domingo, 19 de mayo de 2013

2º BACHILLERATO. PRÁCTICA TEXTOS PAU. MAYO.


La aparición de lo irreal televisivo ha sido una revolución psicológica. Proporciona una información verdadera, tal vez en tiempo real, perceptiva y, sin embargo, fundamentalmente desrealizada. Esta fisura entre percepción y realidad nunca había existido. La televisión nos libera de la existencia de lo real, sin anular lo real por completo. Al aligerarlo, me permite que utilice lo real para divertirme y cumple así la gran aspiración del ingenio. Cuando en la pantalla veo volar un halcón, asisto a un fenómeno sin precedentes. Nadie había podido ver con tal precisión el vuelo de un ave, nada se escapa a mi mirada y hasta el estremecimiento del plumón contra el viento, o el movimiento de las plumas remeras con que se inicia el giro, son captados por cámaras de alta velocidad. Es un espectáculo fascinante que se convierte, sin embargo, en problema si me libro de su hechizo y me pregunto: ¿qué estoy viendo? Parece evidente que veo el vuelo de un halcón, pero lo que veo en realidad es sólo la imagen-del-vuelo-de-un-halcón-que-aparece-en-la-superficie-de-un-aparato-situado-en-la-habitación-donde-sentado-en-un-sillón-estoy-yo. El halcón no está rodeado por el bravío aire de la sierra, sino por el aire acondicionado. Ahora bien, lo que veo no es falso. Toda la información que he recibido es verdadera: así es como vuelan los halcones. [...] La información que extraigo de la imagen es verdadera, real, instructiva. La percepción mantiene su energía evidenciadora y, no obstante, el objeto dado en esa presencia tan fiable no existe en este momento: no me opone resistencia. He subido a una montaña irreal que no me ha exigido esfuerzo; oigo el viento que eriza las cárcavas, pero no siento su furia; he embutido un trozo de cielo y un ave rapaz en mi cuarto, y al mantener tan solo las propiedades de lo real que puedo integrar en un juego, he efectuado una devaluación cómoda, práctica, divertida, soft, y he disfrutado con el resultado. Esta irrealidad de nuevo cuño desactiva lo doloroso al convertirlo en espectáculo, es decir, en verdad desrealizada. Produce un placer distinto al de la mera fantasía. El hilo que mantiene con la realidad le da picante y un toque morboso. [...] El espectador quiere mantenerse en contacto con una realidad que divierta y emocione con levedad, sin abrumar, y confía para ello en los profesionales de la diversión.

José Antonio Marina, Elogio y refutación del ingenio

NOTA: es el texto del examen para subir nota. Corregiremos el examen entero como práctica para vuestra prueba. 

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