acuerdo acerca del alcance de la palabra ser; la mala fe consiste en darle un valor substancial cuando tiene el sentido dinámico hegeliano: ser es haber devenido, es haber sido hecho tal cual se manifiesta; sí, las mujeres, en conjunto son hoy día inferiores a los hombres, es decir, que su situación le abre menos posibilidades: el problema consiste en saber si ese estado de cosas debe perpetuarse.
Muchos hombres lo desean; no todos se han despojado aún de su actitud. La burguesía conservadora sigue viendo en la emancipación de la mujer un peligro que amenaza su moral y sus intereses. Ciertos machos temen la competencia femenina.
Simon de Beauvoir, El segundo sexo. 

NOTA: SE ENTREGARÁ EL JUEVES 5 DE FEBRERO. 

1º BACHILLERATO. GUIÓN LECTURAS SEGUNDA EVALUACIÓN. LA VIDA ES SUEÑO.


GUIÓN DE LECTURAS 2ª EVALUACIÓN. 1º BACHILLERATO.
LA VIDA ES SUEÑO. CALDERÓN DE LA BARCA.
Calderón de la Barca es junto con Lope de Vega, el creador del teatro nacional español. El Barroco está en su plenitud y el lenguaje natural y espontáneo se llena de artificios estilísticos. Se observa en sus obras un mayor cuidado constructivo, una mayor preocupación ideológica y doctrinal y una mayor estilización de los personajes hasta convertirlos a veces en símbolos.

Argumento
Segismundo es encerrado por su padre, el rey de Polonia, tras conocer éste por unos vaticinios que su hijo sería un rey injusto y cruel. El rey decide, sin embargo, probar a Segismundo y lo libera tras administrarle un somnífero que hace a Segismundo  pensar que todo lo ocurrido en palacio ha sido un sueño.
Personajes
            El primer encuentro de los personajes los define para el resto de la obra:
a.     Rosaura: se la presenta cayendo de una montaña, portando una espada y vestida de hombre.  En su primer encuentro con Segismundo ya se nos revela la personalidad de este personaje, la violencia: amenaza con hacerla pedazos porque “soy hombre de las fieras y una fiera de los hombres”. En este primer encuentro es fácil percibir la visión platónica de la mujer: el poder civilizador de la belleza.  La actitud contradictoria de Segismundo frente a Rosaura, que no sabe todavía que es mujer, desde este primer encuentro hasta el último, es un ejemplo de la paradoja de la belleza femenina: “enciende el corazón y lo refrena”. Rosaura es, como Segismundo, un personaje contradictorio: es mujer y soldado, viene vestida de hombre y tiene ánimo viril, y en la escena décima del tercer acto actuará como mujer y varón a la vez. Tanto Rosaura como Segismundo son víctimas de una injusticia inicial: el abandono por parte de los padres. Por ello Rosaura es una mujer noble a la que se ha privado de su derecho al honor, y Segismundo es un príncipe al que se le han arrebatado sus derechos al trono. Todas estas contradicciones se solucionarán al final de la obra, pero hasta ese momento quedan perfectamente establecidos dos grupos de personajes: los verdugos y las víctimas. Los conflictos dramáticos surgen del encuentro entre esos dos grupos.
Rosaura y Clarín (el gracioso de la comedia clásica española), han quebrantado sin saberlo el decreto real por el que se prohibía entrar en la torre. Cuando Clotaldo los apresa, conocemos el motivo que la ha traído hasta Polonia:  vengarse de un agravio. Sabe que la espada que su madre le dio “encierra mil  misterios grandes”, pero desconoce cuáles son. Se niega a desvelar quién le dio la espada, sólo adelanta que fue una mujer que la envió a Polonia para que la vieran nobles y principales. Clotaldo se da cuenta de que es “hijo suyo”, pero decide callar: el público sabe ya el secreto que Rosaura desconoce. Clotaldo, que de no saber que es descendiente suyo los habría matado, decide llevarlos ante el rey para implorarle perdón, pero ya no es necesario y quedan libres. Queda muy agradecida a Clotaldo, que a partir de entonces va a protegerla, e insiste en su venganza. Animada por su padre le revela el fin de su viaje: Astolfo ha mancillado su honor y ha venido a Polonia a casarse con Estrella, así que es en él en quien recae la venganza.
En la siguiente jornada y también aconsejada por su padre aparece ya vestida de mujer y se hace pasar por sobrina de Clotaldo, Astrea, convirtiéndose así en dama de Estrella. En el suceso del medallón, su monólogo nos revela el carácter impulsivo y pasional de este personaje: no sabe qué hacer, pues si desvela su auténtica identidad, faltará el respeto a su protector, quien le ha aconsejado que calle y espere la reparación de su honor. Pero Astolfo la reconoce en cuanto la ve, aunque ella continúe fingiendo.  Le pide a Clotaldo que la vengue con la muerte de Astolfo, pero ahora su padre se encuentra con un gran dilema: Astolfo le ha defendido cuando Segismundo quería matarle, así que le debe la vida. Ante tal tesitura, le ofrece su patrimonio y que se interne en un convento. Pero ella se niega y prefiere vengar su honor por ella misma aunque le cueste la vida, así que acude a pedirle ayuda a Segismundo, que ya ha accedido a las peticiones de los sublevados.  Se dirige a él recordándole las tres ocasiones en las que se han visto (hombre-torre / dama-palacio / vestida como mujer pero armada como hombre en este momento) y le pide: como mujer, que vengue su honra, como hombre, le alienta para que recupere su trono y se levante contra su padre, deshaciendo así las bodas de Astolfo y Estrella: “Mujer vengo a que me valgas / en mi agravio y mi congoja, / y varón vengo a valerte, con mi acero y mi persona”. Los dos personajes objeto de violencia paterna, funden sus destinos: ella también luchará contra su padre. Las dos acciones se hacen una con su lado masculino (la guerra y el derecho) y el femenino (honor sexual). En el desenlace de la obra, cuando Astolfo se niega a casarse con ella por ser una mujer que no es noble, será cuando Clotaldo se descubra como su legítimo padre. Astolfo, al ver que es una mujer noble, acepta el matrimonio.
b.     Segismundo: en el primer acto le vemos encerrado en la torre. Sabe que está allí por algo relacionado con su nacimiento, pero desconoce que es un príncipe, y se lamenta de su destino: el único pecado que ha podido cometer es nacer.  El príncipe en la torre ha estudiado incluso artes liberales, pero desconoce totalmente la educación que le corresponde como príncipe. Segismundo es, pues, una fiera porque es un ser contradictorio: es un hombre que ha nacido libre y que está preso sin culpa desde el nacimiento y es el heredero legítimo de un reino que no ha sido educado entre hombres y cortesanos. Por eso él tiene la grandeza del alma propia de un príncipe, incluso la fortaleza física, pero le ha faltado lo fundamental: la educación. Cuando se encuentra en palacio, su razón funciona en sus discusiones como una cuchilla: aparece su padre y le recrimina, con toda la razón, que él se portara con rigor y le encerrara a causa del hado, negándole la educación que le correspondía y que era su obligación como padre y rey proporcionarle. Por ello afirma que, si es una fiera, suya es la responsabilidad y le recuerda, con soberbia, que él no le debe nada: es príncipe por derecho y ley, por tanto, tiene todo el derecho a pedirle cuentas porque le privó de su libertad. Estas afirmaciones hieren profundamente a Basilio, que no puede responder. Para Basilio significan la confirmación del hado y le advierte de que tal esté soñando.
En todos los pasajes del segundo acto, Segismundo se deja llevar pos la pasión alternándola con razonamientos irrefutables, pero le falla el conocimiento de la legislación palaciega: es el caso de Astolfo (el sombrero), del criado que le incomoda y que acaba saliendo por la ventana (para él el poder tiene la connotación de primaria fuerza física), de Clotaldo (intenta matarle porque le acusa de traidor)...
En él se da todo un proceso de humanización:
—la primera fuerza en su educación, que va de la violencia de los primeros versos a la prudencia de los últimos, es la belleza (Rosaura)
—cuando le vuelven a dormir y despierta, será la brevedad de las grandezas humanas lo que le lleva a hacer las reflexiones de su famoso monólogo, que cierra el acto segundo. Pero aún tendrá que luchar contra su pasión.
—en el acto tercero (un poco ambiguo en sus conclusiones respecto al monólogo anterior), se convence de que la vida es sueño, por tanto todas sus acciones se basan en un cálculo para evitar el desengaño al despertar.
También es ambiguo Calderón en otro aspecto: no quiere mostrar que sea lícito levantarse contra el Rey (el príncipe podría haberse mostrado racional en otros muchos casos y demostrarle a su padre que era capaz de reinar), pero Calderón quiere castigar a Basilio por su negligencia como padre y rey. Por una parte, es totalmente legítimo que Segismundo libre a su pueblo de la esclavitud extranjera (Astolfo); pero es soberbia que quiera ver a su padre debajo de sus plantas. Al levantarse contra su padre, aún rey legítimo, es el más pecador de todos, pero por eso él mismo se postra a los pies del padre para que le mate, premia a Clotaldo por haber sido fiel al rey y encierra en la torre al soldado que ha levantado al pueblo en su favor (por supuesto, es el populacho bajo).
—en el último monólogo ya está totalmente humanizado: actúa guiado por la prudencia y la templanza: “¡qué condición tan mudada!” (Astolfo); “¡Qué discreto y qué prudente!” (Rosaura).
En realidad asistimos a una lucha constante entre la pasión y la razón, que comienza con el predominio de la primera y el triunfo de la segunda.
c.     Basilio: para Calderón y el público de la época, Basilio es un hombre que, dedicándose a la astronomía, se ha distraído de su auténtica obligación, gobernar; es un padre tirano que ha matado a su hijo en el momento mismo de nacer, y un rey tirano que priva al pueblo de su príncipe legítimo. Dada su edad, debería ser prudente, pero no lo es. Es más, él interpretó demasiado rápido el mensaje de los astros, y confiesa que se dejó llevar por el amor propio al creer en ellos.
Realmente en la solución que propone a su pecado lo que busca es la culpa en Segismundo para producir un segundo encarcelamiento supuestamente justo: si realmente no es capaz de reinar, esta vez será castigo y no crueldad encerrar a su hijo. Pero ¿cómo puede gobernar un príncipe que no ha sido educado para tan grande empresa?.
Basilio vio en los astros que su hijo sería el príncipe más tirano que había conocido, pero él culpó a Segismundo y no se dio cuenta de que la causa de esos males era él mismo: su negligencia como padre y rey.
Segismundo se lo dice al final y el padre reconoce que él ha preparado su propia caída con una imprudencia culpable.
d.     Clotaldo: es “el viejo”. Tiene la retórica, la garrulería y la seguridad del viejo de comedia, y además una bondad y una buena intención que le hacen siempre simpático.
e.     Astolfo y Estrella: no tienen carácter propiamente dicho. Son el galán y la dama exigidos por la estructura del género.
f.      Clarín: es el gracioso de la comedia clásica: criado, conformista (por eso puede ser traidor a cualquiera de sus amos) cuyos valores son la comida y el hablar sin mesura; posee astucia e ingenio, no verdadera inteligencia, y es un cobarde, lo que le llevará a la muerte cuando precisamente lo que intenta es huir de ella. 

Temas
1.      Fuerza del libre albedrío frente al hado, frente a los vaticinios. Calderón dota a sus personajes de responsabilidad moral. En esta obra, el padre de Segismundo cree en las estrellas lo que provoca encerrar a su hijo y que en este encierro Segismundo se convierta en un ser agresivo.
2.     Realidad y apariencia: siempre hay que obrar bien, y aunque esta vida terrena es un sueño hay que asumirlo y salvarlo. Lo importante está en la otra vida.
3.     Preocupación por la libertad. (prestad mucha atención al primer monólogo de Segismundo en la torre, cuando se compara con animales y elementos de la naturaleza).
4.     La educación: Segismundo es educado pero recibe educación asilado del mundo real, encerrado, por eso necesita distinguir entre lo bueno y lo malo, lo real y lo ficticio, necesita ser reeducado pero en sociedad. Esto lo aprende el protagonista de Rosaura: a tener compasión.



domingo, 25 de enero de 2015

1º BACHILLERATO. COMENTARIO DE TEXTOS NARRATIVOS II. LA FAMILIA DE PASCUAL DUARTE.

1º BACHILLERATO. COMENTARIO DE TEXTOS NARRATIVOS. 

LA FAMILIA DE PASCUAL DUARTE. CAMILO JOSÉ CELA.

Cuando arreglé los primeros asuntillos me di perfecta cuenta de mi candor al creer que las pesetas que traía en el bolso habrían de bastarme para llegar a América. ¡Jamás hasta entonces se me había ocurrido pensar lo caro que resultaba un viaje por mar! Fui a la agencia, pregunté en una ventanilla, de donde me mandaron a preguntar a otra, esperé en una cola que duró, por lo bajo, tres horas, y cuando me acerqué hasta el empleado y quise empezar a inquirir sobre cuál destino me sería más conveniente y cuánto dinero había de costarme, él ?sin soltar palabra dio media vuelta para volver al punto con un papel en la mano. Itinerarios? tarifas... Salidas de La Coruña los días 5 y 20.
Yo intenté persuadirle de que lo que quería era hablar con él de mi viaje, pero fue inútil. Me cortó con una sequedad que me dejó desorientado. No insista.
Me marché con mi itinerario y mi tarifa y guardando en la memoria los días de las salidas. ¡Qué remedio! En la casa donde vivía, estaba también alojado un sargento de artillería que se ofreció a descifrarme lo que decían los papeles que me dieron en la agencia, y en cuanto me habló del precio y de las condiciones de pago se me cayó el alma a los pies cuando calculé que no tenía ni para la mitad. El problema que se me presentaba no era pequeño y yo no le encontraba solución. El sargento, que se llamaba Adrián Nogueira, me animaba mucho ?él también había estado allá y me hablaba constantemente de La Habana y hasta de Nueva York. Yo ¿para qué ocultarlo? lo escuchaba como embobado y con una envidia como a nadie se la tuve jamás, pero como veía que con su charla lo único que ganaba era alargarme los dientes, le rogué un día que no siguiera porque ya mi propósito de quedarme en el país estaba hecho.

NOTA: SE ENTREGARÁ EL MIÉRCOLES 28 DE ENERO. 

2º BACHILLERATO. MODELO DE COMENTARIO DE TEXTO ARGUMENTATIVO. UN ESTERCOLERO QUE DEFORMA LAS MENTES.


TEXTO ARGUMENTATIVO UN ESTERCOLERO QUE DEFORMA LAS MENTES, JAVIER LORENZO.


Estamos ante un texto periodístico, del género de opinión, probablemente una columna o un artículo de opinión o incluso una carta al director, dado que va firmado, con lo que el autor asume la responsabilidad del contenido.
Es un texto claramente argumentativo en el que su autor defiende una tesis: es necesario suprimir la telebasura. Dado que el mensaje se orienta hacia el receptor, una de las funciones de la lengua que predominan en el texto es la apelativa, ya que intenta captar y convencer al lector del periódico en el que aparece publicado. Se aprecia fundamentalmente en el uso de imperativos (arranquémosla, prendamos fuego, arrojemos sal), interrogaciones retóricas (que transmiten claramente la opinión del autor, de ahí que también sean una marca de la función expresiva), oraciones con valor imperativo (“habría que estirparla, suprimirla…” y “hay, pues, que encontrar otros métodos…”,  dado que ambas tienen como núcleo verbal una perífrasis modal de infinitivo obligativa). Es fundamental el uso de la primera persona del plural (plural sociativo: estamos en una democracia) ya que con él intenta ganarse la adhesión del lector haciéndole cómplice de las ideas expuestas como parte de una colectividad. Otra función de la lengua que hay que destacar es la expresiva:  la opinión del autor es evidente a lo largo de todo el texto: la telebasura es repugnante y nociva para la sociedad (es un texto claramente subjetivo). El texto se abre con una enumeración de infinitivos, que no pueden ser más explícitos: estirparla, erradicarla, demolerla, fulminarla… hasta regurgitarla y defecarla. Los adjetivos calificativos que utiliza son peyorativos: repugnantes despojos, peligroso fenómeno, repugnante marea, apestosas algas. Lo mismo sucede con los sustantivos: estercolero, porquería. Además, encontramos un verbo en primera persona (confío), un propombre personal de 1ª persona (me), y un atributo oracional (lamentablemente). Cabe también destacar la función referencial, ya que usamos el lenguaje para referirnos a un estado de cosas, y está presente en la mayoría de los textos. En cuanto a la función poética, a pesar de que no estamos ante un texto literario, el autor recurre a recursos propios del lenguaje literario, fundamentalmente metáforas (repugnantes despojos, repugnante marea, apestosas algas, etc), enumeraciones y gradación (en el primer párrafo), hipérbole (a lo largo de todo el texto), ironía y animalización (jóvenes que berrean).
En cuanto a la estructura del texto, debemos empezar por el título: una frase breve y concisa, que capta la atención del lector, un sintagma nominal que deja muy clara la opinión del autor ante algo, aunque de momento no sabemos qué (lo que hace que el lector tenga curiosidad por leer el contenido del texto). Las interrogaciones retóricas que abren el texto y la oración atributiva “eso es poco”, nos informan de cuál es el tema que se va a tratar, la telebasura, y la postura del autor: suprimirla es poco. Tras esta introducción, llega la tesis que va a ser defendida a lo largo de todo texto:  hay que erradicar la telebasura. Debido a que el autor va de lo general a lo particular y que la tesis está al principio, su estructura es deductiva o analizante, si bien es cierto que se repite constantemente a lo largo de toda la argumentación. El resto del texto, el cuerpo argumentativo, podemos dividirlo en dos partes: en el segundo párrafo, y con una fuerte carga irónica, el autor repasa las medidas que se podrían llevar a cabo, como la intervención del ejército o del gobierno mediante un decreto ley, algo impensable en una democracia ya que atentaría contra la libertad de expresión y de mercado; en el tercero, nos ofrece una solución: la educación, que nos conduce a la conclusión del texto: “cuantas más personas inteligentes y rectamente formadas haya, menos telebasura habrá. Cuanta más telebasura haya, más pobres de espíritu surgirán.” El autor recurre a su propia experiencia para elaborar los argumentos que nos ofrece.
En cuanto a la sintaxis, cabe destacar el uso de oraciones coordinadas copulativas (Arranquémosla, prendamos fuego… y arrojemos sal sobre sus humeantes y calcinados restos; Estamos en una democracia y resulta imposible…) y adversativas (Una persona educada puede enredarse…, pero jamás quedará atrapada en ellas);  subordinadas sustantivas finales (para que laminara algunos platós de televisión; para acabar con este peligroso fenómeno; a ofrecer porquería a sus clientes; para eliminar esta repugnante marea), subordinadas sustantivas de complemento directo (que se coarte a golpe de decreto de ley…), subordinadas sustantivas de sujeto (hay que convenir que existen muchas posibilidades…), subordinadas sustantivas de C.N (posibilidades de que los jóvenes que hoy berrean…), subordinadas sustantivas de C.Régimen  ( confío en que se capte la ironía…), subordinadas adjetivas de C.N (marea que surge de las pantallas…; jóvenes que hoy berrean…).
Se utiliza un registro formal. Observamos un cultismo, una oración en latín: “Delenda este telebasura”; sin embargo, el texto no requiere un lector especializado para su comprensión, pues puede ser deducido su significado por el contexto.
El léxico es connotativo. Recurre al uso de sinónimos (arrancar, destruir, fulminar), que refuerzan y reiteran su tesis, y de antónimos.
En cuanto a los conectores, fundamentales a la hora de dar coherencia y cohesión a las ideas y argumentos expuestos en el texto, encontramos de diversos tipos: estructuradores de la información (finalmente, <ordenador>), causales (pues), consecutivos (por la misma razón) y contraargumentaitvos (por el contrario).


2º BACHILLERATO. MODELO DE COMENTARIO DE TEXTO EXPOSITIVO. LA COMUNICACIÓN NO VERBAL.


COMENTARIO DE TEXTO EXPOSITIVO

LACOMUNICACIÓN VERBAL, FLORA DAVIS

            Nos encontramos ante un texto científico (* si lo interpretamos como humanístico porque habla de un estudio de psicología, estaría bien), cuyo tema pertenece al ámbito de la psicología, extraído de la obra La comunicación no verbal, perteneciente a la autora Flora Davis.
            Se trata de un texto expositivo (*si lo interpretáis como expositivo-argumentativo también sería correcto) cuyo propósito es dejar clara la idea de que el movimiento corporal es indicativo del carácter de la persona. A pesar de su carácter científico, se trata de una exposición divulgativa, dado que la autora utiliza un léxico sencillo y recurre a ejemplos para hacerse entender. El lenguaje sencillo (no especializado) deja claro que el receptor al que se dirige el texto es un amplio público. Se trata de un tema de interés general que atrae a los lectores, pues generalmente la psicología divulgativa es siempre interesante.
            Dado que su fin es transmitir una información de forma organizada, la función de la lengua que predomina es la referencial. Se trata de un texto objetivo del que se ha eliminado al sujeto hablante (vemos algún ejemplo de oración impersonal <Hay otras variaciones> y pasiva refleja <si a esto se le agrega> en el texto). De ahí el uso del plural de modestia (nota: notad la diferencia del uso de la primera persona y el plural sociativo nos del texto argumentativo “Un estercolero que deforma las mentes”).
            Como ya hemos indicado antes, el texto se centra en la idea de que el movimiento es un indicador del carácter. Según la autora, la simple observación de la manera de moverse de un individuo nos permite deducir ciertos rasgos de su personalidad. El texto se estructura de la siguiente manera:
            —Línea 1-8: introducción o tesis. El carácter y personalidad de un individuo puede determinarse mediante el análisis de su forma de moverse.
            —Línea 9-21: desarrollo de la idea expuesta mediante ejemplos. Analiza las diferentes formas de andar y lo que ello indica:
                       -la persona que taconea con fuerza es decidida.
                       -la que anda rápido es además agresica.
                       -la que anda despacio es paciente y perseverante.
                       -el movimiento exagerado indica confianza en uno mismo.
            —Línea 22-23: conclusión. Resumen de lo dicho: lo importante es la forma de moverse.
            Estamos, pues, ante una estructura circular que parte de una idea general que va desmenuzando, para acabar reafirmando la misma idea (nota: si ponéis deductiva indicando las mismas partes no estaría mal).
            En cuanto a los aspectos verbales, cabe destacar en el nivel fónico el uso exclusivo de la modalidad oracional enunciativa de gran longitud, que da fluidez y un tono serio y seguro a la exposición.
            En cuanto al nivel morfosintáctico, el tiempo verbal predominante es el presente gnómico o atemporal (son, saben, es, camina, hace…). Además es frecuente el futuro simple, pero desprovisto también de su valor habitual: no expresa acciones futuras sino que aporta al texto seguridad (nos dará la impresión, podrá parecer más seguro, nos hará pensar, lo hará, hará volverse a los hombres..). Otros tiempos empleados en el texto se usan con sus valores normales, como el pretérito perfecto compuesto (han sabido, han descuidado) o el presente e imperfecto de subjuntivo (haga, taconee, tratara, se le agrega).  Llaman la atención algunas perífrasis verbales (puede hacer un análisis, nos puede indicar, podrá parecer impaciente) de infinitivo con valor de probabilidad, que intentan reconducir el tema, y de formas no personales como el infinitivo (levantar, llevarlos, colocarlos, al caminar, impresión de ser…), que dan dinamismo al texto.
            Los sintagmas nominales son amplios y se organizan en torno a sustantivos  tanto abstractos (carácter, análisis…) como concretos (mimos, hombre, novelistas, trozo de césped…). Son más frecuentes los primeros cuando se están exponiendo ideas generales, que han de avalarse mediante ejemplos (concretos). Hay también numerosos adjetivos especificativos que dan objetividad a la información (movimientos corporales, comunicación humana, análisis aproximado…). Algunos de ellos aparecen en enumeraciones o en estructuras atributivas (son tan personales, es obvio…), con lo que se pretende clarificar y hacer más exacta la información. A esto también contribuyen los SP y las oraciones de relativo. Los determinantes son variados: el artículo es el más frecuente( los, las, la, el…), pero también aparecen demostrativos, posesivos e indefinidos, en forma de determinantes y de pronombres.
            La sintaxis no es tan sencilla como cabría esperar:  los periodos oracionales son bastante largos y eso dificulta la comprensión. Predominan las oraciones subordinadas sustantivas con distintas funciones: de CN, de CD, de CCT… (la impresión de ser un individuo decidido, saben que reflejan su carácter, al caminar nos dará…); también hay ejemplos de oraciones condicionales (si a esto se le agrega, si con el mismo impulso lo hace más…, si camina ligero), concesivas (aunque si con el mismo impulso lo hace más…), subordinadas adjetivas de CN (la manera en que lo haga) y subordinadas adverbiales de CCModo (como si cruzando un trozo de césped).
            En cuanto al léxico, no es complicado. Aparece un americanismo, piso, lo que nos hace pensar que la autora tal vez no sea española. Los vocablos empleados pertenecen al campo semántico de los  rasgos de la personalidad (impàciente, agresivo, paciente, perseverante…), a veces antónimos (paciente/impaciente, agresivo/desenfadado) y al de las partes del cuerpo (caderas, pies, piernas). Hay bastantes repeticiones (caminar, movimientos corporales, individuo) y sinónimos (hombre, persona, individuo): todo ello muestra la riqueza léxica por parte del hablante y da cohesión al texto.
            En cuanto a marcadores discursivos que relacionan lo enunciados de un texto y le dan cohesión, encontramos varios tipos: conectores (no obstante), operadores argumentativos (por ejemplo) y organizadores textuales.

2º BACHILLERATO. COMENTARIO DE TEXTOS EXPOSITIVOS Y ARGUMENTATIVOS II

TODAS
Impresionante polvareda la que ha levantado el informe de la Real Academia sobre el Sexismo lingüístico, como evidenciaba ayer el estupendo reportaje de Winston Manrique. El texto de Ignacio Bosque que ha originado la zapatiesta es magnífico y no tiene nada que ver con las rancias gracietas de esos articulistas que se creen ocurrentísimos al escribir “miembros y miembras”. La lengua es como la piel de la sociedad; se adapta a los repliegues del cuerpo colectivo y sigue fielmente sus cambios. Es un tejido vivo que no puede modificarse por decreto: los ortopédicos tropezones de los “compañeros y compañeras” no son más que feísimas verrugas que, de seguir creciendo desordenadamente, terminarán por convertir nuestro cuerpo social en un deformado hombre (mujer) elefante. Es verdad que el lenguaje es sexista, porque la sociedad también lo es. Cuentan las profesoras de párvulos que a los muy pequeños hay que decirles “todos” y “todas”, porque, si no, las niñas no se sienten aludidas. O sea: no es algo natural, sino un orden impuesto y masculino. Pero eso no se arregla con voluntaristas verrugas verbales, sino modificando la realidad. Porque el lenguaje se va adaptando a esos cambios: hace seis años, al comienzo de las bodas homosexuales, nos chocaba que un hombre llamara a otro “mi marido”, pero hoy ya no. Porque refleja una realidad. Yo ya no uso “el hombre” como genérico, porque me chirría. Utilizo “el ser humano” o “los humanos” y las frases quedan, creo, más naturales, porque la sociedad ya ha dejado eso atrás. A veces, estando muchas mujeres con un solo hombre, se nos ha escapado sin querer un “todas” y nos hemos reído. Quién sabe, quizá en el futuro la concordancia se hará con el género que más abunde en cada momento. Pero, de ser así, saldrá naturalmente; y me temo que antes tendríamos que haber cambiado mucho.
Rosa Montero, El país (03-03-2012

NOTA: SE RECOGERÁ EL MIÉRCOLES 28 DE ENERO.

lunes, 19 de enero de 2015

2º BACHILLERATO. TEXTOS POÉTICOS MODERNISMO Y GENERACIÓN DEL 98.


SELECCIÓN DE TEXTOS POÉTICOS. MODERNISMO Y GENERACIÓN DEL 98.


TEXTO 1. RUBÉN DARÍO. “SONATINA” [1893]

La princesa está triste . . . ¿qué tendrá la princesa?

Los suspiros se escapan de su boca de fresa,

que ha perdido la risa, que ha perdido el color.

La princesa está pálida en su silla de oro,

está mudo el teclado de su clave sonoro;

y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.

El jardín puebla el triunfo de los pavos reales.

Parlanchina, la dueña dice cosas banales,

y, vestido de rojo, piruetea el bufón.

La princesa no ríe, la princesa no siente;

la princesa persigue por el cielo de Oriente

la líbelula vaga de una vaga ilusión.

¿Piensa acaso en el príncipe de Golconda o de China,

o en el que ha detenido su carroza argentina

para ver de sus ojos la dulzura de luz?

¿O en el rey de las Islas de las Rosas fragantes,

o en el que es soberano de los claros diamantes,

o en el dueño orgullosos de las perlas de Ormuz?

¡Ay! La pobre princesa de la boca de rosa,

quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,

tener alas ligeras, bajo el cielo volar,

ir al sol por la escala luminosa de un rayo,

saludar a los lirios con los versos de mayo,

o perderse en el viento sobre el trueno del mar.

Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata,

ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata

ni los cisnes unánimes en el lago de azur.

Y están tristes las flores por la flor de la corte;

los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte,

de Occidente las dalias y las rosas del Sur.

¡Pobrecita princesa de los ojos azules!

Esta presa en sus oros, esta presa en sus tules,

en la jaula de mármol del palacio real,

el palacio soberbio que vigilan los guardas,

que custodian cien negros con sus cien alabardas,

un lebrel que no duerme y un dragón colosal,

¡Oh quien fuera hipsipila que dejó la crisálida!

(La princesa está triste. La princesa está pálida.)

¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil!

¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe

(La princesa está palida. La princesa está triste)

más brillante que el alba, más hermoso que abril!

--¡Calla, calla, princesa --dice el hada madrina--,

en caballo con alas, hacia acá se encamina,

en el cinto la espada y en la mano el azor,

el feliz caballero que te adora sin verte,

y que llega de lejos, vencedor de la Muerte,

a encenderte los labios con su beso de amor!

Prosas profranas.

TEXTO 2. ANTONIO MACHADO. “A UN OLMO SECO”.

Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo
algunas hojas verdes le han salido.
¡El olmo centenario en la colina
que lame el Duero! Un musgo amarillento
le mancha la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento.
No será, cual los álamos cantores
que guardan el camino y la ribera,
habitado de pardos ruiseñores.
Ejército de hormigas en hilera
va trepando por él, y en sus entrañas
urden sus telas grises las arañas.
Antes que te derribe, olmo del Duero,
con su hacha el leñador, y el carpintero
te convierta en melena de campana,
lanza de carro o yugo de carreta;
antes que rojo en el hogar, mañana,
ardas en alguna mísera caseta,
al borde de un camino;
antes que te descuaje un torbellino
y tronche el soplo de las sierras blancas;
antes que el río hasta la mar te empuje
por valles y barrancas,
olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.
Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera.

Campos de Castilla

TEXTO 3. ANTONIO MACHADO.
 

                  XI

Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas!...
¿Adónde el camino irá?
Yo voy cantando, viajero
a lo largo del sendero...
—La tarde cayendo está—.
"En el corazón tenía
la espina de una pasión;
logré arrancármela un día;
ya no siento el corazón."
 Y todo el campo un momento
se queda, mudo y sombrío,
meditando. Suena el viento
en los álamos del río.
La tarde más se oscurece;
y el camino que serpea
y débilmente blanquea,
se enturbia y desaparece.

Mi cantar vuelve a plañir;
"Aguda espina dorada,
quién te pudiera sentir
en el corazón clavada."

Soledades. 

 
TEXTO 4. JUAN RAMÓN JIMÉNEZ.

Vino, primero, pura,
vestida de inocencia.
Y la amé como un niño.

Luego se fue vistiendo
de no sé qué ropajes.
Y la fui odiando, sin saberlo.

Llegó a ser una reina,
fastuosa de tesoros…
¡Qué iracundia de yel y sin sentido!

…Mas se fue desnudando.
Y yo le sonreía.

Se quedó con la túnica
de su inocencia antigua.
Creí de nuevo en ella.

Y se quitó la túnica,
y apareció desnuda toda…
¡Oh pasión de mi vida, poesía
desnuda, mía para siempre!

Eternidades

TEXTO 5. JUAN RAMÓN JIMÉNEZ. “EL VIAJE DEFINITIVO”

…Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros
cantando;
y se quedará mi huerto, con su verde árbol,
y con su pozo blanco.

Todas la tardes, el cielo será azul y plácido;
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.

Se morirán aquellos que me amaron;
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y en el rincón aquel de mi huerto florido y encalado.
mi espíritu errará, nostálgico…

Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido…
Y se quedarán los pájaros cantando.


Poemas agrestes (1910-1911)

TEXTO 6. JUAN RAMÓN JIMÉNEZ.

¡Intelijencia, dame
el nombre exacto de las cosas!
... Que mi palabra sea
la cosa misma,
creada por mi alma nuevamente.

Que por mí vayan todos
los que no las conocen, a las cosas;
que por mí vayan todos
los que ya las olvidan, a las cosas;
que por mí vayan todos
los mismos que las aman, a las cosas...
¡lntelijencia, dame
el nombre exacto, y tuyo,
y suyo, Y mío, de las cosas!


Eternidades