domingo, 24 de abril de 2016

1º BACHILLERATO. COMENTARIO DE TEXTOS PERIODÍSTICOS.

Francia homenajea a los prisioneros españoles de los campos de concentración nazi.

El país celebra este domingo la Jornada Nacional en recuerdo de la deportación.

La Memoria, las medallas, el más solemne homenaje a nuestros compatriotas que acabaron en los campos de concentración nazis por defender la libertad ha tenido que llegar, nuevamente, desde fuera de nuestras fronteras. La República francesa ha dado un paso más en su reconocimiento al sufrimiento y el heroísmo de aquellos más de 9.300 españoles que penaron y murieron entre las alambradas electrificadas de Dachau, Auschwitz, Buchenwald y, sobre todo, Mauthausen.
A este último infierno llegó Ramiro Santisteban en agosto de 1940, acompañado por su padre, Nicasio, y su hermano Manuel. Los tres sufrieron vejaciones, palizas y vieron perecer a manos de los SS a decenas de compañeros y amigos. Afortunadamente, los Santisteban lograron esquivar la muerte, aunque Nicasio alcanzó la liberación tan enfermo que falleció pocas semanas después. Hoy, a sus 92 años, la memoria a corto plazo de Ramiro ya comienza a flaquear; sin embargo, este cántabro no olvida ni quiere olvidar sus casi 5 años de cautiverio en Mauthausen. Esta mañana ha plantado cara al gélido frío que azotaba París y a la maldita vejez para acudir, acompañado por su eterna compañera, Niní, a la ceremonia central del Día Nacional en Recuerdo de la Deportación celebrada en París.
Junto a un puñado de exprisioneros franceses, Ramiro ha recibido el reconocimiento y el cariño del Estado francés. El acto, celebrado en el Memorial de la Deportación ubicado junto a la catedral de Notre Dame, ha estado presidido por dos políticos franceses de origen español: el primer ministro, Manuel Valls, y la alcaldesa de París, Anne Hidalgo. El sencillo pero emotivo homenaje incluyó una ofrenda floral para recordar a los millones de víctimas del nazismo, unos breves discursos en los que se apeló a la importancia de no olvidar y, finalmente, el emocionado canto de La Marsellesa.
Al finalizar el acto, tanto Valls como Hidalgo saludaron a Ramiro y al resto de deportados. La alcaldesa de París, en conversación con eldiario.es, equiparó el sufrimiento de los prisioneros españoles con el de judíos, gitanos, soviéticos o franceses: "Todas las deportaciones son iguales. Las memorias no están en competencia las unas con las otras, son las memorias de hombres y mujeres que han sufrido la deportación, el crimen, el hambre y la muerte. Por eso cada año vengo aquí para recordarles", concluyó Hidalgo.

Carlos Hernández, 24-4-2016, eldiario.es 

miércoles, 20 de abril de 2016

2º BACHILLERATO. MODELO DE COMENTARIO PARADOJAS DEL CONSUMISMO.


LAS PARADOJAS DEL CONSUMISMO

Hace algunos años, en plena efervescencia económica, unos grandes almacenes en Londres se anunciaban con un lema perturbador: "Compro, luego soy". Ya diversos antropólogos y sociólogos consideraban que uno es lo que consume, un grado más fino que el dicho "de lo que se come se cría". La crisis económica está llevando a los españoles a cambiar sus pautas de consumo. Para gastar menos, de la mano de unos ingresos más bajos o de la creciente percepción de que pueden bajar en un futuro próximo. No todo es negativo. Puede cambiar, para bien, nuestra manera de ser.
Según el Centro de Investigaciones Sociológicas y otras encuestas, en lo que más hemos reducido nuestros gastos los españoles es en ocio en general y en alimentación, lo que resulta preocupante. Compramos menos carne y pescado y más pollo. Algunos comercios pierden, pero los que se han adaptado para presentar una oferta de crisis, es decir, más barata, crecen. La hostelería ve cómo hay menos gente que cena fuera entre semana, mas no es una mala cosa, especialmente para los privilegiados que tienen que ir a trabajar al día siguiente. Y reunirse en las casas en vez de salir por ahí contribuye a reforzar los vínculos sociales directos.
Los roperos están inflados, por lo que no es extraño que la gente se lo piense dos veces antes de gastar en una prenda que probablemente no necesite. Resulta muy positivo que se ahorre en transporte, usando más el público, en beneficio del medio ambiente. Los proveedores de servicios se ven sometidos a una nueva presión por los consumidores, que vuelven a ser clientes, y que miran mucho más la factura de agua, gas, electricidad o telefonía, terrenos en los que también estamos cambiando saludablemente nuestros hábitos apagando la luz y cerrando los grifos. Lo que resulta más preocupante es que se aplacen las visitas al dentista en un país en el que el nivel socioeconómico se deja ver aún en la dentadura.
Ahora bien, si la crisis logra que algunos de estos cambios de hábitos se afiancen, estaremos mejorando nuestro entorno. Paradojas: sin más consumo no saldremos de esta.
Editorial, “El País”, (7 de febrero de 2012)









Es un texto que combina las modalidades expositiva y argumentativa. Expone un anécdota, la del cartel de unos grandes almacenes londinenses (sobreentendemos que se tratará de Harrod’s) con un lema perturbador, o sucesos factuales como los hábitos de consumo a la baja por culpa de una crisis económica profunda y duradera (que algunos expertos catalogan peor que la del crack de 1929 en la Bolsa de Nueva York). Y argumenta con citas de autoridad vagas o amplias (“antropólogos y sociólogos”), con argumentos de datos (encuestas, Centro de Investigaciones Sociológicas), de ejemplificación (“Compro, luego soy”), lógicos (“reunirse en las casas en vez de salir por ahí contribuye a reforzar los vínculos sociales directos”), y de hechos (“para gastar menos de la mano de unos ingresos más bajos”). Su carácter es inductivo porque la tesis o postura defendida aparece al final, después de habernos ido conduciendo a ella con razonamientos previos.
Está elaborado por un periodista anónimo que refleja la línea ideológica del periódico. Este emisor puede ser alguien con la tarea habitualmente encomendada, como por ejemplo el subdirector o un jefe de sección, así como también dos o más redactores que se hayan puesto manos a la obra por encargo del responsable del área. En muchas ocasiones el editorial de un periódico llega a ser escrito por el director mismo. El canal es el papel en el que está impreso el periódico o bien la pantalla del ordenador donde se haya leído el texto. Los receptores son los lectores de este medio de comunicación que, en general, responden a un perfil político progresista. El mensaje es el contenido textual sintetizado en el tema que vendría a quedar insinuado en el título, “Las paradojas del consumismo”, un epígrafe que alerta sobre una de las contradicciones inherentes al capitalismo en su fase de crecimiento. En efecto, el expansionismo siempre conduce al descalabro por no poder ser indefinidamente sostenible. El referente o contexto situacional es la crisis en su recta final porque, a juzgar por la fecha de publicación (7 de febrero de 2012), la depresión económica ya llevaba cuatro años (desde 2008) padeciéndola la población. El código al que se recurre es el de un español estandarizado con un registro lingüístico elaborado aunque aséptico, pretendida o simuladamente objetivo y neutro en el plano conceptual; conciso, sencillo y claro en el formal.
La función primordial es la referencial o representativa, dado que se nos aportan datos extraídos de la actualidad informativa que nos ilustran sobre los nuevos hábitos consumidores en una situación de penuria económica sobrevenida. En segundo lugar, podemos advertir la función apelativa o conativa, puesto que se nos da a entender que los receptores podríamos o deberíamos revertir la crudeza de la crisis consumiendo y gastando más. En tercer lugar, se aprecia la función expresiva o emotiva porque el texto está matizado por la percepción del autor o los autores del texto acerca de lo que está pasando. Por último cabría reseñar leves indicios de la función estética o poética en la personificación o prosopopeya “los roperos están inflados”, en el recurso al refranero popular (“de lo que se come se cría”), e incluso en el empleo de una cita trastocada e irónica (“Compro, luego soy” en lugar del cartesiano “Pienso, luego existo”).
El tema es la depauperación de la capacidad adquisitiva de los consumidores españoles y la consiguiente disminución de las ventas de productos, lo cual empeora la crisis económica. La tesis o postura que se sugiere es la de la reactivación de la economía a través del resurgimiento del consumo masivo. Debemos comprar más para poder ir superando, siquiera sea lentamente, esta crisis.
La estructura es inductiva o sintetizante, como ya se ha dicho, y además se amolda a la del estilo clásico o lineal, pues el primer párrafo cumple el papel de introducción, los dos siguientes forman el cuerpo principal (o desarrollo), y el último aporta la conclusión final.
En resumidas cuentas, el texto nos viene a decir que la crisis actual está modificando los hábitos de consumo entre la población y esto puede suponer un cambio positivo en nuestra forma de vida y en el entorno medioambiental. El ahorro en ocio, alimentación, hostelería, vestidos, transporte, facturas de suministros básicos y odontólogos presenta claroscuros, pues por un lado beneficia a la naturaleza y a nuestra manera de comunicarnos, pero por otro puede afectar a nuestra salud al empobrecer nuestra dieta o descuidar las caries. Lo paradójico en el fondo es que, si no consumimos más, no podremos vislumbrar el final de esta recesión económica.

domingo, 17 de abril de 2016

1º BACHILLERATO. PRÁCTICA DE COMENTARIO DE TEXTOS EXPOSITIVOS Y ARGUMENTATIVOS.


TEXTO 1

            Las estrellas jóvenes consiguen su energía de las reacciones termonucleares que convierten hidrógeno en helio, en su interior más profundo. Cuando se ha consumido cierta fracción de hidrógeno, el núcleo de helio resultante empieza a contraerse. La evolución subsiguiente de la estrella depende de si su masa es menor o mayor que cierto valor crítico, conocido como límite de Chandrasekhar. Si la masa está por debajo de este valor, la “presión de degeneración” de los electrones detiene el colapso del núcleo de helio antes de que su temperatura alcance un valor suficiente para iniciar las reacciones termonucleares que convierten helio en carbono. Mientras, las capas externas de la estrella que evoluciona se han expulsado con mayor o menor violencia. (Se sospecha que las nebulosas planetarias se han formado de esta manera.) El núcleo de helio, rodeado por una cubierta de hidrógeno más o menos extensa, constituye una enana blanca.
Construcción del universo, David Layzer.

TEXTO 2
            Toda la vida de Dios, el lenguaje castellano ha tenido fresca y pronta una expresión para dar comienzo a un nuevo capítulo, tras los avatares turbulentos o felices que quedaron reseñados en el anterior, cuando el tiempo que media entre ambos es el de la noche que los separa […] ¿Cómo se dice? Adivínelo. ¡Empieza a correr el tiempo!
            La respuesta inmediata parece que podría ser formularla en términos correctos el más inculto, nervioso o pasmado asistente a cualquier concurso televisivo, de esos que ofrecen cifras millonarias por juntar la P con la A. […] “¡Pues vaya un acertijo. ¡Al día siguiente! ¡Está chupado!” Se encienden lucecitas rojas, suena un timbre estridente, llueven las monedas, estallan los aplausos. “¡Ha acertado, señores, lo ha dicho bien! Ya tiene un viaje al Caribe con su esposa y 3,000 euros. ¿Desea continuar?”
            Parece que sería de cajón que contestara eso, ¿no?, sin necesidad de haber leído ni a Cervantes ni a Larra. Pues no, no es de cajón, ni obvio, ni natural, ni nada. […] Lo que oímos por todas partes es un sucedáneo del inglés, que suena a rayos y se propaga como la mala hierba. Lo que oímos y leemos, y la gente traga sin hacer ascos es “el día después”. Incorrección manifiesta porque “siguiente” es un adjetivo que acompaña al nombre (“la página siguiente”, “nos contó la siguiente historia”) o lo sustituye (“que pase el siguiente”). Y a ver quién se atreve a decir: “Que pase el después” o “Nos contó la después historia”. No entra, claro, porque “después” es un adverbio de tiempo que además, en general, se usa con preposición (“mi nombre está después del tuyo” o “después de echar la carta me arrepentí”).
Las renovaciones inútiles, Carmen Martín Gaite.

TEXTO 3
Todas las lenguas tienen formas especiales para codificar diferentes tipos de elementos de la situación: los deícticos. Entre ellos se encuentran no solo los pronombres personales de primera y segunda personas en todas sus formas, los demostrativos, los posesivos, y muchos adverbios de lugar y de tiempo; debemos contar también los morfemas de tiempo de la flexión verbal y las fórmulas de tratamiento. Además, habría que añadir todas las formas anafóricas y catafóricas, es decir, aquellas que se usan en el discurso para hacer referencia a algunas partes del propio discurso. Por todo ello no es de extrañar que más del noventa por ciento de  las oraciones de una lengua contengan unidades de este tipo.
         Una vez más, nos encontramos con que una parte importante de la interpretación de un gran número de enunciados depende decisivamente de los factores extralingüísticos que configuran el acto comunicativo: conocer la identidad del emisor o destinatario y conocer las circunstancias de lugar y tiempo de emisión se ha convertido en un requisito imprescindible para conseguir una interpretación plena. Y una vez más, también resulta evidente que solo desde una perspectiva pragmática se podrá tener acceso al tipo de información necesaria para lograr este objetivo.

Mª Victoria Escandell: Introducción a la pragmática.


TEXTO 4.

Los resultados de la prueba de selectividad de este año revelan, al menos en Cataluña, que la media de alumnos ha obtenido un suspenso en matemáticas aplicadas, en ciencias sociales, en lengua y literatura, en física y química. La estadística de que dispongo no indica qué asignatura es un coladero de tal calibre que ha permitido que el 87% de los alumnos presentados haya aprobado con una nota media de 5,8.
El fenómeno no es nuevo ni nos pilla desprevenidos y las voces que reiteran la gravedad de la situación lo hacen con aire desesperanzado. El mundo es cada día más competitivo y nosotros más incompetentes. Supongo que se refieren a nuestra incompetencia en el terreno de la ciencia y la tecnología, cosa que a mí me preocupa poco. Que la mayoría no pase el examen de química tiene una importancia relativa. Sólo se necesita un número determinado de químicos para atender las necesidades de la comunidad. Al resto nos basta con saber que el detergente de la lavadora no debe ingerirse.
Más preocupante es el pobre resultado obtenido por los estudiantes en el apartado de lengua, porque considero importantísimo que todo el mundo sea capaz de entender y expresar de palabra y por escrito ideas que vayan más allá de lo visceral y lo estrictamente deportivo, y esto, aunque nadie lo crea, sólo se aprende estudiando. Pensar que una cosa es hablar y escribir y otra distinta la gramática es un error muy extendido. Para comprobarlo sólo hay que acudir a los medios de difusión, donde advertirá que, aparte de algunos profesionales, el ciudadano se expresa como un protozoo. En el lenguaje oral, los gritos y los desplantes, algunos acentos locales, la imitación de defectos físicos y un casticismo barato disimulan la magnitud de la catástrofe. Por escrito, ni eso. Frente a esta situación, los políticos encogen sus anchos hombros. La enseñanza es un problema insoluble: alumnos reacios, profesores deprimidos, presupuesto insuficiente y un plan de estudios enmarañado e ineficaz. Sí, el resultado es malo, pero otros años fue peor. El mismo razonamiento que se aplica, por estas mismas fechas, a los incendios forestales. Y expuesto con un rigor y una elocuencia que en la prueba de selectividad sacaría, con suerte, un 3 pelado.
MENDOZA, Eduardo: Selectividad. EL PAÍS, 12-VII-2004.
 


1º BACHILLERATO. TEMA 12. LOS TEXTOS PERIODÍSTICOS.

Se estudiará por el libro. Corresponde a las páginas de la 48 a la 50.

1º BACHILLERATO. PRÁCTICA DE CONECTORES Y MARCADORES DISCURSIVOS.

Localiza los mecanismos de cohesión y gramatical (la referencia está marcada en negrita), así como los conectores que aparezcan en el texto, especificando su tipo.


Las palomas en Barcelona representan un grave problema, que reconozco de difícil solución. Por una parte, ensucian los monumentos, aceras, vehículos y prendas de vestir con sus abundantes excrementos, y por otra, utilizan las oquedades de los edificios antiguos para anidar. Ello implica un innumerable reguero de insectos, ruidos y malos olores, sobre todo cuando el calor aprieta.
Entiendo que cuando uno piensa en las palomas tiene a visualizar la imagen bucólica que nos han implantado de estos animales y, por tanto, que hay que cuidarlas y protegerlas. Sólo cuando se es un afectado de sus cotidianas e interminables excrecencias se percibe una imagen totalmente diferente.
Sobre las palomas se ha escrito abundantemente, sobre todo en sentido positivo. Sin embargo, creo que el Ayuntamiento de Barcelona debería controlar con mayor y mejor eficacia la proliferación de estas aves.

1º BACHILLERATO. PRÁCTICA DE MECANISMOS DE COHESIÓN LÉXICA Y GRAMATICAL.


 Localiza los mecanismos de cohesión léxica y gramatical que apaecen en el texto:

Hace dos semanas Rafael Cedro trabajaba al aire libre arreglando unos cables en la refinería de Santiago de Cuba. Como suele ocurrir en Santiago por estas fechas, el calor era húmedo y pegajoso, insoportables; y él recuerda que ese día zumbaba sobre su cabeza una nube de mosquitos. No le dio mayor importancia. En el caribe, aprender a convivir con los mosquitos es algo más que necesario. Rafael regresó a su casa y tres o cuatro días después empezó a sentirse mal. Todo comenzó con un tenue dolor de cabeza que pronto fue aumentando. Enseguida el malestar se regó por todo su cuerpo. Tuvo fiebre, mareos, diarrea y decaimiento, y eso bastó para que una prima suya médica lo llevara al hospital con urgencia. Este electricista, de 33 años, tenía dengue. 

1º BACHILLERATO. GUIÓN DE LECTURAS. TERCERA EVALUACIÓN.




GUIÓN DE LECTURAS. 3ª EVALUACIÓN.
1º BACHILLERATO.

EL CABALLERO DE OLMEDO, LOPE DE VEGA.

            Lope de Vega cultivó la mayor parte de los géneros literarios de su tiempo, pero cumplió un papel fundamental como dramaturgo por su presencia central en la creación del modelo teatral de la comedia nueva. Sus ideas dramáticas fueron expuestas en el Arte nuevo de hacer comedias en este tiempo (1609). Se trata de un discurso académico escrito en endecasílabos que se convirtió en un auténtico manifiesto literario. En él se indican las características que deben reunir las obras teatrales de la época, pero es en la práctica donde Lope fija verdaderamente su modelo teatral. Dijo que escribió mil quinientas comedias, de ahí la irregularidad de su producción que oscila entre la repetición de esquemas prefijados y la originalidad.
Los rasgos más destacados de lo que se conoció como “comedia nueva” son los siguientes:
ruptura de la división clásica de los géneros: mezcla de tragedia y comedia.
ruptura de las unidades clásicas: espacio (no hay un mismo espacio en toda la representación),         tiempo (el tiempo interno de la obra sobrepasa los límites de un día),  y acción (una o más historias          paralelas a la acción principal).
división de las obras en tres jornadas, en lugar de los cinco actos habituales.
—teatro en verso y polimetría (variación métrica). La situación dramática, la índole del personaje y el tipo de acción exigen una u otra modalidad de versos. Para la acción más sublime se recurrirá al verso largo (endecasílabo), mientras que a otra más liviana le va mejor el octosílabo.
—en cuanto a los personajes, las comedias barrocas son más obras de acción que de caracteres, por eso predominan los personajes-tipo fuertemente estereotipados: el galán (caballero valeroso e idealista) y la dama (versión femenina del anterior, cuya única diferencia es su capacidad para atraer al varón y enredarlo en sus planes) protagonizan la historia amorosa; los criados, que suelen formar una pareja paralela a la acción principal y ayudan desinteresadamente a sus amos. Destaca la figura del gracioso o donaire, que salpica sus intervenciones con chistes y comentarios donosos y contrasta como contrafigura de su amo por su visión pragmática de la vida, sus pasiones primarias, la glotonería y la cobardía; la criada de la dama, que sirve para que ésta le confiese su amor hacia el galán y así el público se vaya informando; el hermano o el padre de la dama, que velan por el honor familiar y que participan en su            reparación en el caso de que haya alguna merma; pueden aparecer otros caballeros que disputan al héroe el amor de la dama u otras damas que enredan las historias sentimentales. En muchas ocasiones aparecen los reyes como restablecedores del orden y de la justicia poética, que premian o castigan los actos de los personajes.
            —temas: muy variados. Destacan principalmente el amor, el honor, la defensa de la fe cristiana y la monarquía. 
—decoro poético: la lengua se adapta a la situación y al tipo de personaje. Lope de Vega defendió una lengua natural, clara y sencilla.
Lope a estas características generales que seguirían muchos autores de la época, añadió el uso de elementos de carácter lírico procedentes de la poesía tradicional. Con ello el autor pretendía ganarse al público más popular. Así son corrientes en sus obras las canciones de amor, de trabajo, de juegos, etc. En ocasiones estas canciones constituyen la base estructural y argumental de la obra y pueden servir para crear un clímax cómico o trágico.
La inclusión de estas canciones también hay que entenderla como una revalorización de todo lo popular, como la reivindicación de un mundo feliz previo a las perturbaciones sociales.

            El Caballero de Olmedo pertenece a un conjunto de obras que se engloban bajo el nombre de dramas trágicos, con los que Lope alcanza mayor gravedad y profundidad psicológica.
Es una tragicomedia de amor y muerte: por un lado, la relación sentimental entre doña Inés y don Alonso, con el que se enfrenta su antagonista don Rodrigo, formando el típico triángulo amoroso de las comedias del Siglo de Oro; por otro, la muerte que persigue a don Alonso que acaba asesinado por don Rodrigo y sus secuaces. El origen de la trama lo encontramos en una seguidilla popular que se canta en la propia obra. Vemos cómo los elementos trágicos (gravedad del asunto principal, final funesto, presencia del rey y de caballeros como don Alonso, la verdad de la acción atestiguada por un cantar tradicional ..) se mezclan con elementos cómicos (presencia de personajes plebeyos como Tello o Fabia, las situaciones cómicas que se dan en las clases de latín impartidas por el gracioso...).
            Esta obra es un ejemplo de verdadera tragedia que camina más que ninguna de las de Lope hacia terrenos  propios de Shakespeare en su nocturno y sobrecogedor acto tercero.

HAMLET, WILLIAM SHAKESPEARE.
            El teatro de Shakespeare guarda características comunes con el de Lope:
            —no respeta las reglas clásicas: únicamente mantiene los cinco actos, siguiendo el modelo horaciano.
            —mezcla de lo trágico y lo cómico: especial importancia se le da al “clown”, personaje cómico que llegará a encerrar sentencias de hondura filosófica en una visión cínica y desengañada de la vida. Lo cómico se opone como espejo irónico o deformante.
            —dominio de lo dramático sobre lo lírico, aunque éste tiene una importancia fundamental. Antonio Machado de William Shakespeare  decía que era “el poeta de poetas” porque era el autor de los poemas   que escribiría Hamlet...
            —sus personajes están trascendidos, están menos definidos que los de la novela realista del siglo XIX pero son más grandiosos porque son más libres, y lanzan frases de inagotable profundidad antes de caracterizarse; los extremos del hombre son más importantes que el punto medio psicológico del “tipo”.
            Hamlet se representa por primera vez en 1602. Desarrolla una leyenda islandesa que ya había sido llevado a escena, pero en la convencional tragedia de venganza, el autor descubre posibilidades de hondura inigualable. Hamlet, príncipe de Dinamarca, siente una repugnancia general hacia un mundo sucio en el que su propia madre se ha hecho cómplice del fratricidio en el que ha muerto su marido y padre de Hamlet, casándose con el asesino. Hamlet debe retomar la situación y tomar venganza por su padre, que se le aparece en forma de espectro y le pide que le vengue pero que respete a su madre. Hamlet no mata al usurpador del trono y se desahoga contra su madre haciéndole saber que conoce la horrible verdad. El espectro de su padre tiene que reaparecer para frenar su lengua, pero Hamlet cree haber cumplido la venganza dando una estocada tras una cortina, cuando en realidad, a quien mata, es a Polonio, el padre de Ofelia, una joven a la que el príncipe quiere pero a la que renuncia al ser su único fin en la vida vengar a su padre. Esta muerte equivocada desencadena otra venganza por parte de Laertes, el hijo de Polonio. As u vez, Ofelia, enloquecida, se suicida. Finalmente Hamlet cumplirá su venganza y matará a su tío, pero dejando atrás un lastre de muerte que se llevará por delante a su propia madre.

ESTUDIO COMPARATIVO DE AMBAS OBRAS
1.      Fuentes.
            El caballero de Olmedo toma como fuente la tradición popular y se inspira en una seguidilla (un cantar popular) que al final entona el labrador (que es una aparición) y que don Alonso achaca al miedo:
Esta noche le mataron
al caballero,
a la gala de Medina,
la flor de Olmedo.
            La seguidilla recoge el desenlace de una historia de la que se desconocen sus principales aspectos. La muerte violenta e ignominiosa de un galante caballero, propiciado por las rivalidades de dos pequeñas villas vecinas. La copla facilita el conflicto y su desenlace (la tragedia, la nocturnidad, el protagonista, la rivalidad). Había que crear unos personajes y una trama que justificaran esos versos y enmarcar la historia en una época pretérita.
            El cantar es incorporado en el momento de mayor tensión dramática (supone el último presagio funesto: es una señal del cielo que don Alonso interpreta como un engaño de Fabia para evitar que vuelva esa noche a Olmedo. Presenta los hechos como infalibles, pues refieren el suceso como ya ha ocurrido (don Alonso avanza imparable hacia su fin, que la canción presenta como cumplido) y glosado alguna vez en el texto de la obra. Elige como marco el reinado de Juan II y crea un conflicto amoroso que enfrenta a dos caballeros por el amor de una mujer.
            En realidad el cantar, más que una fuente, es un pretexto o el motivo de inspiración. Además, no contiene únicamente los elementos a los que ya hemos alusión, sino también la oposición de realidades antitéticas como son la vida y la muerte, la plenitud y la frustración. 

            Shakespeare también lleva a escena en su obra una historia que ya existía: Hamlet es una leyenda del siglo XII que el historiador danés Saxus Gramáticus recogió en su Historia Danicae, publicado en 1514. Pero William Shakespeare no debió leer a Saxus Gramáticus, sino más probablemente su traducción al francés por Belleforest, aparecida con el título de Historias Tragiques en el último tercio del siglo  XVI.       Todos los lances y elementos dramáticos ya están en la leyenda, a excepción del final: Shakespeare cambia el final feliz en el que el príncipe termina con honores y glorias, por el trágico final.

2.     Composición.
            La tragicomedia lopesca se estructura en tres actos, frente a los cinco de la tragedia de venganza de Shakespeare. (ya apuntado en la introducción respecto a las características del teatro de ambos autores). Ambos autores no respetan la unidad de tiempo ni de lugar.
3.     Personajes masculinos: Don Alonso y Hamlet.
            Don Alonso es un personaje tipo, sin apenas caracterización. Es el prototipo del perfecto caballero que encarna las virtudes y los ideales nobiliarios de la época: es un hombre intachable, honesto (él persigue en todo momento casarse con Inés, no amores ilegítimos), es valiente y osado y no se amedranta ante ningún tipo de amenaza, afán aventurero, sensible amante, cumplidor cristiano, admirado por damas y envidiado por otros galanes... Sin embargo, según el principio de justicia poética, que ahora explicaremos, la frustración de su matrimonio y la muerte indican que algo condenable existe en su comportamiento, pues no recibe el galardón que corresponde a su virtud. Su muerte, desenlace fatídico exigido también por el cantar, será bastante ignominiosa, pues lo matarán a traición entre varios, con alevosía y nocturnidad, usando uso de armas de fuego y rehuyendo el cara a cara.
            En el teatro del Siglo de Oro las piezas subordinan el tema a un propósito moral, manifestado a través del principio de justicia poética. No hay un caprichoso azar que conduzca al desenlace terrible, sino conductas responsables que lo merecen. Si el personaje sucumbe, se debe a sus propias acciones exclusivamente. Si antes decíamos que algo reprochable hay en su comportamiento, es el haber utilizado medios deshonrosos para conseguir unos objetivos buenos: desde el principio sabemos que Inés ha correspondido a sus miradas, por lo que, teniendo en cuenta las cualidades del caballero, el amor parece correspondido. Sin embargo, Don Alonso recurre a los servicios de una desacreditada alcahueta que, como Celestina, además es “hechicera” (son constantes las alusiones de Tello a sus contactos con Lucifer). Ambos, cegados por la pasión de su amor, se dejan arrastrar y hacen a Don Pedro víctima de un engaño indigno metiendo en su casa a una alcahueta como maestra de costumbres y de piedad, y a un modesto e ignorante criado como profesor de latín. A pesar de la comicidad de la escena de las clases, la escena es bastante grave ya que se están burlando de Don Pedro. De hecho, Leonor los califica de bellacos. Don Alonso quebranta los principios éticos movida por la ceguera de su su apasionado enamoramiento (el amor aparece como una fiebre), pero tales hechos merecen el castigo de acuerdo al principio de justicia poética.
            El desenlace trágico de la obra se prepara a lo largo del desarrollo de la misma y es un desenlace que los espectadores conocen y esperan pues se saben de memoria el cantar. Joseph Pérez afirma que desde el principio de la obra la presencia, primero sugerida, luego afirmada con más y más insistencia, del hado,  de uno oscuro destino, es perfectamente apreciable. Durante las tres jornadas Don Alonso no hace sino encaminarse hacia la muerte, rodeado de la simpatía con la que el público sigue la obra.

            En la tragedia de Shakespeare el deber de vengarse desencadena en Hamlet una crisis total: se le derrumba toda la fe en la vida y en el hombre, toda moral; de ahí el cinismo y el humor amargo que despliega en su fingida locura. Frente al prototípico caballero que encarna Don Alonso, Hamlet es un personaje complejo, es un personaje mucho más “humano”, y esa complejidad va más allá: es proverbial el debate íntimo entre reflexión y acción, esa naturaleza dubitativa suya que lo paraliza. De ese debate surge el famoso monólogo “ser o no ser”.
            Las pasiones humanas dominan a los personajes de Shakespeare, que terminan manifestando desgracia, tragedia y sufrimiento. Hamlet es un personaje que encarna la duda, que encarna, en sí mismo, la mayor contradicción como si tuviera una doble naturaleza: se ve impulsado hacia la venganza pero la reflexión lo cohíbe. Tiene un gran incentivo para llevarla a cabo (el espectro de su propio padre se lo ha pedido), por eso mismo resalta más su indecisión. Esta doble tendencia muestra la polarización de los intereses del hombre: o mucha acción, muy propia del Renacimiento, o mucha duda propia del Barroco. Parece que Hamlet resumiese esa dicotomía natural del hombre: volcarse hacia las cosas o sumergirse en su vida interior. Es irresoluto y a la vez vacilante, unas veces el deber lo obliga a actuar, como cuando mata a Polonio; otras, la reflexión lo detiene. Vacila pero no se resiste a tomar venganza.
            Es, pues, en contraposición a Don Alonso, tendente a la inacción. El caballero de Olmedo, a pesar de temer el presagio de su muerte al final de la obra, no puede ser cobarde y se adentra en la noche. De hecho, cuando después se da cuenta de que está en medio de una emboscada, se arrepentirá de su osadía y de no escuchar el mensaje funesto. Además, su amor hacia Inés también le impulsa a tomar decisiones: va continuamente de Medina a Olmedo a ver a Inés e intenta evitar que se case con Rodrigo, pero la forma en que lo hace es su perdición. Y fuera de la relación amorosa, le vemos en las fiestas de Medina lidiando toros, aparte de la valentía de la que habla incluso incluso el propio Rey.
            La aparición del espíritu del espectro del padre de Hamlet le revela la verdad y le supone una dura carga: la venganza. A partir de ahí, empieza a dudar de todos (amigos, de la propia Ofelia, a quien ama...). Se refugia entonces en su fingida  locura.
            Hamlet tenía un buen motivo para llevar a cabo su acción: vengar la muerte de su padre y recuperar el trono de Dinamarca que ocupa un asesino traidor, de ahí que su duda resulte bastante chocante. En lugar de actuar con rapidez y firmeza (algo que sí hará Claudio cuando ve que Hamlet representa una amenaza), demora su venganza hasta estar casi moribundo y necesita cerciorarse de que es verdad aquello que el fantasma de su padre le comunicó. El único momento en el que cree que ha ejecutado su acción, comete un error y asesina a Polonio, lo que desencadenará los deseos de venganza de otro hombre, de Laertes. 
            Va más allá de otras tragedias centradas en la venganza, pues retrata de un modo escalofriante la mezcla           de gloria y sordidez que caracteriza a la naturaleza humana. El príncipe siente que vive en un mundo de engaños y corrupción, sentimiento que le viene confirmado por el asesinato de su padre y por la sensualidad desenfrenada de su madre. Estas revelaciones lo conducen a un estado en el que los   momentos de angustia e indecisión (duda) se atropellan con frenéticas actuaciones, situación cuyas      profundas razones continúan hoy siendo motivo de distintas interpretaciones.
            Se le puede considerar como una conciencia sin acción. Durante toda la obra delibera, acerca de los actos que podría cometer. Su dilema, la razón de su parálisis, consistiría en: si no actúa, se convertiría en cómplice de un criminal; pero actuar no es más que convertirse en el servidor de un muerto. Laertes, por el contrario, sería una acción sin conciencia, quien desencadena el desenlace de la obra (por el deseo de vengar a su padre).
            Hamlet está marcado por un destino trágico en el que se ve envuelto y por el que se siente angustiado. Dominado por sus pasiones actúa como un loco irracional (fatalismo).
4.     Personajes femeninos: Inés y Ofelia.
            Inés reúne los rasgos tópicos de la dama de las comedias barrocas: condición aristocrática, belleza y apasionamiento en el amor. Es hija de Don Pedro, ilustre caballero premiado por el rey, por tanto, de una nobleza equiparable o superior a la de Don Alonso. Al igual que Alonso, será la ceguera de la pasión la que la lleve a realizar actos indignos para una dama de su alcurnia, al aceptar la mediación y actuación de una alcahueta. Pero tanto esto como engañar a su padre fingiendo una falsa vocación religiosa, nos muestran a una mujer firme que toma sus propias decisiones con tal de conseguir lo que quiere: casarse con Don Alonso y no con Don Rodrigo. Ya hemos apuntado, que esos actos harán que al final todo se desencadene hacia la tragedia. La justicia poética alcanza también a Inés quien, frustrado su deseo de matrimonio y muerto su amado, decide hacer lo que antes sólo fue un engaño: meterse a monja.
            Ofelia, es hija de Polonio, sumiller de corps (un personaje que intenta ganarse constantemente el favor del rey). A diferencia de Inés, Ofelia se nos muestra como una joven sumisa: enamorada de Hamlet, pues permite que la visite y le entregue cartas y poemas, obedece en todo momento a su padre y se distancia del príncipe entregándole lo que de él había recibido, ya que éste está convencido de que el príncipe, caprichoso, puede poner en peligro su virtud y su honor. Pero esto es interpretado por Hamlet como una traición y la rechaza duramente diciéndole que lo mejor que puede hacer es irse a un convento. Ofelia, destrozada por la muerte de su padre y tras el rechazo de Hamlet, se ve totalmente superada por las circunstancias, enloquece y se suicida. Respecto a su belleza, Gerturdis afirma: “¡Cuánto desearía que tu rara belleza fuese el dichoso origen de la demencia de Hamlet!
5.     El gracioso.
            Tello encarna las características del gracioso o donaire típico de las piezas del siglo de Oro: criado servicial y leal consejero de su amo. Provoca la hilaridad del público con sus comentarios, personalidad y actuaciones. Siente un profundo afecto por su señor y su sentido de la realidad le hace aconsejarle prudencia en sus actos, ya que Don alonso no es consciente de los peligros que le acechan. Es contrafigura de su amo al oponerse las virtudes de aquél a las debilidades de éste, principalmente la cobardía.
            El humor también es importante en Hamlet. Puede servir para aliviar la tensión dramática en escenas como en el asesinato de Polonio o de contraste con el final trágico de la obra con la escena del cementerio. Apreciamos el humor en algunas escenas como en el lenguaje irónico que utiliza Hamlet al insultar a Polonio en el acto II (sólo a un loco se le permite decir lo que Hamlet dice) o al describir dónde yace el cuerpo de Polonio (IV), así como la conversación de Hamlet con los sepultureros que escavan la tumba a Ofelia (V).
6.     Temas de la obra.
El amor.
            En El Caballero de Olmedo la acción dramática es una trágica historia de amor movida por el azar y los celos. Se establece un triángulo amoroso en el que dos galanes pretenden a la misma dama. Tanto Alonso como Rodrigo son víctimas del amor: para Alonso, el amor es una especie de fiebre que lo irá consumiendo y enajenando, de manera que pierde un tanto el sentido de la realidad y de la moral, de ahí la decisión de recurrir a Fabia, algo que Inés acepta desde le principio. Rodrigo, su rival, también es destruido por la pasión amorosa y llevado al desastre por la acción de los celos. El amor, por tanto, está estrechamente ligado a la muerte.
            En Hamlet el amor plantea muchas reflexiones, como el “complejo de Edipo” que se ha señalado en múltiples ocasiones. Pero no tenemos tiempo ni espacio: sólo diremos que le caracteriza un profundo amor hacia su madre, que a la vez es objeto de deseo y menosprecio. Respecto a Ofelia, Hamlet renunciará a su amor al convertirse la venganza en el único fin de su vida.
Honor y venganza.
            En la tragicomedia de Lope Don Rodrigo posee también grandes virtudes, algo que Inés no deja de reconocer, pero no es el elegido y los celos le transformarán en un envidioso primero, después en un resentido y por último en un criminal, cuando al principio no era más que un simple enamorado sin favor. La ingratitud de Rodrigo, que olvida que le debe a Alonso la vida, lo envilece hasta extremos inusitados en un noble. Como caballero, también es herido en su honor pues sabe por la capa que Inés y Alonso se aman y descubre el engaño de Fabia y Tello, cuando Don Pedro ya ha mantenido conversaciones con él para que tome a Inés por esposa. Su “venganza” es un acto ruin: de noche, acompañado, con armas de fuego...
            Sobre la venganza en Hamlet ya hemos tratado en el apartado de los personajes. Inevitablemente se haya unido al honor trasgredido.

            Muerte.
            Ya hemos señalado que el punto de partida de El Caballero de Olmedo era una seguidilla tradicional que cantaba la muerte de un caballero. La muerte del héroe puede implicar alguna merma en su valía: Alonso muere por efecto del destino, lo que no le restaría ninguno de sus valores como arquetipo, o bien su muerte es una forma de castigo por algún yerro, lo que podría estar reñido con la ejemplaridad del noble. Una línea de interpretación sostiene que la obra es la tragedia de un caballero condenado de antemano a la muerte por un sino aciago: la fatalidad se ceba inmotivadamente sobre el personaje, que no podrá escapar a su fatalidad. La otra línea atribuye la muerte a la justicia que castiga un comportamiento equivocado del héroe, con lo que sería la manifestación del principio de justicia poética. Lo que está fuera de toda duda es que Lope de Vega hace morir violentamente a su personaje por cuanto él y los espectadores conocen un cantar en el que se da noticia de la misma. Las razones de la muerte están en los poderosos celos de Don Rodrigo.
            En Hamlet  el héroe se ve envuelto en un destino trágico que contempla reflexivamente, angustiado siempre por la conciencia exacta de su infatuación, de lo vano de su ambición o de la vanidad de todas las ambiciones. Los más hondos temores de Shakespeare son los que expresaba el príncipe ante un estilete. Miedo de morirse, ése es el término. Así se expresa Hamlet:
            ¡Morir…, dormir; no más! ¡Y pensar que con un sueño damos fin al pesar del corazón y a los mil naturales conflictos que constituyen la herencia de la carne! ¡He aquí un término devotamente apetecible! ¡Morir…, dormir! ¡Dormir!… ¡Tal vez soñar! ¡Sí, ahí está el obstáculo! ¡Porque es forzoso que nos detenga el considerar qué sueños pueden sobrevenir en aquel sueño de la muerte cuando nos hayamos librado del torbellino de la vida! ¡He aquí la reflexión que da existencia tan larga al infortunio! Porque ¿quién aguantaría los ultrajes y desdenes del mundo, la injuria del opresor, la afrenta del soberbio, las congojas del amor desairado, las tardanzas de la justicia, las insolencias del poder y las vejaciones que el paciente mérito recibe del hombre indigno, cuando uno mismo podría procurar su reposo con un simple estilete? ¿Quién querría llevar tan duras cargas, gemir y sudar bajo el peso de una vida afanosa, si no fuera por el temor de un algo, después de la muerte, esa ignorada región cuyos confines no vuelve a traspasar viajero alguno, temor que confunde nuestra voluntad y nos impulsa a soportar aquellos males que nos afligen, antes que lanzarnos a otros que desconocemos?
            La idea de vivir en este mundo lleno de corrupción y soportar el sufrimiento que esto acarrea, o, por el contrario, suicidarse para acabar con esa agonía atormenta a Hamlet. La tragedia de Hamlet es que es incapaz de ser.
            La idea de la muerte en esta obra está muy ligada a la venganza, ya que aquélla se concibe como el castigo a un crimen.
           


1º BACHILLERATO. TEMA 11. MODALIDADES DISCURSIVAS III. TEXTOS EXPOSITIVOS Y ARGUMENTATIVOS.


corresponde en vuestro libro a las páginas de la 44 a la 47


EXPOSICIÓN.

Concepto: su fin es transmitir información sobre un tema de forma organizada. Abunda en los textos que se relacionan con la transmisión de conocimiento: tratados, manuales, ensayos, libros de texto, obras de divulgación, prensa general y especializada... Es el vehículo principal de la información científica, técnica, humanística...
En los textos expositivos predomina la función representativa o referencial de la lengua, al estar orientada a proporcionar información. Su propósito es hacer saber, hacer comprender y aclarar, no convencer al interlocutor ni influir en él. Tres valores que destacan:
—objetividad
—neutralidad
—verdad
No suele presentarse de forma homogénea en un texto: en textos argumentativos, utilizada como apoyo a una argumentación; en textos teóricos puede combinarse con secuencias descriptivas y argumentativas, en los diálogos puede haber una secuencia explicativa cada vez que haya una interrupción...
Clases

—Divulgativa: trata un tema de interés general con un lenguaje sencillo, no especializado, para que pueda ser entendido por un amplio público sin conocimientos (o pocos) previos del tema en cuestión. Ejemplo: libros de texto, reportajes de la prensa, etc.

—Especializada: trata un tema de interés dentro de una disciplina o ciencia determinada. Está dirigida a un público especializado en la materia de que se trata. El lenguaje en este tipo de exposición suele abundar en tecnicismos.

Tipos de estructuras:

—Deductiva: va de lo general a lo particular. También se denomina estructura analizante porque la línea expositiva va analizando la idea inicial en sus diferentes aspectos.

—Inductiva: se parte de lo particular y se llega a una conclusión general. También se llama estructura sintetizante porque  a partir de muchos casos concretos se extrae un principio de carácter general.

También se pueden organizar los datos por orden cronológico, por relación de causa-efecto, por ejemplificación.

Características lingüísticas de la exposición:
—Léxico especializado (tecnicismos y neologismos) con significado denotativo.
—Formas verbales: en presente de indicativo con valor gnómico o atemporal (objetividad / hechos de carácter universal).
—Léxico especializado: uso de tecnicismos y neologismos con valor denotativo (principalmente en las exposiciones especializadas); tendencia a evitar términos ambiguos o polisémicos.
—Conectores: consecutivos, causales, finales, contrastivos, explicativos, ilativos.
—Sintaxis: predomina la subordinación adjetiva y circunstancial. Son frecuentes las oraciones atributivas para definir conceptos y construcciones nominales del tipo La disminución de la llegada de metales preciosos desde América.... también encontramos oraciones coordinadas y yuxtapuestas, que hacen más ágil y comprensiva la lectura.
—Tiende a ser objetiva mediante la eliminación  del sujeto hablante, para ello se usan impersonales y pasivas reflejas así como plurales de modestia o sociativos.

ARGUMENTACIÓN.


Concepto: tiene como fin aportar datos y razones para convencer al receptor. La persuasión es un tipo de argumentación que apela a las emociones del receptor. Debido a que se intenta lograr la adhesión del receptor, la función de la lengua predominante será la apelativa o conativa.

Estructura:
—Introducción: se expone el tema sobre el que se va a tratar y se atrae la atención del receptor.

—Tesis: idea que se defiende, puede estar explícita o implícita, al principio o al final.
—Cuerpo: conjunto de argumentos, datos, pruebas que se emplean para defender la tesis. La argumentación puede querer simplemente probar algo o bien anular la validez de otra tesis, entonces se llama refutación.
Los argumentos pueden organizarse de forma  deductiva (de la tesis a los argumentos) o inductiva (de los argumentos a la tesis).

—Conclusión: recuerda la tesis defendida y resume las ideas fundamentales.

Clases de argumentos:

—Objetivos: se basan en datos, cifras, hechos verificables empíricamente.

—De ejemplificación: mediante ejemplos que apoyan la tesis.

—De autoridad: se usa la opinión de personas u organismos con prestigio o se basan en lo comúnmente aceptado por una comunidad.

Según su fuerza para apoyar la tesis pueden ser:
—Fuertes o sólidos.
—Débiles
—Pertinentes o irrelevantes (si se relacionan con la tesis o si no tienen nada que aportar en su defensa)
—Irrefutables: argumentos que no admiten discusión
—Falacias: argumentos no válidos.

Lenguaje:

—Modalidad oracional enunciativa es la que predomina.

—Sintaxis: subordinación que indican la dependencia entre los argumentos que se usan, la conexión lógica y cohesión de las ideas que se defienden.

—Conectores: contrastivos, consecutivos, causales y modalizadores que introducen la propia opinión.

—Incisos explicativos

—Léxico denotativo y tecnicismos.

En un texto argumentativo puede haber descripciones, narraciones o explicaciones que funcionen como argumentos o refuercen la función persuasiva.