- Lo que de verdad importa al ponerse a estudiar es cualquier materia es aprender a pensar.
- Al sonar otra vez aquella melodía en el piano que había en el club, se puso a imaginar la posibilidad de volver a empezar.
- Se colocó bien la gorra, procurando que le tapara la frente para disimular una cicatriz que no le gustaba.
- Después de recoger su clarinete, salió de casa alimentando la esperanza de ser contratado en aquella sala de jazz.
- A pesar de que la maquinaria con la que trabajamos está muy vieja, hemos tenido una cosecha tan buena como la que ha habido otros años.
- Me acerco a la ciudad desde muy lejos, como si soñara que viajo en un planeador y que tengo que abrocharme el cinturón.
- El instinto migratorio es tan fuerte que los animales del Serengeti, el parque natural de Tanzania, mueren en los ríos al intentar cruzar las aguas.
- Aún no hay nadie donde quedamos, así que no sé si tendremos bastante tiempo para hacer lo que queremos.
- Ana se gastaba tantas cosas siempre que iba a la ciudad que gastaba en un día lo que ganaba en dos meses.
- Los monitores nos han advertido de que nunca debemos adentrarnos por donde veamos señales que indiquen peligro por la presencia de animales salvajes.
EN CLASE SE ESPECIFICARÁN LAS FECHAS DE CORRECCIÓN.
domingo, 18 de diciembre de 2011
2º BACHILLERATO. PRÁCTICA DE ORACIONES SUBORDINADAS ADVERBIALES PROPIAS, COMPARATIVAS Y CONSECUTIVAS.
2º BACHILLERATO. PRÁCTICA ORACIONES SUBORDINADAS ADJETIVAS.
ORACIONES SUBORDINADAS ADJETIVAS.
2º BACHILLERATO.
1. Me confesó que nunca le había dicho a su marido lo que había ocurrido ese día.
2. El ojo que ves no es ojo porque tú lo veas; es ojo porque te ve.
3. El bosque por donde pasamos la otra noche se parece mucho al siniestro erial del que habla Lovecraft en su cuento “El erial maldito”.
4. El disco que saldrá a la venta en otoño lo ha producido mi cuñado.
5. Los amigos que nos acompañaron a la excursión conocen muy bien aquella zona.
6. La casa donde me crié la han restaurado los arquitectos que trabajan para el diseño del nuevo estadio olímpico.
7. La chica que se parece a Sofía Loren trabaja en la tienda donde vamos a comprar.
8. El médico que nos atendió en urgencias dijo que la herida se curaría en dos semanas si se desinfectaba bien.
9. Los alumnos de cuarto a los que hayamos visto fumando en el lavabo deben ir a hablar con su tutor, que los espera en el despacho.
10.La tienda cuyo dueño murió el año pasado, no ha vuelto a abrir sus puertas más.
EN CLASE SE ESPECIFICARÁN LAS FECHAS DE CORRECCIÓN.
viernes, 9 de diciembre de 2011
2º BACHILLERATO. PRÁCTICA DE CONJUNTOS ORACIONALES Y ORACIONES COMPLEJAS I.
ORACIONES SUBORDINADAS SUSTANTIVAS, SUBORDINADAS ADVERBIALES IMPROPIAS, COORDINADAS Y YUXTAPUESTAS.
- Ustedes pueden entrar en este safari y circular por la senda señalizada; ahora bien, recuerden que no está permitido salir del vehículo ni bajar las ventanillas.
- Me parece que te está algo grande esa cazadora; creo que deberías comprarte otra.
- No hay que alarmarse, lo único que queremos es que se se termine de una vez esta incómoda situación.
- Allí se demostró que lo que falló en el sistema de incendios fue que se trataba de un sistema inadecuado para esas instalaciones.
- Los griegos sostenían que si la cabeza de una persona medía la décima parte del cuerpo éste era bello.
- El modo de dar una vez en el clavo es dar cine veces en la herradura.
- Vivir cosiste en crear futuros recuerdos.
- Puedo darte un hechizo sin filtro mágico ni maleficio de hechicera: si quieres ser amado, ama.
- A fin de que pudieran pagarse las obras de la fachada, se acordó ordenar unas demandas especiales.
10. El riesgo de contraer un cáncer ya debería ser un motivo para que los jóvenes no fumasen, pero ellos a veces no piensan en el futuro.
COMENZARÁN A CORREGIRSE EL LUNES 12 DE DICIEMBRE.
miércoles, 30 de noviembre de 2011
1º BACHILLERATO, COMENTARIO DE TEXTOS POÉTICOS. LOS ROMANCES.
ROMANCE DEL PRISIONERO.
la caza iba a cazar,
vio venir una galera
que a tierra quiere llegar.
Las velas traía de seda,
la jarcia en un cendal,
marinero que la manda
viene diciendo un cantar
que la mar facía en calma,
los vientos hace amainar,
los peces que andan nel hondo,
nel mastel los faz posar.
Allí fabló el conde Arnaldos,
bien oiréis lo que dirá:
-Por Dios os ruego, marinero,
dígasme ora este cantar.
-Respondióle el marinero,
tal respuesta le fue a dar:
Yo no digo esta canción
sino a quien conmigo va.
SE CORREGIRÁ EL JUEVES 1 DE DICIEMBRE Y EL LUNES 5 DE DICIEMBRE RESPECTIVAMENTE.
Que por mayo era, por mayo,
cuando hace la calor,
cuando los trigos encañan
y están los campos en flor,
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
van a servir al amor;
sino yo, triste, cuitado,
que vivo en esta prisión;
que ni sé cuándo es de día
ni cuándo las noches son,
sino por una avecilla
que me cantaba al albor.
Matómela un ballestero;
¡déle Dios mal galardón!
cuando hace la calor,
cuando los trigos encañan
y están los campos en flor,
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
van a servir al amor;
sino yo, triste, cuitado,
que vivo en esta prisión;
que ni sé cuándo es de día
ni cuándo las noches son,
sino por una avecilla
que me cantaba al albor.
Matómela un ballestero;
¡déle Dios mal galardón!
ROMANCE DEL CONDE ARNALDOS
¡Quién oviera tal ventura
sobre las aguas del mar
como la hubo el conde Arnaldos
la mañana de San Juan!
Con un falcón en la manosobre las aguas del mar
como la hubo el conde Arnaldos
la mañana de San Juan!
la caza iba a cazar,
vio venir una galera
que a tierra quiere llegar.
Las velas traía de seda,
la jarcia en un cendal,
marinero que la manda
viene diciendo un cantar
que la mar facía en calma,
los vientos hace amainar,
los peces que andan nel hondo,
nel mastel los faz posar.
Allí fabló el conde Arnaldos,
bien oiréis lo que dirá:
-Por Dios os ruego, marinero,
dígasme ora este cantar.
-Respondióle el marinero,
tal respuesta le fue a dar:
Yo no digo esta canción
sino a quien conmigo va.
SE CORREGIRÁ EL JUEVES 1 DE DICIEMBRE Y EL LUNES 5 DE DICIEMBRE RESPECTIVAMENTE.
2º BACHILLERATO. GUIONES DE LECTURA 2ª EVALUACIÓN.
Os adjunto el link de los guiones de lectura de El árbol de la ciencia, La deshumanización del arte y el Romancero gitano:
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2º BACHILLERATO. PRÁCTICA DE CONJUNTOS ORACIONALES.
ORACIONES COORDINADAS, YUXTPAUESTAS Y SUBORDINADAS ADVERBIALES IMPROPIAS.
- La primera parte del partido fue muy emocionante pero la segunda me aburrió muchísimo.
- Es un vegetariano estricto, o sea, no come carne ni prueba el pescado.
- Pedro se ha operado la nariz, no obstante su cara sigue siendo poco atractiva.
- Ni sé ruso ni lo sabré en mi vida.
- Por bueno que sea un caballo, necesita espuelas para hacer bien su trabajo.
- La aventura puede ser loca, pero el aventurero, para realizarla, ha de ser cuerdo.
- Tres podrían guardar un secreto si dos de ellos hubieran muerto.
- Si quieres triunfar en la vida social, ayuda a los otros a sujetarse la careta.
- Aunque hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor no soy nada.
- Porque en noches como esta la tuve entre mis brazos, mi corazón no se contenta con su recuerdo ni con su ausencia.
EN CADA SESIÓN SE IRÁN INDICANDO LAS FECHAS DE CORRECCIÓN.
miércoles, 23 de noviembre de 2011
2º BACHILLERATO. APUNTES LENGUA 2ª EVALUACIÓN
Os dejo el link para que os descarguéis los apuntes de lengua de la segunda evaluación. Aquí únicamente os adjunto el bloque de sintaxis. Estoy reestructurando los apuntes por los cambios de la prueba, así que añadiré más materia a lo largo de la evaluación. Os mantendré informados.
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domingo, 20 de noviembre de 2011
1º BACHILLERATO. COMENTARIO DE TEXTOS MEDIEVALES. FRAGMENTO CANTAR DE MIO CID II.
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miércoles, 9 de noviembre de 2011
2º BACHILLERATO. COMENTARIO DE TEXTOS POÉTICOS DEL ROMANTICISMO.
TEXTOS POÉTICOS DEL ROMANTICISMO. 2º BACHILLERATO.
RIMA XLI, BÉCQUER
Tú eras el huracán, y yo la alta
torre que desafía su poder.
¡Tenías que estrellarte o que abatirme...!
¡No pudo ser!
Tú eras el océano; y yo la enhiesta
roca que firme aguarda su vaivén.
¡Tenías que romperte o que arrancarme...!
¡No pudo ser!
Hermosa tú, yo altivo; acostumbrados
uno a arrollar, el otro a no ceder;
la senda estrecha, inevitable el choque...
¡No pudo ser!
CANCIÓN DEL PIRATA, ESPRONCEDA.
Con diez cañones por banda,
viento en popa, a toda vela,
no corta el mar, sino vuela
un velero bergantín.
Bajel pirata que llaman, 5
por su bravura, el Temido,
en todo mar conocido
del uno al otro confín.
La luna en el mar rïela,
en la lona gime el viento, 10
y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y ve el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa, 15
y allá a su frente Stambul:
«Navega, velero mío,
sin temor,
que ni enemigo navío
ni tormenta, ni bonanza 20
tu rumbo a torcer alcanza,
ni a sujetar tu valor.
Veinte presas
hemos hecho
a despecho 25
del inglés,
y han rendido
sus pendones
cien naciones
a mis pies. 30
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
CANTO A TERESA, ESPRONCEDA
Que así las horas rápidas pasaban,
y pasaban a la par nuestra ventura;
y nunca nuestras ansias las contaban,
tú embriagada en mi amor, yo en tu hermosura,
las horas ¡ay! huyendo nos miraban
llanto tal vez vertiendo de ternura,
que nuestro amor y juventud veían,
y temblaban las horas que vendrían.
Y llegaron en fin: ¡oh!, ¿quién impío,
¡ay!, agostó la flor de tu pureza?
Tú fuiste un tiempo un cristalino río,
manantial de purísima limpieza;
después torrente de color sombrío,
rompiendo entre peñascos y maleza,
y estanque, al fin, de aguas corrompidas,
entre fétido fango detenidas. (…)
EN LAS ORILLAS DEL SAR, ROSALÍA DE CASTRO
Ya duermen en su tumba las pasiones
el sueño de la nada;
¿es, pues, locura del doliente espíritu,
o gusano que llevo en mis entrañas?
Yo sólo sé que es un placer que duele,
que es un dolor que atormentado halaga,
llama que de la vida se alimenta,
mas sin la cual la vida se apagara.
SE CORREGIRÁ CADA UNO DE ELLOS LA SEMANA PRÓXIMA, COMENZANDO EL LUNES.
2º BACHILLERATO. CAMBIOS EN PRUEBA PAU CURSO 2011-2012
En la reunión del día 8 de noviembre quedamos convocados para que nos explicaran los posibles cambios de la prueba PAU para la asignatura Lengua castellana y literatura II. Os adjunto el link en el que podéis encontrar el nuevo modelo de la prueba:
http://www.uam.es/estudiantes/acceso/coordinadores/nuevo_acceso/modelos/lengua.pdf
Mañana os explicaré en clase todos los cambios con detenimiento.
domingo, 6 de noviembre de 2011
2º BACHILLERATO. COMENTARIO DE TEXTOS POÉTICOS SIGLO XVIII.
Mas, ¡ay de aquel que hasta en el santo asilo
de la virtud arrastra la cadena,
la pesada cadena con que el mundo
oprime a sus esclavos! ¡Ay del triste
en cuyo oído suena con espanto,
por esta oculta soledad rompiendo,
de su señor el imperioso grito!
Busco en estas moradas silenciosas
el reposo y la paz que aquí se esconden,
y sólo encuentro la inquietud funesta
que mis sentidos y razón conturba.
Busco paz y reposo, pero en vano
los busco, oh caro Anfriso, que estos dones,
herencia santa que al partir del mundo
dejó Bruno en sus hijos vinculada,
nunca en profano corazón entraron,
ni a los parciales del placer se dieron.
de la virtud arrastra la cadena,
la pesada cadena con que el mundo
oprime a sus esclavos! ¡Ay del triste
en cuyo oído suena con espanto,
por esta oculta soledad rompiendo,
de su señor el imperioso grito!
Busco en estas moradas silenciosas
el reposo y la paz que aquí se esconden,
y sólo encuentro la inquietud funesta
que mis sentidos y razón conturba.
Busco paz y reposo, pero en vano
los busco, oh caro Anfriso, que estos dones,
herencia santa que al partir del mundo
dejó Bruno en sus hijos vinculada,
nunca en profano corazón entraron,
ni a los parciales del placer se dieron.
Conozco bien que fuera de este asilo
sólo me guarda el mundo sinrazones,
vanos deseos, duros desengaños,
susto y dolor; empero todavía
a entrar en él no puedo resolverme.
No puedo resolverme, y despechado,
sigo el impulso del fatal destino,
que a muy más dura esclavitud me guía.
Sigo su fiero impulso, y llevo siempre
por todas partes los pesados grillos,
que de la ansiada libertad me privan.
sólo me guarda el mundo sinrazones,
vanos deseos, duros desengaños,
susto y dolor; empero todavía
a entrar en él no puedo resolverme.
No puedo resolverme, y despechado,
sigo el impulso del fatal destino,
que a muy más dura esclavitud me guía.
Sigo su fiero impulso, y llevo siempre
por todas partes los pesados grillos,
que de la ansiada libertad me privan.
Jovellanos, “Epístola de Jovino a Anfriso desde el Paular”
1º BACHILLERATO. COMENTARIO DE TEXTOS MEDIEVALES. FRAGMENTO DE CANTAR DE MIO CID.
señala el tema, la estructura, la métrica y las funciones de la lengua de cada una de las tiradas de versos (1,2 Y 3). | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Narra las hazañas del Cid como prototipo de nobleza heroica
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SE CORREGIRÁ EL MARTES 8 DE NOVIEMBRE.
miércoles, 26 de octubre de 2011
1º BACHILLERATO. EJERCICIOS DE SEMÁNTICA.
EJERCICIOS SEMÁNTICA. 1º BACHILLERATO.
1. ESCRIBE UNA ORACIÓN CON LOS SIGUIENTES PARES DE PALABRAS:
1.1 HOMÓFONAS
—echo/hecho
—asta/hasta
—haya/aya/halla
—valla/baya/vaya
—cabo/cavo
—tuvo/tubo
—ablando/hablando
—abría/habría
—arrollo/arroyo
—atajo/hatajo
—ay/hay/ahí
—a/ha
—callado/cayado
—callo/cayo
—bello/vello
—basto/vasto
—errar/herrar
—hierba/hierva
—hojear/ojear
—huso/uso
2.2 HOMÓGRAFAS
—bote
—pila
—lima
—judía
—bonito
—bala
—lava
—cazo
—ante
2. INDICA SI LOS SIGUIENTES ANTÓNIMOS SON BINARIOS, RECÍPROCOS O DE GRADO:
—moral/amoral
—debajo/encima
—amar/odiar
—fácil/difícil
—aprobar/suspender
SE CORREGIRÁ EL JUEVES 27 DE OCTUBRE.
domingo, 23 de octubre de 2011
2º BACHILLERATO. APUNTES LITERATURA 1ª EVALUACIÓN.
Los enlaces para descargarse los apuntes son:
Esquema Siglo XVIII
http://www.megaupload.com/?d=AE1CB8IU
Esquema del Romanticismo
http://www.megaupload.com/?d=ZD0T4523
Esquema del Realismo y Naturalismo
http://www.megaupload.com/?d=LG7L3IF0
Para los que quieran los temas desarrollados:
El Siglo XVIII
http://www.megaupload.com/?d=R9R8ZQN2
El Romanticismo
http://www.megaupload.com/?d=DNL67BNG
Realismo y Naturalismo
http://www.megaupload.com/?d=MM7TONB1
Es posible que también expliquemos en Modernismo.
Esquema Siglo XVIII
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Esquema del Romanticismo
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Esquema del Realismo y Naturalismo
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El Siglo XVIII
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El Romanticismo
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Realismo y Naturalismo
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Es posible que también expliquemos en Modernismo.
domingo, 16 de octubre de 2011
2º BACHILLERATO. GUIÓN DE LECTURAS 1ª EVALUACIÓN.
GUIONES DE LECTURA 1ª EVALUACIÓN. 2º BACHILLERATO.
EL SÍ DE LAS NIÑAS, L.FERNÁNDEZ DE MORATÍN
Leandro Fernández de Moratín nace en 1760 y muere en 1828. Consecuente con la época en que le tocó vivir, el siglo XVIII, siglo de “las luces” y de la confianza fundamentada en la razón, esta obra nos muestra aquel ideal ilustrado de “enseñar deleitando”. La literatura debía ser útil y bella.
Los ilustrados vieron en el teatro el medio perfecto para que fuera una escuela de costumbres. Las obras debían perseguir una finalidad didáctica: respetar la moral pública y el orden social. Lo más importante era el texto teatral, no el espectáculo, y rechazaron aquellas obras en la que imperaba la inverosimilitud y la falta de decoro poético.
Las comedias de Moratín tienen esta finalidad moral. En ellas se respeta la regla de las tres unidades (espacio, tiempo y acción). Su tema fundamental es la inautenticidad como forma de vida:
—en los matrimonios de conveniencia: El viejo y la niña y El sí de las niñas.
—la educación de las jóvenes: La mojigata
—el teatro de su tiempo: La comedia nueva y el café.
El sí de las niñas fue estrenada en 1806. Llevaba a escena el tema de las bodas arregladas por padres y tutores sin contar con la voluntad de la novia. Los matrimonios impuestos y desiguales eran una realidad social de la época, dato que lo demuestra el hecho de que en 1787 había tres veces más viudas que viudos. En el propio círculo del escritor encontramos casos muy significativos: su tío Nicolás se había casado a los cuarenta y pico años con una jovencita a la que ni conocía; el Conde de Aranda se casó a los sesenta y cinco con una nieta sobrina que no había cumplido los dieciséis; y él mismo, rehusa casarse con Paquita Muñoz, joven de 20 años (él tenía cuarenta y dos), para no ser igual que el protagonista despreciable de su obra El viejo y la niña.
La finalidad de la obra no era tanto proponer soluciones (el divorcio era impensable) como concienciarse del problema y denunciar las conductas que lo ocasionaban.
Analicemos los caracteres de la obra, que se articula en torno a siete personajes que se agrupan en tres parejas (solo queda “suelto” Simón, el criado de D. Carlos). A excepción de los criados, todos ellos pertenecen a la clase media.
- Don Diego / Dª Irene
Don Diego es un burgués acaudalado de cincuenta y nueve años que pretende casarse con una joven de dieciséis, lo cual es un despropósito. Sin embargo, está lleno de virtudes: es sensible, ama a Paquita, aunque es consciente de que ella nunca le amará, se comporta con su sobrino como si de un hijo se tratase... sabe que de Paquita no podrá conseguir más que la estimación y la amistad, y eso le produce un desasosiego que no le deja dormir. Don Diego intenta por todos los medios saber si Paquita da su consentimiento para la boda, algo que Doña Irene no permite porque lo que quiere es imponer su egoísmo. Su sacrifico en aras de lo racional permitirá la felicidad de los jóvenes. Representa la discreción.
Doña Irene es su contrapunto cómico. Su función no es sólo provocar la risa sino resaltar la cordura, sensibilidad y generosidad de Don Diego. Es un personaje al que se caracteriza con una verborrea insustancial que estorba el propósito de Don Diego de conocer la respuesta de Paquita. A través de ella se proyecta la sátira contra la beatería y la santurronería. Es egoísta y no quiere que su hija se meta a monja: prefiere casarla “bien” y así reponer su economía. Representa la insensatez.
Pero a pesar de que está dispuesta a sacrificar a su hija por fines puramente económicos, Moratín no la presenta como un personaje cruel, y más que odio despierta compasión.
- Paquita /Carlos: el amor
Paquita se debate entre la obediencia a su madre y el amor a Don carlos. Es inocente, pero también sabe lo que es el amor. Su amor por Don Carlos, al que pide ayuda, es totalmente desinteresado, pues desconoce su fortuna y parientes. Conocemos su carácter por sus palabras y su acciones, pero también por cómo la ven los demás personajes. por ejemplo, destaca de ella Don Diego su candor y su inocencia; su madre, por el contrario, nos la muestra como una simple.
Representa el amor adolescente junto a la capacidad de sacrificio ante lo inevitable. Todo hace de ella un ser encantador del que el espectador se compadece.
Don Carlos es militar, obediente y con un gran respeto hacia su tío. Es capaz de dominar sus sentimientos y subordinarlos a la razón, al deber filial que le une a su tío.
- Rita / Calamocha: los criados.
Son los criados de Doña Paquita y Don Carlos, tienen una función cómica y sus diálogos, además de aportar frescura y verosimilitud, representan con su carácter desvergonzado el contraste necesario para resaltar la ternura y el lirismo de las palabras de Carlos y Paquita. Ambos tienen en común la juventud, la gracia y el buen humor.
Ella es la confidente de Paquita, su consejera; destaca en ella la amistad. Con sus comentarios ridiculiza a Doña Irene. Él, va desapareciendo poco a poco de la escena; tal vez con ello el autor quería evitar la típica boda entre los sirvientes de la comedia barroca.
- Simón.
Criado y consejero de Don Diego. Le aprecia realmente y cree que es un hombre de bien.
Los personajes también se agrupan por sus relaciones: tío/sobrino, madre/hija, amo/criado; y por su posición social (cuatro señores y tres criados).Todo discurre por el diálogo, distinto en cada personaje (verosímil, que respeta el decoro) según su edad, su estado social y su sexo, tres factores que imponen el tono.
El lenguaje que usa Moratín es sencillo y natural sin caer en la vulgaridad. Fue el primer autor en introducir en este tipo de teatro la prosa, lo que suponía además una toma de postura ideológica, pues se desvinculaba de los cánones heredados del teatro del siglo XVII.
El respeto de las tres unidades se consigue sin la menor inverosimilitud.
- Espacio.
Una sala de una posada de Alcalá de Henares, un lugar de cruce que favorece el diálogo y la acción en el que están presentes las confesiones íntimas y el mundo exterior con las salidas y llegadas. El espacio es claro y sencillo. Para los momentos de confusión en la trama se utiliza la falta de luz.
- Tiempo.
Dura diez horas (desde las 7 de la tarde hasta las 5 de la mañana), del atardecer al alba. Tiempo concentrado y gran dinamismo en la escena. La luz juega un papel simbólico fundamental: en la oscuridad tiene lugar la desolación de los jóvenes; el alba significa la felicidad de los personajes protagonistas. La luz que se impone a las tinieblas, un símbolo cargado de significación en el siglo en el que la obra se creó. La oscuridad propicia la peripecia y domina en los momentos en los que el corazón anula la razón; el sol sustituye a las tinieblas de la noche y aclara los malentendidos.
- Acción.
Única. Se resume en el proyectado matrimonio que una joven de dieciséis años, doña Francisca, con un acaudalado burgués de cincuenta y nueve. La muchacha se ve obligada a aceptar por el amor y obediencia que le debe a su madre, aunque esté enamorada de Carlos, un joven militar. Este amor sólo lo conocen sus criados, Rita y Calamocha. Cuando don Carlos acude en ayuda de Paquita, que le ha enviado una carta, descubre que su rival es su tío y tutor, por lo que su sentido de la obediencia le obliga a renunciar a su amada. Sólo la cordura y la comprensión de Don Diego –y su sacrificio- podrá resolver lo que se encaminaba a la ruptura de un orden racional y natural.
Todo en la obra es moderado: el sentimiento, la gracia, la amistad, el amor. La luz va marcando el paso del tiempo y tiene, como hemos señalado, una función simbólica:
La mujer en esta obra de Moratín cobra una inusitada importancia para la época. El mayor contraste en torno a Paquita lo podemos ver en las diferentes visiones que de ella tienen D. Diego y Dª Irene: Dª Irene tiene una actitud “machista” ante la situación y no cree a su hija capacitada para prácticamente ninguna decisión, frente a ella, D. Diego considera que Paquita está totalmente capacitada para tomar sus propias decisiones y expresarlas sin temor.
El tema, como también señalamos al principio, es la imposición paterna en el casamiento, frente a lo natural y racional, que es el amor entre dos jóvenes. Moratín nos dice con esta obra que la autoridad paterna debe ejercerse de una manera no despótica. El tema de la educación de la mujer también es importante en la obra: podemos ver el contraste entre don Carlos, que renuncia a su amor por el deber, y Paquita, que lo hace por simple disimulación.
Se postula como posible fuente extranjera La escuela de madres del autor francés Marivaux: parece ser que Moratín pudo tomar de esa obra la severidad educativa de Dª Irene para con su hija.
También pudo inspirarse Moratín en algunas obras españolas como Entre bobos anda el juego de Rojas Zorrilla en la que también se plantea el tema de un casamiento ridículo entre una joven y un anciano.
No obstante, el tema de las bodas desiguales queda justificado en la propia época de Moratín en la que los casamientos arreglados por los padres entre novias jóvenes y ricos ancianos eran bastante comunes. De igual modo, era una preocupación general en la época, como queda reflejado en la prensa periódica, el conflicto entre la autoridad paterna y la libertad de los hijos y sobre todo de la mujer. La preocupación de aquellos que como Moratín defendían la libertad de la mujer en la elección de marido no era tanto por considerar a la mujer capacitada para adquirir las mismas libertades que los hombres, sino, muy al contrario, porque se pensaba que las bodas irracionales a la larga provocarían que las mujeres buscaran fuera del matrimonio, y por lo tanto en una situación de adulterio, el pretendiente que les gustara. Esto es, se temía el desquite de las mujeres casadas contra su voluntad.
Estuvo representándose 26 días seguidos. Gustó a todos los públicos (clases acomodadas y clase media). La clase media se sentía identificada con la historia. El éxito demostró que el respeto por la regla de las tres unidades no era un obstáculo, no era incompatible con la popularidad de una obra, de lo que se deduce que el público permanecía en su mayoría totalmente ajeno a la polémica.
DON JUAN TENORIO, JOSÉ DE ZORRILLA
- Autor: José de Zorrilla (1817-1893)
Ya desde niño se destacaba en él una exaltada imaginación y una propensión a lo misterioso y plástico. En contra de lo que su padre esperaba de él, llegar a ser un gran abogado, pasó sus años de estudiante leyendo a los románticos, escribiendo versos y representando antiguas comedias refundidas “a lo divino” por los padres jesuitas.
Dos fueron las ciudades que le dejaron una honda huella. En Sevilla el sentimiento del paisaje se apoderó de él y sus rincones más pintorescos aparecerán constantemente en su obra literaria. En Toledo sintió los hechizos de sus calles moriscas, de sus antiguas sinagogas, de sus puentes romanos..., y será ésta otra ciudad presente en su obra y escenario obligado de muchas de sus leyendas. (leer pag. 14 opiniones de sus costumbres nocturnas)
Cuando por fin llegó a Madrid, meca de sus aspiraciones literarias, vivió días de estrecheces y bohemia, siempre alerta para evitar a los ministriles de su padre que le buscaban. Los versos que leyó en el entierro de Larra (que se había suicidado dos días antes) le consagraron oficialmente como poeta y su producción literaria se iniciará desde entonces.
Pero ni siquiera sus éxitos literarios convencieron a su padre. Esta desavenencia y distanciamiento familiar fueron para él una obsesión. Cuando tres años después de la muerte de su madre, en 1849, fallece su padre, cae en una profunda amargura. Don José Zorrilla Caballero había muerto sin llamarle a su lado, de cara a la pared como gesto de condena de los éxitos literarios de su hijo. Entre 1850 y 1854 su producción literaria fue casi nula.
En realidad su actividad productiva se centró entre 1837 (año de la muerte de Larra) y 1850. Durante este período poesías, leyendas y dramas se sucedieron en constante progresión. En 1844 apareció su obra cumbre, Don Juan Tenorio, que le elevaría a la apoteosis de la popularidad. Traidor, inconfeso y mártir (1849) fue el tercer gran drama de Zorrilla.
Lo que más estimó de toda su obra fueron las leyendas. El legendario cristiano A buen juez mejor testigo y otras leyendas supusieron los bocetos de piezas dramáticas con elementos donjuanescos que preconizaban el Tenorio. Zorrilla recogió los temas de la tradición popular, de vidas de santos, de dramas del Siglo de Oro, de romances, de novelas y de crónicas antiguas.
Los últimos años del poeta transcurrieron entre las dulzuras del éxito, la gloria y la fama conseguida, y las amarguras que le produjeron las dificultades económicas y los problemas de salud. Cuando muere en 1893 miles de personas acuden a su entierro en Madrid, y periódicos y revistas del mundo hispánico se hacen eco de este auténtico y espontáneo dolor de la patria. La celebridad que consiguió en vida en todas las esferas sociales se debió a su dedicación literaria al pueblo.
Sin embargo, de la obra que le dio fama dijo a los 64 años que estaba llena de errores que se reducían al amaneramiento y mal gusto de situaciones, “ripios y hojarasca” en la versificación y la desafortunada creación de don Juan, personaje sin carácter y con defectos enormes. Por ello pensó en una refundición del drama que corregiría estos defectos y le hiciera recobrar los derechos de la obra, que había vendido años antes y que estaba enriqueciendo a editores, actores y empresarios, mientras él vivía prácticamente de la caridad pública. Nunca ocurrió.
También hay que destacar de sus últimos años de vida la amargura que le producía el sentirse anticuado, un escritor lleno de prestigio, pero cuyo mensaje había perdido actualidad. De ahí su frustración al no conseguir que los editores aceptaran sus obras.
- Contexto cultural de la España del último tercio del siglo XIX.
El período romántico se había caracterizado por el predominio de la poesía y, sobre todo, del drama. Sin embargo, a partir de 1870, con la aparición de la primera obra de Galdós, La fontana de oro, surge un mayor interés por la novela con una marcada tendencia al realismo costumbrista, psicológico y social. La Restauración (1874) incrementa aún más dicho interés y da obras como Pepita Jiménez, El sombrero de tres picos. Galdós, por su parte, escribe profusamente sus Episodios Nacionales desde 1873. En ellos, y a diferencia de los románticos como Zorrilla, que exaltaban el pasado español, descubre la historia española inmediata, la del siglo XIX, más asequible al público a que se dirige y más conforme con su sentido de actualidad, de ansia por una España nueva, de responsabilidad ante la problemática nacional, trayectoria claramente precedente del 98.
En 1879 Galdós cierra la segunda serie de sus Episodios. La novela histórica pasa temporalmente de moda. Don Benito, observador atento a los gustos del público, abre la serie de “novelas contemporáneas”, obras ideológicas, de tesis y tendencia social, en consonancia con los gustos y corrientes de la época.
En el terreno del drama encontramos, sin embargo, una excepción, la del “rezagado romántico” Echegaray, que se fabricó su propia receta teatral: resucita el drama romántico en su forma más florida, melodramática y efectista, y le aplica el moderno teatro realista de ideas y nuevos problemas de la época positivista. Desliga de sus dramas el pasado histórico y legendario, sin situarlos tampoco en la época contemporánea. Sus tipos son símbolos de violentas pasiones humanas en conflicto con los rígidos conceptos del deber y del honor calderonianos, y les hace llegar, por medio de fines efectistas, a una solución detonante de moral implacable, sin tener en cuenta la lógica interna y natural de las pasiones humanas. (buscar algo de Echegaray). Esta fórmula hizo de Echegaray el “monstruo de la naturaleza” de su tiempo. Y Zorrilla, por el contrario, romántico cantor de las glorias nacionales, en un pasado histórico y legendario, sonaba a eco anticuado en una época burguesa, materialista y crítica, de gustos e ideas positivistas.
- Don Juan Tenorio, drama romántico.
El estreno en 1835 de Don Álvaro o la fuerza del sino, del Duque de Rivas, supone la inauguración solemne del romanticismo español. Pero su dominio en las letras patrias va a durar poco más de una época.
Lo dominante en el espíritu del romanticismo español es el retorno a la Edad Media, el entronque con la tradición nacional del Siglo de Oro, la de Lope, Calderón y el Romancero. Los dos representantes máximos del romanticismo nacional fueron Rivas y Zorrilla.
Don Juan Tenorio es la obra más representativa del teatro romántico español con su poder de parodia clásica: tiene todos los elementos de la obra seria, pero sin bases para la credibilidad. Es una refundición del Burlador de Sevilla de Tirso y del Convidado de piedra de Zamora. Con técnica y sensibilidad románticas el poeta revive la figura mítica del libertino, creada por Tirso.
Sus rasgos de héroe romántico y lo esencial de la intriga y acción cobran vigor con la presencia del antagonista, Luis Mejía, de personalidad paralela a la de Juan, aunque más esquemática y desdibujada. El rígido código del honor clásico está representado en don Gonzalo de Ulloa con la misma inflexibilidad que en los dramas calderonianos. Brígida encarna la tradición celestinesca. Ciutti es la “figura del donaire”, tan esencial en el Siglo de Oro. Lucía es la criada clásica, materialista e infiel, que vende a su ama por dinero. Une además Zorrilla el tema del “burlador” con el de “el convidado de piedra” y su banquete macabro.
Pero la gran contribución de Zorrilla y del romanticismo al tema donjuanesco es la bella creación de doña Inés, ángel de amor, “Virgen maría” medianera, que hace posible la salvación del libertino. La salvación por el amor sitúa el drama dentro del gusto romántico: la unión de la mujer y el amor contribuye a ese alto de redención romántica.
El estilo del drama está en armonía con el tono paródico propio de estas obras románticas. Los personajes usan un castellano moderno, aunque salpicado de ciertos arcaísmos, giros, juramentos e interjecciones que abundan en los dramas del Siglo de oro. El breve diálogo en italiano entre Buttarelli y Miguel es también un remedo de recursos parecidos de la comedia clásica, a la vez que un intento de Zorrilla de darle un tono realista.
Una acumulación de motivos románticos invade el drama:
1ª parte: misterio inicial del héroe acompañado de elementos carnavalescos (antifaces, máscaras, duelos, apuestas sobre vicios y crímenes...), el tiempo con calidad dramática, la noche de luna y misterio en las calles sevillanas, encarcelamientos, tapias de convento asaltadas, celdas de clausura mancilladas, sacrilegio y rapto, un barco esperando en el Guadalquivir profundo y enigmático, muertes a fuego y espada y huida veloz del héroe arrebatado por la desesperación.
Todo envuelto en movimiento, dinamismo y acción. Don Juan es una vorágine que arrebata todo a su paso.
2ª parte: se abre en el panteón de la familia Tenorio. Sepulcros, estatuas de piedra, sauces llorones inclinados sobre las tumbas y cipreses en una noche de luna plateada y gélida. Un Don Juan meditabundo entre tumbas sobrecogedoras, sombras de ultratumba (Inés), la estatua animada del comendador y la invitación temeraria. Banquete, brindis y euforia en casa de Don Juan seguidos de duelos y muerte. Cena paródica en el sepulcro del Convidado de piedra (reloj, plato de ceniza y copa de fuego), espectros, sudarios y sombras macabras. Campanas fúnebres y cantos funerarios. Arrepentimiento y apoteosis final de amor. Dos almas que ascienden al cielo al esclarecer el alba de un nuevo día que aterrará a los sevillanos.
- Estructura del drama.
Libertad absoluta en la construcción del drama, lo que evidencia de nuevo su romanticismo. La obra está dividida en dos partes:
—comedia de capa y espada.
—historia del libertino.
1ª parte —cuatro actos.
—despliegue de acción y violencia en una increíble concentración de tiempo.
—drama religioso
—moralidad propia del auto sacramental cuya culminación marca la salvación del pecador.
—tres actos.
2ª parte —ritmo más lento y meditabundo, en armonía con los conflictos internos del héroe, que vacila entre realidad y delirio, y con el misterio y suspense de su salvación. El reloj de arena desliza implacable los granos de la vida, marca el ritmo y eleva la tensión.
—todo transcurre en una noche de verano cinco años más tarde.
Los siete actos van encabezados con títulos efectistas que nos previenen y ambientan.
El drama brota de la interacción de los personajes, que aparecen aislados sin saber de dónde viene y en cuadros sucesivos. La técnica interna de los actos sigue una serie de paralelismos y contrastes de personajes, temas y situaciones que nos recuerdan a la comedia clásica. Esta construcción simétrica domina sobre todo la primera parte, aunque en los actos finales de la segunda parte, aparecen de nuevo situaciones paralelas.
También encontramos paralelismo de estilo: frecuentes repeticiones de versos, palabras y expresiones de diálogos con el mismo tono y rapidez. Esta construcción simétrica revela su intención de crear una obra con la simplicidad del arte popular.
El paralelismo de acción y de estilo es un recurso técnico de gran valor efectista, tensional y climático, dentro de la libertad estructural del romanticismo.
Compuesto en verso encontramos todo tipo de estrofas: redondillas, quintillas, romances, versos sueltos, octavillas. Ovillejos, décimas, cuartetos. A excepción del romance, que prefiere la asonancia, las demás combinaciones métricas llenan, con su rima consonante, de sonoridad el drama, que nos muestra también ese afán de prosa que se fermenta en dicho período.
Ya dijimos que el propio Zorrilla encontraba en su obra exceso de “ripios y hojarasca” y que su poesía estaba vacía de contenido y emoción por haber sido producto de su delirante imaginación, no brote espontáneo del corazón. Para muchos críticos el drama es un muestrario de elementos externos y efectistas que componen la sonoridad populachera de poesía primitiva: encabalgamientos, repeticiones, ripios, todo al servicio de una rima y ritmo enfáticos y rebuscados, propios de la poesía popular.
- La salvación por el amor.
El Burlador de Tirso de Molina es un ejemplo de moralidad ortodoxa que condena a Don Juan por morir impenitente e incontrito: desperdicia el último grano de arena de su reloj. Sus pecados son de irresponsable autosuficiencia y de desprecio por la gracia, pecados contra el Espíritu Santo. En el drama de Tirso triunfa la justicia divina.
Pero el Don Juan de Zorrilla seguirá el camino de la contrición por el amor sincero a una mujer. Los suyos no son pecados contra el Espíritu Santo, sino pecados “normales”, calaveradas y bravuconadas juveniles motivadas por su vanagloria y estima personal. Y será la infinita misericordia de Dios la que triunfe, esta vez, en el drama zorrillesco.
Paradójicamente es el “bueno”, el recto e intransigente, Don Gonzalo de Ulloa, quien va al infierno por pecar de orgullo, odio y soberbia espirituales, víctima del frío código de honor.
El autor, dado el carácter religioso del drama (lo subtitula “drama religioso-fantástico”), rodea a Don Juan de un marcado satanismo que desde el principio está en boca de todos los personajes, y que se ve acentuado por su destreza, fuerza y valor físicos, arrojo y temeridad con los muertos y su poder seductor en el terreno del amor.
Inés es víctima de este poder diabólico desde que le ve por primera vez a través de unas celosías, y cuando despierta de su desmayo, se siente víctima de amuletos y filtros infernales que la arrastran tras el libertino con la fuerza irresistible de un amor que ella cree de Satanás. Y siente la tiranía de su pecado, el haberse entregado al amor del libertino a despecho de su honor y obligación. Pero reconoce la culpabilidad de su amor, que confirmará la sentencia divina tras su muerte: su tumba será el purgatorio donde ha de esperar al asesino de su padre, ya que por pertenecer tan fiel a su amor “satánico”, su salvación quedará pendiente de la última decisión de Don Juan. Y finalmente el poder del amor transformará en ángel al demonio que fue.
Los problemas religiosos de Don Juan son primariamente dudas, no obstinación contra la fe: no sabe si hay un reino más allá del terrenal. Y cuando la estatua del Comendador le prueba la existencia de Dios y de una vida tras la muerte, primero blasfema, y después entra en un estado de desesperación pues es imposible borrar treinta años de crímenes y delitos en un momento. Pero antes de caer el último grano de vida le ilumina la fe: “... si es verdad / que un punto de contrición / da a un alma la salvación / de toda una eternidad, / yo, Santo Dios, creo en Ti: / si es mi maldad inaudita, / tu piedad es infinita... / ¡Señor, ten piedad de mí!” Y es Inés quien toma la mano que don Juan tiende al cielo, sosteniendo así su fe: “Yo mi alma he dado por ti, / y Dios te otorga por mí / tu dudosa salvación.”
ARTÍCULOS, MARIANO JOSÉ DE LARRA.
Mariano José de Larra nace en Madrid en 1809. Como si estuviese predestinado a una vida azarosa, su infancia y adolescencia estuvieron llenas de penosas y dolorosas alternativas, que dejaron una honda huella en su carácter y en su espíritu.
A la edad de cuatro años su padre se exilia voluntariamente a Francia. Su infancia la pasa entre París y Burdeos. Allí aprende el francés, lengua de la que tendrá un perfecto dominio y que después le ayudará a ir viviendo en algunas etapas de su corta vida. Cuando regresa a Madris tiene nueve años: es señalado como hijo de un afrancesado, lo que esto significa en una España en la que predominaba el más exaltado y hostil patriotismo contra los franceses. Fue un niño reflexivo e introvertido, apegado a la soledad, pero un precoz y brillante estudiante, que pronto superó sus dificultades con el español, que casi había olvidado. A los dieciséis años empieza sus estudios universitarios. En Valladolid se enamora de una joven que se complace en torturar al pobre enamorado. Resultó ser ésta la amante de su propio padre, y este desengaño y fracaso sentimental produjeron en él hunda atroz tristeza y desencanto. Pronto interrumpió su estudios de medicina para dedicarse de lleno a la literatura. Comienza a componer versos al gusto neoclásico, pero pronto va a manifestar en prosa su verdadera personalidad. A los diecinueve años comienza su carrera periodística con El Duende satírico del día, de la que es único redactor y en cuyos artículos se muestran las tres variedades que cultivará en adelante: crítico literario, escritor costumbrista y escritor satírico.
Poseedor de un temperamento de desbocadas pasiones, a los veinte años se casa con Pepita Wetoret, con la que tiene tres hijos. Pero el matrimonio pronto comienza a ser desgraciado ( evidente reflejo autobiográfico será su artículo “El casarse pronto y mal”) y se romperá definitivamente a causa de su relación adúltera con Dolores Armijo, el gran amor trágico de su vida y de su muerte, por la que sintió un amor inquebrantable y vehemente. Su atormentada relación quedó plasmada en su obra en el Macías y en su novela El Doncel de Don Enrique el Doliente. Se gana la vida haciendo traducciones y con la ayuda de su familia. Una discusión con su amante le empuja a salir de España, pero finalmente vuelve a su país natal, donde están su mujer, con la que ha roto definitivamente pero de la que considera un fiel amigo (está realmente preocupado por su situación), sus hijos, a los que adora, su amante y la nueva situación política de España. Larra, enamorado de la política de altura, en la que sueña como posible y esencial factor de la salvación y regeneración de España, que tanto le duele en el alma, ve que la victoria de la guerra Carlista va inclinándose a favor de los isabelinos, que son los suyos.
Tras una época dedicado al cultivo de versos y al teatro, pronto vuelve al periodismo con El pobrecito hablador. Colabora con la Revista Española y comienza a usar su seudónimo más famoso, Fígaro. Su esplendor literario tiene lugar al final de su vida, etapa en la que nacen sus dos hijas y Dolores rompe definitivamente con él.
El 12 de febrero de 1837, a las ocho y media de la noche, Larra se suicida frente al espejo pegándose dos tiros en la cabeza, después de una fuerte discusión con Dolores, que ha decidido marcharse con su marido a Manila, donde ha sido destinado.
Su trayectoria literaria es curiosa: se inicia como poeta neoclasicista, evoluciona luego hacia el costumbrismo, la sátira política y la crítica literaria, teñidos todos sus escritos de humor y de ironía. Pero en cuanto hombre, es hijo de su propio tiempo: el romanticismo no es para él una tendencia literaria, sino una forma de vida, una auténtica modalidad vital, en quien priva la pasión sobre la razón, enamorado de una mujer casada, consumido por esta relación y que pone fin a su vida como holocausto de su amor imposible. A Larra le mata su pasió, y los más auténtico de su intimidad sentimental quedaron reflejadas en dos de sus obras menos valoradas. (drama y novela apuntadas anteriormente).
Aunque no es una noticia confirmada, parece que, ironías del destino, el barco que llevaba a Dolores y a su marido a Filipinas naufragó y no hubo supervivientes.
Hombre de difícil carácter, poseía al mismo tiempo una intensa capacidad para el amor, el afecto y la amistad, y por el contrario sentía absoluta repugnancia por lo necio, lo ridículo, el snobismo, la presunción de los viejos verdes, la pedantería de unos y otros, por todo cuanto consideraba impropio y artificioso. Rehuía lo zafio, lo burdo, por un innato aristocratismo de su carácter, de su persona, él, tan democrático, abierto y liberal en cuanto a la cuestión política. Su repugnancia por lo plebeyo es extrema, y así se pone de manifiesto en artículos como “El castellano viejo”.
ARTÍCULOS
Larra representa el romanticismo democrático en acción. España es el tema central de su obra crítica y satírica. Ridiculiza el conservadurismo del gobierno, parodia el estilo ampuloso y hueco de los debates parlamentarios. El gobierno liberal en el que tenía puestas todas sus esperanzas le defraudó. Larra tenía una gran preocupación por España y por su sociedad, su rebeldía melancólica le irían llevando a la autodestrucción provocada por un alejamiento cada vez mayor entre su interior y el contexto social. Su frustración personal fue no poder superar el conflicto entre su ser, su clase y su mundo.
Vemos una evolución en su pensamiento: parte con un pensamiento ilustrado y optimista, tiene confianza en el hombre y siente un profundo respeto por la ciencia. Tras la muerte de Fernando VII, sus ideas cambian: ve los peligros en el materialismo como anulador del alma, rechaza la obsesión por el dinero, la burguesía ya no es la elite intelectual sino la clase explotadora. Criticó el uso de ideales liberales para defender intereses económicos y políticos.
En cuanto al estilo, a pesar de que en sus primeros escritos hace una exhibición de sus conocimientos lingüísticos y consigue un lenguaje de ostentación gramatical y léxica, suele ser claro, directo, evidente y muy gráfico. Hace ver con exactitud las cosas que describe. Y desde luego, sencillo. Rara vez usa vocablos desusados, si le es posible hacer uso de palabras corrientes. Utiliza mucho la caricatura, las enumeraciones caóticas, la ironía (como mecanismo principal para desvelar apariencias). Contribuyó a crear una lengua moderna liberada de adornos gastados que no significaban nada.
Seudónimos: Duende satírico, Pobrecito hablador, Bachiller Pérez de Munguía, Andrés Niporesas, Fígaro.
Nos dejó mas de doscientos artículos, que se suelen clasificar en tres grupos:
- Artículos de crítica literaria y cultural, en los que trata sobre la libertad de expresión, la censura y la incultura. Pide utilidad en literatura no sólo forma. Gran preocupación por le teatro de su tiempo del que tenía una visión muy negativa (malas condiciones de los locales, poca ayuda del estado, fallos de dirección de los autores...).
El propio Larra escribió dolorosamente: “Escribir en Madrid es llorar, es buscar voz sin encontrarla en una pesadilla abrumadora y violenta” (“Horas de invierno”, El Español, 1836). Para Azorín “todo Larra está en estas frases”: se refiere a los múltiples obstáculos que estorbaban la expresión, a lo que se podría llamar su dolor de España, a la trsite España en guerra civil, que constituía su más honda preocupación, a las molestias de la censura
- Artículos de costumbres y de crítica social.
Se aleja de sus contemporáneos Mesonero Romanos y Estébanez Calderón, que crean definitivamente el cuadro de costumbres, pero que se limitan a pintar, a describir, unos cuadros alegres, agradables a la lectura y a la vista de lo que hacen imaginar, pero vacíos, sin intención ulterior alguna. Larra no busca agradar sino corregir y educar, en ningún caso intenta divertir ni describir lo pintoresco simplemente, ni se contenta con hacer reír al lector. Larra utiliza una sátira aguda e hiriente, con intención de avispa (aunque sea para corregir defectos y debilidades de comportamiento), con una patriótica ansiedad de reformador de su propio país. La labor del escritor satírico ha de ser trascendental y con una función regeneradora.
Podríamos sintetizar los vicios nacionales que le irritan y preocupan:
—la holgazanería y la pereza. (“Vuelva usted mañana”)
—la brutalidad y falta de educación de las gentes de “abajo”: empleados, camareros, mozos de tienda...
—la presunción de la clase media y la insensatez de la clase más alta.
—la hipocresía de muchos y la estupidez de la gente madura que pretende rejuvenecerse (“El mundo todo es máscaras. Todo el año es carnaval”).
—la suciedad de los lugares donde debería haber limpieza, tales como cafés o fondas.
Y contra estos males que nos hacían ir a remolque de otros países europeos, la intensificación de una educación básica y fundamental para el pueblo.
En ningún caso personaliza: no trata de retratar a un individuo determinado, sino que se refiere a rasgos genéricos de unos y otros, creando un tipo risible y caricaturesco, con la intención de que, quienes pudieran parecerse a este prototipo irrisorio, se corrigieran los defectos.
- Artículos políticos.
Son escritos de agudísimo ingenio, aunque para muchos críticos, prodomina en ellos una calidad y un valor extraliterarios.
Hay que destacar el valor y la arrogancia de un escritor que, a veces con velada ironía, a veces de cara, comenta la mediocre política de su tiempo en una época confusa, de censura absolutista y en la que podía exponerse incluso la vida. La verdad y la razón son dos de los temas que más le preocupan. En estos artículos se centra en la gestión del gobierno, ataca los fallos de dirección del país, defiende la libertad y la justicia. Critica los mandatos de los liberales que le fueron decepcionando uno tras otro. También toca el tema de las luchas carlistas primero en tono humorístico, después con amargura por la poca efectividad del gobierno en su lucha contra él.
Los artículos que deberéis leer son:
El café, Corrida de toros, Carta a Andrés escrita desde las Batuecas por El pobrecito hablador, El casarse pronto y mal, El castellano viejo, Vuelva usted mañana, El mundo todo es máscaras, La vida de Madrid, El día de difuntos de 1836, La Nochebuena de 1836.
LA DESHEREDADA, BENITO PÉREZ GALDÓS.
La desheredada pertenece a la primera etapa de la serie de “novelas contemporáneas”. la redacción de la obra comienza a finales de 1880 y termina en junio del año siguiente. En un principio se editó por entregas, pero en 1881 ya aparece en un volumen unitario.
La protagonista es una muchacha, Isidora Riufete, una muchacha que vive en un ambiente muy humilde, pero que cree poseer unos documentos que la acreditan como hija ilegítima de la marquesa de Aransis. Basa toda su existencia en su presunta nobleza y gasta mucho más de lo que le permite su situación real. Es su padre, encerrado en un manicomio, quien le mete en la cabeza las ideas de su supuesto verdadero origen. Su hermano Mariano es un delincuente que llegará incluso a matar a un muchacho en una pelea.
Tras la muerte de su padre en el manicomio, va a vivir con su tía, la Sanguijuelera, en un barrio mugriento y miserable. se marcha a raíz de una disputa y pasa a estar bajo la protección de su padrino, don José de Relimpio, que la quiere con locura.
Isidora sufre una terrible decepción cuando su presunta abuela la rechaza y niega el parentesco. Escoge un camino equivocado y se enamora de Joaquín Pez, marqués viudo de Saldeoro, que la arratra a la perdición. Viven juntos y tienen un hijo, un pequeño monstruo macrocéfalo. La falta de dinero resulta cada vez más acuciante, hasta que la casa es desmontada pieza por pieza. Los amantes discuten y rompen sus relaciones.
A partir de entonces Isidora se entrega a un desorden total. Constantemente debe pedir dinero ya que lleva una vida demasiado espléndida, confiada siempre en que su caso se resuelva de forma favorable. Empieza a relacionarse con algunos hombres que acaban de degradarla. Incluso va a parar a la cárcel porque se la acusa de haber falsificado un documento, aunque ella no es responsable.
Después de una serie de tropiezos, acaba totalmente destrozada. Su convivencia con Gaiticia la salva de una miseria para precipitarla a otra peor. El horror y la sorpresa de su antiguo amigo Augusto Miquis no tienen límites al ver a una Isidora nueva, desfigurada, desgreñada, con un lenguaje arrabalero, en medio de un ambiente de abandono total. Se irá a morir en la calle, tras haber dejado a su hijo.
EL NATURALISMO EN LA OBRA.
Galdós se sitúa dentro de la estética naturalista y se recrea en la plasmación de un mundo dórdido que acaba envolviendo a Isidora hasta arrojarla en la más absoluta degradación. El determinismo ambiental pesa de forma considerable a lo largo de todo el relato. Se nos muestra un mundo opresivo que empuja a los personajes a una vida sombría y rutinaria, de tal manera que parecen estar asfixiados entre las cuatro paredes que acotan su vulgar existencia. En estas condiciones Isidora es incapaz de realizar su ideal, de desarrollar su personalidad en la línea que ella cree necesaria para vivir con decoro. En su lucha contra el medio ambiente acaba sucumbiendo al dejar ahogar lo más esencial de sí misma.
Son varios los cuadros que a lo largo de la obra inciden sobre los aspectos más desagradables de la realidad. Como novela documental que pretende ser, empieza con la cruda descripción de un ambiente patológico: el manicomio de Leganés. En pocas palabras se perfila cuidadosamente la vida que llevan los enfermos en “aquel limbo enmascarado de mundo”, su existencia dolorosamente inútil.
Cuando Isidora llega al barrio de la Sanguijuelera, apenas puede dominar el asco que la invade. El ambiente del tenducho que tiene su tía, el “nido de urracas”, no puede ser menos adecuado para la delicadeza de su espíritu. La sordidez de la miseria humana llega a límites extremos.
Otro duro golpe para su sensibilidad es la visita a la fábrica donde trabaja su hermano, en la que descubre la dura vida de aquellos hombres. A través de la figura de Mariano nos pone en contacto el autor con los golfos de los suburbios madrileños: dedica varias páginas a la descripción de esta vida infrahumana llena de niños sucios, hambrientos, harapientos y salvajes que se dedican a recoger colillas: el desecho de una sociedad que finge ignorarlos y en la que están expuestos a los mayores riesgos.
También se nos cuentan las cotidianas mezquindades de la clase media, con las frustraciones de su día a día. Esta perspectiva nos la muestra a través de la familia de Relimpio que, como la mayoría de familias madrileñas, vive en permanente lucha por el sustento. En su casa Isidora se muere de aburrimiento y se refugia en sus sueños quiméricos.
Los capítulos dedicados a la perversión moral de la heroína van acompañados también de una descarnada incursión en el mundo degradado. Si la obra se abre con la estampa de un manicomio, los pasos finales de Isidora nos llevan a la cárcel. Los gritos desaforados y las blasfemias de las reclusas pueden parangonarse a los de los locos. En definitiva, la novela es una peregrinación a través del dolor y la miseria.
PERSONAJES.
- Isidora.Su rasgo más característico es su delirio quijotesco, que utiliza para rebelarse contra los padecimientos que padece desde su niñez. Cree que su verdadero lugar está entre la nobleza y por un error del destino le ha sido injustamente arrebatado. Por ello, va a dedicar toda su existencia a intentar recuperarlo. El orgullo que siente hacia sí misma, tanto física como espiritualmente, la mantiene alejada de los que la rodean y siente desprecio por la gente humilde. Lo cierto es que posee una especie de natural nobleza que no halla correlato en su situación social. Aunque pase hambre y privaciones, siempre se sentirá muy por encima de los demás, reservada a un destino superior.Es muy significativo que rechace casarse con Juan Bou, que la quiere y puede darle la estabilidad que necesita, pero una de las causas de este rechazo es la burla de Bou a la nobleza parasitaria.A pesar de su aspiración, Isidora sufre altibajos y tiene insomnios y pesadillas que le hacen vislumbrar el abismo que la rodea.Gullón incluye a la protagonista entre los personales anormales condicionados no sólo por el contexto, sino también por la herencia biológica: su madre era una enferma y su padre acaba volviéndose loco, frustrado no haber conseguido la posición que esperaba. También encontramos un antecedente patológico en su tío Santiago Quijano-Quijada.Isidora es, en el fonfo, una farsante, pero su grandeza trágica radica en que se engaña a sí misma.
- Mariano.“Pecado”, un muchacho díscolo e inculto al que su tía califica de “buitre”. La influencia que ejerce sobre él su hermana es nefasta: el niño que vemos en un principio realizando un trabajo demasiado duro para su edad, va a adoptar como ideal de vida elevarse a la alta condición que su hermana le promete, sin tener que trabajar: desde el principio se deja arrastrar por la locura de su hermana porque le va muy bien a su vida de golfo.
- En torno a ellos aparecen otros muchos personajes que contribuyen a crear el cuadro colectivo.Los locos de Leganés, la gente del bajo pueblo, encabezados por la Sanguijuelera, mujer burda y de modales agresivos, pero generosa y práctica; la familia de Relimpio, integrada por el buenazo y juicioso don José, su áspera cónyuge doña Laura, su hijo Melchor, un ignorante abogadillo, y sus hijas Leonor y Emilia, educadas en la escuela del “quiero y no puedo”; los diversos hombres que contribuyen a degradar a Isidora, en especial Joaquín Pez, de quien está terriblemente enamorada, etc.Quizá es importante destacar la figura de Augusto Miquis, que representa el ideal galdosiano del médico generoso y desinteresado. Su amor por Isidora hace que intente salvarla por todos los medios, pero no lo consigue. Galdós no puede ocultar la simpatía que siente por este personaje.Porotro lado el barcelonés Juan Bou es el prototipo de hombre activo y trabajador que logra establecerse por su cuenta con notable fortuna después de haber sido obrero varios años. Su gran devoción es la política, pero Galdós nos habla un poco burlonamente de su frenética lucha por los derechos del pueblo. Sin embargo, pese a su excesiva vehemencia, es para el novelista un hombre útil para el progreso. Su lem vital se resume en su expresión “palante”, muletilla que expresa su espíritu emprendedor.
Algunos críticos afirman que a pesar de que Galdós participa de algunos de los rasgos del naturalismo “no figuró nunca con plena convicción en las filas naturalistas” debido al modo de tratar a sus personajes, la calidad de su humor, tan afín a Cervantes, la piedad que ciertas gentes y cosas le inspiran; todo lo que hace que el autor esté más presente en la novela de lo que un naturalista que se estime puede estar.
TEMAS Y SENTIDO
Toda la obra descansa sobre un enfrentamiento entre la realidad ficticia o soñada y la realidad concreta o cotidiana, y el novelista se esfuerza por presentar sistemáticamente este plano simultáneo de visión, en una perspectiva de contraste.
La novela se dirige a una clara denuncia de una “España de locos”. Pero Isidora no es un ser simbólico, abstracto, sino un personaje perfectamente individualizado -incluso a través de rasgos hereditarios- pero normal en España. Su vida corre paralela a una serie de acontecimientos históricos que la amplifican, que le dan carácter de cosa habitual en este país.
El hecho de que el primer capítulo se desarrolle en el manicomio donde el infeliz Tomás Rufete da rienda suelta a sus sueños de grandeza, es muy significativo: el lector, conforme avanza la obra, se percata de que se encuentra ante un mundo de locos en el que cada cual tiene su peculiar locura.
También se ha incidido sobre la relación entre el problema de Isidora y la vida nacional contemporánea: “en esos momentos en que la ansiedad de una nación totalmente desorientada alterna con otros de extrañísimo marasmo, ocurre un drama humano en sorpende armonía con la vida de la nación”.
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