lunes, 12 de mayo de 2014

2º BACHILLERATO. COMENTARIO DE TEXTOS PAU.


OPCIÓN A

Se me pide que escriba algo en  Universidad sobre mis ideas ortográficas; o, mejor dicho, se me pide que esplique por qué escribo yo con jota las palabras en ge, gi; por qué suprimo las b, las p, etc., en palabras como oscuro, setiembre, etc.; por qué uso s en vez de x en palabras como escelentísimo, etc.
Primero, por amor a la sencillez, a la simplificación en este caso, por odio a lo inútil. Luego, porque creo que se debe escribir como se habla y no hablar, en ningún caso, como se escribe. Después, por antipatía a lo pedante. ¿Qué necesidad hay de poner una diéresis en la u para escribir vergüenza? Nadie dice excelentísimo ni séptima, ni transatlántico, ni obstáculo, etc. Antiguamente la esclamación “Oh” se escribía sin “h”, como yo la escribo hoy, y hombre también. ¿Y para qué necesita hombre una h; ni otra, hembra? ¿Le añade algo esa h a la mujer o al hombre? Además, en Andalucía la jota se refuerza mucho y yo soy andaluz.
Pero, aparte de estas sensateces, cuando yo era niño, en los fines del siglo XIX, un grupo de escritores distinguidos promovieron esa costumbre de simplificación ortográfica. El diccionario que yo usé siempre  y sigo usando es el  Diccionario Enciclopédico de la Lengua Española […]. En él están escritas, como yo las escribo, todas las palabras que yo escribo como en él están escritas. Este diccionario era de uno de mis abuelos y en él encuentro siempre todo lo que no encuentro en ningún otro diccionario enciclopédico. Siempre ha viajado conmigo y lo uso como libro de cabecera. Yo leí a  Fígaro por primera vez en una preciosa edición que aún poseo, impresa en París con esta misma ortografía que yo uso. Un tío mío, hombre de gran
cultura y viajero incansable, y quien me legó una parte de su hermosa biblioteca, escribía así y me pidió que yo lo hiciera; y, como me gustaba, lo hice. De modo que, como me acostumbré a escribir así desde niño, me pareció  absurdo escribir de otra manera.  (Juan Ramón Jiménez, “Mis ideas ortográficas”,  en la revista  Universidad, 1953)

CUESTIONES

1.  Haga un comentario de texto del fragmento que se propone contestando a las
preguntas siguientes: a) Enuncie el tema del texto (0,5 puntos); b)  detalle sus características lingüísticas y estilísticas más sobresalientes (1,25 puntos); c)indique qué tipo de texto es (0,25 puntos).
2. Redacte un resumen del contenido del texto. (1 punto)
3.  Elabore un texto argumentativo a favor o en contra de la importancia que se le otorga a la ortografía en la prueba de acceso a la Universidad. (1,5 puntos)
4.a. Analice sintácticamente: En este diccionario encuentro siempre todo lo que no
encuentro en ningún otro diccionario enciclopédico. (1,5 puntos)
4b. Explique el significado en el texto de  pedante (línea 6)  y  libro de cabecera (línea 16). (1 punto)
5.a. Pregunta del temario de literatura. (2 puntos)
5.b. Comente los aspectos más relevantes de la obra posterior a 1939 que haya leído en relación con su contexto histórico y literario. (1 punto)

NOTA: este es uno de los modelos de exámenes posibles para la prueba de este año. Lo corregiremos el miércoles 13 de mayo. Por favor, traed el documento impreso.

http://www.uam.es/estudiantes/acceso/coordinadores/nuevo_acceso/actas/acta_lengua_literatura.pdf

domingo, 11 de mayo de 2014

2º BACHILLERATO. NOTA IMPORTANTE.

El lunes 12 de mayo yo no estaré en clase porque voy al teatro con la ESO. Aunque ya os lo avisé, os lo recuerdo. El martes 13 haremos en clase el comentario de texto de Pérez Reverte "Reciclaje, ayuntamientos y ratas de basurero". Los que vayáis a asistir al centro, podéis hacerlo juntos y luego corregirlo conmigo el martes.

2º BACHILLERATO. COMENTARIO DE TEXTOS PAU.

 RECICLAJE, AYUNTAMIENTOS Y RATAS DE ALCANTARILLA

Voy a ganarme a pulso una bronca ecológica, incluida mi guerrera del arco iris particular; pero uno está curtido en broncas, adversidades y otros etcéteras, así que asumo las consecuencias sin complejos. Y es ello que acabo de enterarme de que, en la Comunidad de Madrid -supongo que como en otras comunidades, más o menos-, cuatro de cada diez ciudadanos sacan la basura sin separar los materiales orgánicos de los reciclables. O sea: que para buena parte de los madrileños, y supongo, tirando por elevación, de los españoles en general, la variedad de colores que adorna los cubos de basura -envases, papel, materia orgánica y todo eso- no sirve más que para darle variedad cromática al asunto. 62.532 fotografías de contenedores frente a 13.000 edificios capitalinos, en una inspección que ha costado la respetable cifra de 390.000 mortadelos, permiten llegar a la conclusión de que así están las cosas. Y de que los ciudadanos somos unos desaprensivos que nos pasamos por la bisectriz la ecología y las ordenanzas municipales y de la CEE.

Esto último es muy probable. Sin necesidad de inspecciones y conociendo el percal, esa cifra de que sólo no reciclan cuatro de cada diez pavos y pavas me parece demasiado optimista. Y sorprendente, habida cuenta de dónde estamos, y con quién nos las tenemos, en este bebedero de patos donde todo cristo, desde los ministerios de Sanidad o Fomento hasta la concejalía de ruidos y basuras de San Crescencio del Rebollo, con tal de salir en el telediario, vomitan leyes, normativas, disposiciones y ordenanzas hasta aburrir a las ovejas, sin poner luego, por supuesto, los medios adecuados ni hacer el menor esfuerzo para aplicarlas, o para asegurarse de que se aplican sin picaresca ni golferías. Como dice un compadre mío que es medio franchute y medio alemán: «En Espania tenéis más leies que en toda Eugopa gunta, pego nadie las cumple». Así que permitan que les cuente un caso particular, casi íntimo, después de hacer una confesión melodramática y casi chulesca: yo no reciclo. O, para ser más exactos, llevo algún tiempo sin hacerlo. Y voy a contarles por qué.

Desde hace la tira, en mi casa hay cuatrocientos ochenta y seis cubos de basura con colores distintos, en los que siempre se hizo una minuciosa selección de materiales: envases, plásticos, papel, etc., incluso antes de que el ayuntamiento responsable dispusiera en las proximidades el equivalente en contenedores apropiados. De papel, sobre todo, entre correspondencia, folios y borradores descartados, envoltorios de paquetes de libros, revistas, periódicos, folletos y cosas así, se despachaban cada día muchos kilos debidamente apartados, limpios y listos para reciclar. Y todo ocurrió así, con exactitud prusiana y ejemplar ciudadanía, hasta que hace poco llegó a mi conocimiento que un par de miserables traperos que se dicen libreros o intermediarios tienen puesto a la venta parte de todo eso que, en mi virginal inocencia, envié al reciclaje: páginas de textos con correcciones manuscritas, correspondencia privada y hasta invitaciones a tal o cual acto presidencial, real, ministerial, social o literario; de los que, por cierto, debe de haber tarjetones a cientos, pues nunca voy a ninguno. Al principio, cuando logré cerrar la boca abierta por el asombro y después de estar un rato mirándome en el espejo la cara de gilipollas, pensé echarles encima a los responsables todo el peso de la dura lex, sed lex, ya saben. El juez Garzón y todo eso. Pero luego consideré que en España no merece la pena, de momento, legar pleitos a tus nietos. Así que, hechas mis averiguaciones para reconstruir el proceso, y como a fin de cuentas todo aquel papelorio no era sino basura sin importancia, decidí tomarlo con calma y a la expectativa, cual francotirador paciente detrás de la escopeta, en espera de que se presente la ocasión personal de toparme a una de esas ratas de cloaca e incrustarle los borradores de mis obras completas, previamente bien enrollados y a hostias, en el esófago. En cuanto al ayuntamiento de donde vivo y a la empresa contratada responsable, que defraudando mi buena fe -imagino que no sólo hurgarán en mis papeles, sino también en los de otros vecinos-, son incapaces de garantizar el buen uso de mis desechos domésticos, y con su complicidad pasiva -o activa, cualquiera sabe- permiten que mi vida privada sea puesta en pública almoneda, lo que hago ahora es meter toda la basura bien mezcladita, papeles, fideos, aceite de latas de sardinas, tomates pochos y demás, con las siglas QLRVPM pintadas en las bolsas con rotulador: Que Lo Recicle Vuestra Puta Madre.
Arturo Pérez Reverte

 http://www.slideshare.net/laumicbar/cdocuments-and-settingsusuarioescritorioprueba-de

domingo, 4 de mayo de 2014

1º BACHILLERATO. COMENTARIO DE TEXTOS POÉTICOS DEL BARROCO.


ANTOLOGÍA POÉTICA DEL BARROCO.
GÓNGORA.


FÁBULA DE POLIFEMO Y GALATEA.
Un monte era de miembros eminente
éste, que - de Neptuno hijo fiero -
de un ojo ilustra el orbe de su frente,
émulo casi del mayor lucero;
cíclope a quien el pino más valiente,
bastón, le obedecía tan ligero,
y al grave peso junco tan delgado,
que un día era bastón y otro cayado.
Negro el cabello, imitador undoso
de las obscuras aguas del Leteo,
al viento que lo peina proceloso
vuela sin orden, pende sin aseo;
un torrente es su barba impetüoso,
que - adusto hijo de este Pirineo -
su pecho inunda, o tarde, o mal, o en vano
surcada aun de los dedos de su mano.


MIENTRAS POR COMPETIR CON TU CABELLO
Mientras por competir con tu cabello,
oro bruñido al sol relumbra en vano;
mientras con menosprecio en medio el llano
mira tu blanca frente el lilio bello;
mientras a cada labio, por cogello.
siguen más ojos que al clavel temprano;
y mientras triunfa con desdén lozano
del luciente cristal tu gentil cuello:
goza cuello, cabello, labio y frente,
antes que lo que fue en tu edad dorada
oro, lilio, clavel, cristal luciente,
no sólo en plata o vïola troncada
se vuelva, mas tú y ello juntamente
en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.


SOLEDADES.
SOLEDAD PRIMERA
(Parte I)
Era del año la estación florida
En que el mentido robador de Europa
—Media luna las armas de su frente,
Y el Sol todo los rayos de su pelo—,
Luciente honor del cielo,
En campos de zafiro pace estrellas,
Cuando el que ministrar podía la copa
A Júpiter mejor que el garzón de Ida,
—Náufrago y desdeñado, sobre ausente—,
Lagrimosas de amor dulces querellas
Da al mar; que condolido,
Fue a las ondas, fue al viento
El mísero gemido,
Segundo de Arïón dulce instrumento.


LETRILLA
Ándeme yo caliente
Y ríase la gente.
Traten otros del gobierno
Del mundo y sus monarquías,
Mientras gobiernan mis días
Mantequillas y pan tierno,
Y las mañanas de invierno
Naranjada y aguardiente,
Y ríase la gente.
Coma en dorada vajilla
El príncipe mil cuidados,
Cómo píldoras dorados;
Que yo en mi pobre mesilla
Quiero más una morcilla
Que en el asador reviente,
Y ríase la gente.
Cuando cubra las montañas
De blanca nieve el enero,
Tenga yo lleno el brasero
De bellotas y castañas,
Y quien las dulces patrañas
Del Rey que rabió me cuente,
Y ríase la gente.
Busque muy en hora buena
El mercader nuevos soles;
Yo conchas y caracoles
Entre la menuda arena,
Escuchando a Filomena
Sobre el chopo de la fuente,
Y ríase la gente.
Pase a media noche el mar,
Y arda en amorosa llama
Leandro por ver a su Dama;
Que yo más quiero pasar
Del golfo de mi lagar
La blanca o roja corriente,
Y ríase la gente.
Pues Amor es tan cruel,
Que de Píramo y su amada
Hace tálamo una espada,
Do se junten ella y él,
Sea mi Tisbe un pastel,
Y la espada sea mi diente,
Y ríase la gente.


QUEVEDO

AMOR CONSTANTE MÁS ALLÁ DE LA MUERTE
Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra que me llevare el blanco día,
y podrá desatar esta alma mía
hora a su afán ansioso lisonjera;
mas no, desotra parte, en la ribera,
dejará la memoria, en donde ardía:
nadar sabe mi llama el agua fría,
y perder el respeto a ley severa.
Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
medulas que han gloriosamente ardido,
su cuerpo dejará, no su cuidado;
serán ceniza, más tendrá sentido;
polvo serán, mas polvo enamorado.


A UN HOMBRE DE GRAN NARIZ
Érase un hombre a una nariz pegado,
Érase una nariz superlativa,
Érase una alquitara medio viva,
Érase un peje espada mal barbado;
Era un reloj de sol mal encarado.
Érase un elefante boca arriba,
Érase una nariz sayón y escriba,
Un Ovidio Nasón mal narigado.
Érase el espolón de una galera,
Érase una pirámide de Egito,
Los doce tribus de narices era;
Érase un naricísimo infinito,
Frisón archinariz, caratulera,
Sabañón garrafal morado y frito.


A APOLO SIGUIENDO A DAFNE
Bermejazo Platero de las cumbres
A cuya luz se espulga la canalla:
La ninfa Dafne, que se afufa y calla,
Si la quieres gozar, paga y no alumbres.
Si quieres ahorrar de pesadumbres,
Ojo del Cielo, trata de compralla:
En confites gastó Marte la malla,
Y la espada en pasteles y en azumbres.
Volvióse en bolsa Júpiter severo,
Levantóse las faldas la doncella
Por recogerle en lluvia de dinero.
Astucia fue de alguna Dueña Estrella,
Que de Estrella sin Dueña no lo infiero:
Febo, pues eres Sol, sírvete de ella.

ENSEÑA CÓMO TODAS LAS COSAS AVISAN DE LA MUERTE
Miré los muros de la Patria mía,
Si un tiempo fuertes, ya desmoronados,
De la carrera de la edad cansados,
Por quien caduca ya su valentía.
Salíme al Campo, vi que el Sol bebía
Los arroyos del hielo desatados,
Y del Monte quejosos los ganados,
Que con sombras hurtó su luz al día.
Entré en mi Casa; vi que, amancillada,
De anciana habitación era despojos;
Mi báculo más corvo y menos fuerte.
Vencida de la edad sentí mi espada,
Y no hallé cosa en que poner los ojos
Que no fuese recuerdo de la muerte.
  

LOPE DE VEGA

ESTO ES AMOR.
Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso:
no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso:
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño:
creer que el cielo en un infierno cabe;
dar la vida y el alma a un desengaño,
¡esto es amor! quien lo probó lo sabe.